De la redacción
La oficina del Inspector General del Departamento de Defensa estadunidense auditará un contrato de 400 millones dólares para la construcción del muro fronterizo, que el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (USACE) otorgó a una empresa de construcción de Dakota del Norte (Fisher Sand y Gravel Co), propiedad de un donante republicano de Trump. Al parecer, el propio presidente insistiría repetidamente a los funcionarios militares para que favorecieran con el contrato al referido constructor, reporta The Washington Post.
La revisión de un contrato para construir el muro fronterizo de Trump responde a una carta del representante demócrata de Mississippi, Bennie Thompson, quien es además presidente del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, enviada el 4 de diciembre al alto funcionario de El Pentágono, a Glenn A. Fine, en la que solicita a los inspectores del Ejército echar un vistazo más cercano a la contratación.
«Usted expresó su preocupación por la posibilidad de una influencia inapropiada en la decisión de contratación de USACE y cuestionó si la oferta presentada por Fisher Sand y Gravel Co. cumplía con los estándares de solicitud», escribió Fine en su carta a Thompson.
“También cuestionó si USACE realizó la adjudicación de acuerdo con las leyes y regulaciones federales de adquisiciones… En respuesta a su solicitud, hemos decidido iniciar una auditoría de la solicitud y adjudicación de este contrato. Estamos evaluando la metodología de esa auditoría y pronto anunciaremos formalmente los resultados de dicha auditoría”, cita la fuente.
Antes, el 2 de diciembre El Pentágono había anunciado un contrato por un valor de hasta 400 millones de dólares para la compañía del donante de Trump, Fisher Sand and Gravel, destinados a la construcción de 31 millas de nuevas barreras fronterizas a lo largo del Refugio Nacional de Vida Silvestre Cabeza Prieta en el sur de Arizona.
“Después de que el Cuerpo del Ejército aprobara sus ofertas anteriores de proyectos para la barrera fronteriza, Tommy Fisher, el director ejecutivo de la referida compañía, lanzó una agresiva campaña pública y privada para ganar un contrato”. Según el Post, Fisher apareció en repetidas ocasiones en Fox News, “promoviendo la superioridad de su compañía”.
Mientras, el senador republicano de Dakota del Norte, Kevin Cramer presionaría personalmente al presidente para que contratara a Fisher y acusó al Cuerpo del Ejército de excluir injustamente a su empresa. Fisher había donado también a la campaña de Cramer para el Senado, donde se le vio frecuentemente como su invitado, incluso durante el discurso del Estado de la Unión del presidente Trump a principios de 2019.
Registros de divulgación de la firma de cabildeo Odney muestran que ésta recibió más de 100 mil dólares de Fisher, quien es además socio del grupo activista de derecha, We Build the Wall. Este grupo que trabaja con fondos privados recaudados a través de donaciones en línea, está instalando un tramo de de 3.5 millas de valla metálica a lo largo de las orillas de Río Grande, cerca de Mission, Texas, en un terreno que dicen Tommy Fisher compró. Sin embargo, un juez federal emitió una orden de restricción temporal para frenar dicha construcción, hasta que el grupo consiga un permiso de la Comisión Internacional de Límites y Aguas.
A estos grupos los acompañan “varias figuras prominentes del Partido Republicano: el ex asesor de Trump, Stephen K. Bannon, que es el presidente de la junta asesora del grupo, y su asesor general es Kris Kobach, exsecretario de Estado de Kansas. Además, el fundador de Blackwater USA, Erik Prince, quien es también miembro de dicha junta de asesores, y el ex lanzador de Grandes Ligas de Béisbol, Curt Schilling, señala la fuente.
De acuerdo con la publicación Progress Times in Mission, las cosas al interior de los impulsores del muro no están tan bien. Afirma que el gobierno de Estados Unidos se unió a otros demandantes contra el grupo que quiere detener las excavadoras de Fisher, y que durante las audiencias de un juicio Kobach acusó a We Build the Wall de sólo haber proporcionado el 5 por ciento de los fondos para el proyecto, por lo que el juez acordó retirar al grupo de la demanda, dejando a Fisher como el acusado.
Y agregó que Tim Priebe, el abogado que representa a Fisher le habría dicho al tribunal que “la compañía quiere ayudar al gobierno a adquirir tierras privadas que necesita para el proyecto de barrera de Trump… Fisher está preparado para gastar ‘una tonelada de dinero privado’ en el esfuerzo”■