De la Redacción
Las nuevas políticas federales de persecución, arresto y deportación de inmigrantes indocumentados operan como una máquina bien aceitada. Los agentes de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, ejecutan al pie de letra la ley antinmigrante en domicilios particulares de comunidades principalmente latinas; o en centros de trabajo lejos de dichas comunidades latinas, en calles de muchas otras ciudades ubicadas incluso a miles de millas de la frontera. Y allí también.
Estas políticas antinmigrantes del presidente Trump crean pánico en las familias y confusión aún éntrelas propias autoridades, ante lo imprevisible de las repentinas acciones del presidente. También caos administrativo, como el ocurrido la semana pasada con los litigios en los tribunales que por lo pronto frenaron la entrada en vigor de las órdenes ejecutivas dirigidas a la inmigración y a los refugiados. Y mostraron al presidente algunos límites que los tribunales pueden imponer al ejercicio del Ejecutivo; y por qué es indispensable la separación de poderes y la independencia de la rama judicial en una democracia o en un estado de derecho.
Sin embargo, no está muy claro si el espíritu de dichas leyes antinmigrantes de Trump sea sustancialmente distinto al que ha prevalecido, digamos, durante la última década. Pues los arrestos que con frecuencia derivan en las deportaciones, que sigue produciendo puntualmente la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas, no son necesariamente el resultado de un endurecimiento de las políticas migratorias de la Casa Blanca, sino simples cuestiones “rutinarias”, sostiene un vocero de ICE.
“Y eso que apenas es el comienzo”, declaró con ironía Alicia Mendieta a Radio Bilingüe, en la una manifestación de protesta en la ciudad de Nueva York, de las que no han cesado ni aquí ni por todo el país desde la víspera de la inauguración de este presidente el pasado 19 de enero.
Mendieta es una trabajadora mexicana que acudió a la protesta pacífica organizada hoy sábado por una coalición de agrupaciones civiles en el parque Washington Square, contra la política de migración de Trump. También piden al gobierno municipal de esta ciudad demostrar con acciones concretas qué le da su calidad de Santuario a la ciudad de Nueva York. Además, pide que la policía deje de cooperar con ICE, y que abandone de una vez por todas la práctica policial que criminaliza las ofensas menores, conocida como ‘Ventanas Rotas’ o Broken Windows.
Mendieta dijo también estar preocupada por las escenas de “tantas redadas de ICE, que han circulado en la prensa y por las redes sociales”.
Esta emisora ha venido publicando con oportunidad sobre dichas redadas y deportaciones, como la de mayor perfil nacional tal vez, la de Guadalupe García de Rayos, expulsada el jueves pasado en Arizona tras presentarse en una oficina de ICE para cumplir con una orden de supervisión, como reportamos ayer en estas mismas páginas.
Vale decir que por otro lado la controversial conducta de Trump ha suscitado sin embargo tanta solidaridad como no se había visto en mucho tiempo en Estados Unidos. Además de las grandes movilizaciones que por el momento no se sabe tampoco si se convertirán en un sólido movimiento persistente que logre incidir en la generación o modificación de políticas públicas del gobierno federal.
De acuerdo con ICE, el mayor operativo de redadas de esta agencia durante la pasada semana se produjo en el sur de California, donde agentes de Inmigración reportaron ayer el arresto de 160 personas; 150 de ellas con condenas penales anteriores.
Como parte de un grupo de 350 extranjeros sin documentos migratorios, detenidos con la aplicación de las nuevas políticas migratorias de Trump, 90 ciudadanos mexicanos fueron arrestados esta semana, dice la agencia federal, entre otros estados en Nueva York, Kansas, Texas y Virginia.
Alicia Mendieta dijo también estar preocupada por ella y por su familia, que está en México, “porque yo soy su sostén”. Y agregó que le preocupa “los muchachos que tienen DACA… sería muy cruel quitarles lo que tienen, porque no están haciendo nada malo, sino al contrario, un beneficio para la economía… como nosotros los inmigrantes, que hacemos el trabajo pesado y mal pagado en este país”.
Además reprobó la propuesta de Trump de grabar un impuesto al envío de remesas. “Porque como él mismo dice, que nomás quiere sacar beneficio, quiere sacar de ahí para pagar el famoso muro… pero ¡el muro ya está!”.
Y se preguntó sobre qué es lo que se espera de la administración Trump, que ha dado claras muestras de querer cumplir con sus radicales promesas de campaña contra la inmigración. “Lo que nos queda es la unión…, la unión hace la fuerza, ¿no?”.
Por eso dice que ella se solidarizó con la protesta de hoy, porque quiere que otros grupos se apoyen para hacer la resistencia. “Que sepan que aquí están los mexicanos, para apoyar a otras causas también”. Lo irónico es que los mexicanos indocumentados no estaban ahí, por el temor a las redadas que andaban ejecutando los agentes de inmigración en State Island y otros rumbos de Nueva York en días recientes.
Como dice Brendan Raedy, vocero de ICE ante la prensa, andan volando rumores sobre agentes de Inmigración que se han metido en iglesias y escuelas públicas, que arrastraron con una familia indocumentada en el Mall de Staten Island y que detuvieron a los conductores de un vehículo en el Southern State Parkway. Que establecieron retenes en un parque de Brooklyn, y en el transbordador de Staten Island a Manhattan.
Pero Raedy declaró que “los informes sobre retenes y operativos masivos son falsos, peligrosos e irresponsables. Estos informes generan pánico en masa y contra ponen a las comunidades y al personal encargado de hacer cumplir la ley, causando un peligro innecesario”, reporta hoy Notimex.
“Cualquiera que reporte falsamente tales actividades está afectando a aquellos que clama respaldar”, advirtió Raedy.
Mendieta advirtió que aunque la cosa apenas está comenzando con Trump, recordó no obstante que “durante el tiempo que estuvo Obama se deportaba a muchos también”. En efecto, en los ocho años de su administración se deportaron 2.8 millones de inmigrantes indocumentados, mayormente mexicanos, y centroamericanos más recientemente.
“Y no es justo cuando también han tenido el apoyo latino”, afirmó Mendieta, refiriéndose al apoyo economico de los latinos, «y del voto a los partidos.
La marcha de protesta de hoy sábado cruzó por una zona turística renombrada en el bajo Manhattan, muchos mexicanos salieron a las puertas de los restaurantes y establecimientos donde trabajan a saludar muy sonrientes a los manifestantes que por ahí pasaban y a tomarles fotos.
Por último Alicia Mendieta dijo estar muy contenta con la respuesta de la gente, que no ha dejado de salir a las calles a manifestar su descontento. “Qué bueno que lo hacen… y por eso que qué bueno que ya se viene la gran marcha otra vez de las mujeres (8 de Marzo). Como un día sin mexicanos, pero nada más que sin mujeres”, concluyó. Se refiere al evento anunciado en días pasados en este espacio■