Esta semana el presidente Trump anunció un plan a través del que ordena endurecer los requisitos a los solicitantes de asilo en Estados Unidos. Entre las draconianas medidas está el cobro de tarifas al solicitar asilo y el retiro de permisos de trabajo a los solicitantes de asilo. Legisladores y activistas prometen abrir un nuevo frente de batalla legal para defender a las miles de familias centroamericanas que tratan de acogerse al derecho legal al asilo. Eso reporta desde la capital, Washington, José López Zamorano.
Raúl Grijalva, representante demócrata de Arizona, enuncia que el presidente Trump intenta acabar con la inmigración.
El legislador demócrata de Arizona Raúl Grijalva no tiene dudas que Trump está usando el tema migratorio para reelegirse el próximo año.
“Quiere dividir a este país y usarlo para desarrollar su campaña para la reelección. Tiene que ver con la política de división y de discriminación”
Grijalva asegura que ese es el objetivo del plan que esta semana anunció el presidente para hacer más difícil solicitar asilo.
“Todo el esfuerzo tocante al asilo, tocante a migrantes, reforma migratoria, DACA, separando a las familias en la frontera está basado en el racismo”
El criticado plan propone cobrar una tarifa a los solicitantes de asilo; suspender la emisión de permisos temporales de trabajo mientras esperan respuesta a su solicitud; y que las cortes resuelvan los casos en un plazo no mayor de 180 días.
Abel Núñez, director ejecutivo de CARECEN, el Centro de Recursos para Refugiados Centroamericanos, califica dicha propuesta no sólo de ofensiva sino además contraproducente:
Miembros de CARECEN se manifiestan frente a la Casa Blanca.
“No pararía el flujo porque la gente, por años, especialmente en estos años recientes sigue viniendo; porque viene huyendo de las causas en sus países de origen”
El plan no afectará a los inmigrantes de manera inmediata porque Trump dio un plazo de 90 días para redactar las reglas sobre cómo implementarlas.
Se escucha sonido ambiente de una audiencia pública…
Durante una audiencia legislativa, el Comisionado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), Kevin McAleenan defendió el plan presidencial, y negó que quieran detener a los inmigrantes indefinidamente, especialmente a los menores de edad.
“La noción de que queremos detenerlos indefinidamente o más allá de 180 días no puede estar más alejada de la realidad. Tampoco es exacto que deseamos detener a los niños por largos periodos de tiempo”
Congresista demócrata de Nueva Jork, José Serrano afirma que continuarán dando la pelea legal contra las medidas de Trump.
El pasado mes de marzo, más de 100 mil inmigrantes llegaron a Estados Unidos. En su mayoría procedentes de Honduras, Guatemala y El Salvador, y miles más continúan cruzando México rumbo a la zona fronteriza. A pesar de los abultados números, el legislador federal demócrata de Nueva York, José Serrano calificó de vil la propuesta de Trump, pero considera que lo volverá a pagar en las urnas.
“Los inmigrantes son un blanco muy fácil de atacar, pero como las últimas elecciones han comprobado, si atacas mucho a los hispanos, a los inmigrantes, esa comunidad se despierta”
Por lo pronto, citando la existencia de una “crisis humanitaria y de seguridad”, el presidente Trump pidió una partida presupuestal de emergencia por 4 mil 500 millones de dólares. Los demócratas recibieron la petición con escepticismo, asegurando que más dinero para detenciones no es una solución al problema. Mientras que tanto legisladores como activistas anticipan que si se aprueba dicho plan lo bloquearán con demandas legales.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino desde la capital, Washington, Texto y Foto de José López Zamorano.
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