En la fila para votar, en una casilla electoral de Washington, DC.
En un fuerte aunque anticipado revés para el presidente Trump, los demócratas recuperaron la Cámara de Representantes en una elección que pasó a la historia por los números record de afluencia de votantes. Además, los demócratas ganaron siete gubernaturas. A su vez, los republicanos ensancharon su dominio en el Senado y se hicieron del ejecutivo en dos importantes estados. Todo indica que este reacomodo de poderes complicará aún más el segundo período de la presidencia de Trump. Eso reporta desde la ciudad de Washington, José López Zamorano.
Se escuchan aplausos para Nancy Pelosi…
Una optimista Nancy Pelosi anuncia que los demócratas retoman el control de la Cámara de Representantes y llama a la colaboración bipartidista:
“Tendremos rendición de cuentas y buscaremos el bipartidismo, siendo justos con todas las partes, buscando terreno común donde podamos y siendo firmes donde no podamos”
Se escuchan vítores…
Votantes en Washinbgton, DC dicen presente en las elecciones pasadas dd 2018.
La victoria demócrata se debió en parte a que 7 de cada 10 latinos rechazaron las política antinmigrantes y la “retórica tóxica” de Trump, un sentimiento compartido por otras minorías, destaca una encuesta reciente de Latino Decisions.
Yes we can…
El resultado: 27 republicanos que hicieron campaña como antinmigrantes perdieron, entre ellos Kris Kobach, que buscaban la gubernatura de Kansas; y Adam Laxalt la de Nevada, así como Lou Barletta, que aspiraba al Senado en Pensilvania y Corey Stewart en Virginia.
“La ola de ganancias de los demócratas se debe enteramente al voto de las minorías”, dice Matt Barreto, que dirige Latino Decisions.
“Una mayoría de los votantes creen que Trump tiene un impacto negativo o una política racista hacia las minorías y esa creencia es más aguda en las comunidades latinas y afroamericana, con 74 por ciento y 77%”, respectivamente.
Votando el martes 6 de noviembre de 2018.
De la misma forma el Congreso será un espejo de la diversidad del país: un número inédito de más de 100 mujeres, incluida una latina de Nueva York, de 29 años, la legisladora más joven; dos musulmanas y dos nativoamericanas. En total 40 latinos serán representantes o senadores, el número más alto de la historia.
Con el apoyo del voto femenil, suburbano y de las minorías, los demócratas ganaron al menos 225 escaños en la Cámara de Representantes y las gubernaturas de Michigan, Wisconsin, Nuevo México, Kansas, Illinois, Maine y Nevada. Los republicanos pasarán de 51 a posiblemente 54 escaños en el Senado.
Se escucha a Trump…
Con el rostro adusto, el presidente Trump enfrenta a la prensa un día después de las elecciones. Afirma que acepta la oferta de trabajar de manera bipartidista, que ofreció la líder demócrata Nancy Pelosi.
“Ojalá todos podamos bajar juntos el próximo año”, dice Trump.
Pero casi inmediatamente reta a los demócratas a no dedicarse a investigar su presidencia, en clara alusión a la posible colusión electoral con Rusia.
“Si hacen eso, será una postura de guerra”
La Casa Blanca insiste en que buscará dinero para el muro fronterizo. Pero los demócratas prefieren combatir la pobreza y buscar consenso en el polarizado tema migratorio, señala el líder de la minoría en el Senado, Charles Schumer:
“Una reforma migratoria integral es algo que buscaría seriamente y tendría una posibilidad bipartidista en el Senado”
Entre los principales temas pendientes de la próxima legislatura figura el proceso de ratificación del nuevo Tratado de Libre Comercio entre Estados Unidos, México y Canadá. Los sindicatos ya empezaron la presión sobre los demócratas. El portavoz de la AFL-CIO es Gonzalo Salvador.
“Nos gustaría tener una reforma migratoria con un camino a la ciudadanía, también esperamos que sigan adelante las negociaciones para un tratado de libre comercio que beneficie a las familias trabajadoras de México, Estados Unidos y Canadá”, declara Salvador.
Las elecciones cobraron su primera víctima. El presidente forzó la renuncia del procurador Jeff Sessions, que se ganó la animosidad de Trump cuando decidió recusarse sin consultar el presidente sobre su participación en la investigación de la injerencia rusa en las elecciones.
La primera prueba de fuego para el espíritu bipartidista emanado de las elecciones será completar el presupuesto federal del 2019. A menos que haya un acuerdo para temas como el dinero para el muro, el gobierno podría quedar al borde de una nueva parálisis el 7 de diciembre.
