Don Manuel Mendoza, se limpia las manos y espera a su esposa que hace línea para comprar arroz y frijol.
En respuesta a la propagación del coronavirus, el gobierno de Estados Unidos declaró emergencia nacional. Lo mismo han hecho casi todos los gobiernos estatales, al ordenar el cierre de escuelas, restaurantes, bares y gimnasios, entre otras actividades. Una docena de condados en California han ordenado toque de queda, instando a sus residentes a auto aislarse en casa. Tanto el gobierno federal como los estatales han aprobado paquetes de ayuda para los cesantes y los posibles desalojados. ¿Cómo sobreviven esta crisis algunas familias inmigrantes? De esto reporta desde Los Ángeles, California, Rubén Tapia.
Guardando la distancia de la extensión de un carrito del mandado, decenas de clientes de la tercera edad hacen fila en un supermercado.
“Horita venimos por lo más necesario que mi señora dijo que no tenemos que es que no hay frijol ni arroz”
Manuel Mendoza tiene 69 años. Después de esperar más de media hora está por comprar lo que necesita. Para evitar compras de pánico los negocios limitaron las cantidades que los clientes pueden comprar y además para proteger la integridad física de las personas mayores, les dieron preferencia a las 7 de la mañana. Manuel dice que en su casa él y su esposa ya tienen lo suficiente.
“Si tengo para dos tres semanas; agua, papel del baño, sodas, jugos…”
Aunque dice que no está muy preocupado porque se acaben los alimentos.
“Andan haciendo que la gente uno solo se ande agumorando a las tiendas a lugares sin necesidad”
De todas formas llegaron por algo más.
“Pues pa’ tener preparado para los nietos si es que llega a pasar algo así de que cierren”
Pero lo que si le preocupa es que se quedó sin trabajo y no sabe cuándo regresara.
“Tres días hace que cerraron. Trabajo pal casino en el Bycicle allí de jardinero”
Elodia y su hija de crianza se retiran porque la espera para comprar es de más de 2 horas.
Elodia:
“Pues estoy estresada pero no en pánico”
Elodia, es una madre de crianza con tres niñas menores de edad bajo su cuidado. No quiere hacer línea y esperar más de dos horas aunque necesita varias mercancías.
“Agua, papel de rollo, huevos, por si, ni modo, tengo tres niñas”
Se va a buscarlos en una tienda pequeña, aunque le contaron que están subiendo mucho los precios.
“Dice la señora que anoche consiguió un galón de leche a ocho dólares –imagínese– y yo con tres niñas que son unos becerritos”
Luís:
“No, no, está canijo. Horita se va a escasear –obvio–, porque no hay escuelas, no bailes, nada”
Luís es un plomero de 49 años de edad. Tiene años ofreciendo sus servicios en el estacionamiento de un Home Depot. Vive con su madre ya mayor de edad y dice que pasará esta crisis con sus ahorritos porque sabe que no puede pedir ayuda de desempleo que aprobó el gobierno.
“Eso es para los que trabajan con cheque, en compañías y todo. Siempre van a ser los que tiene papeles. Uno que no tiene… a un lado”
Pero Luis no pierde la esperanza.
“Pues yo siempre en las buenas y en las malas siempre salgo adelante. No tengo pánico, siempre alegre con ritmo pa’ mi virgen guadalupana”
El plomero Luís, a un lado de su inseparable radio que le alegra el día de trabajo.
Sonido de calle…
Doña Juana a sus 80 años recoge plásticos reciclables de los botes para la basura y los pone en un carrito del mercado. Un rebozo guinda le cubre la boca. Cubre sus manos con guantes de plástico, siempre los usa, pero ahora pone más cuidado por lo del coronavirus.
“Pos ahí anda, ¿verdad?, dicen. Ahí nomas me tapo”
Todas las mañanas durante dos horas recorre el vecindario y dice que puede ganar de 20 a 30 dólares. Dinero que necesita porque no tiene documentos y aunque vive con sus dos hijos que trabajan en la construcción, sólo tiene Medical de emergencia y sólo pudieron comprar un poco de alimentos adicionales. Por eso dice que seguirá saliendo a trabajar hasta que se lo permitan.
“Yo salgo porque todavía sale gente. Pues qué voy a hacer, tengo que salir” (risas).
El gobernador de california, Gavin Newsom firmando la orden ‘Quedate en Casa’. Foto de la página oficial del gobernador.
Al cierre de esta nota el gobernador de California, Gavin Newsom declaró una cuarentena obligatoria e indefinida para los 40 millones de habitantes del estado, para evitar la propagación del coronavirus.
Sólo podrán salir de casa los que trabajen en tiendas de alimentos, farmacias y bancos y otros servicios esenciales como transporte y gasolineras. Pero podrán salir de sus casas y hacer ejercicios al aire libre.
Se estima que en las próximas ocho semanas la mitad de los californianos se podrían contagiar del Covid-19.
