De la redacción
Apenas el presidente Joe Biden firmaba una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con la pandemia de covid-19 y la inmigración, entre otros importantes temas, grupos comunitarios y organizaciones de defensa legal de los inmigrantes preparaban las primeras observaciones con qué contribuir al plan de la nueva administración Joe Biden-Kamala Harris sobre la inmigración. Va aquí un vistazo parcial de las primeras reacciones al plan de Biden-Harris sobre la inmigración.
De acuerdo con el Pew Research Center, en Estados Unidos viven y trabajan cerca de 44 millones de inmigrantes, o el 13.5 por ciento de la población en este país. De ellos, 19.8 millones son ciudadanos naturalizados; 11.9 millones son residentes legales permanentes (LPR); y 2.1 millones tienen estatus legal temporal. Además, están los beneficiarios del programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA), que suman hasta el momento 689 mil 800 titulares, y hay 300 mil inmigrantes con Estatus de Protección Temporal (TPS).
Además, aproximadamente 11 millones de inmigrantes son indocumentados y muchos tienen raíces profundas en la comunidad con miembros de familia que son ciudadanos; tales son las llamadas familias de estatus mixto. Por ejemplo, 16.7 millones de personas en este país tienen al menos un familiar indocumentado; 8 millones de ciudadanos estadunidenses cuentan con al menos un familiar indocumentado; y 5.9 millones de niños ciudadanos viven con al menos un familiar indocumentado.
Como se sabe, la política hostil y cruel de persecución a la inmigración –documentada y no-, por parte de la pasada administración federal ha impulsado una vigorosa respuesta del nuevo gobierno estadunidenses, y en cumplimiento de sus promesas de campaña el presidente Biden ha comenzado a revocar muchas de las políticas instituidas desde el primer Fiscal General de la nación en 2017, aunque enfrenta el agudo problema de desmontar las trabas o candados legales de cada una de estas medidas tomadas por la pasada administración, y lqa opinión adversa de un grupo de legisladores republicanos hacia este tema.
Con todo, el gobierno de Biden-Harris se aplica en resarcir el sistema de asilo, fuertemente dañado por el pasado gobierno, aumentando el límite de admisión de refugiados; revocando la prohibición de viajar a inmigrantes de varios países de mayoría musulmana; deteniendo la construcción de un muro a lo largo de la frontera de México y Estados Unidos; y suspendiendo todas las deportaciones durante los primeros 100 días de su presidencia, haciendo permanente el programa DACA y enviando un proyecto de ley de reforma migratoria integral al Congreso, que de acuerdo con los planes debió haber partido a su destino el día de ayer.
Por fortuna, el tema de la migración cuenta con un sentimiento y una opinión pública favorable por parte de una considerable mayoría de estadunidense, aunque tanto republicanos como demócratas mantengan puntos de vista encontrados.
Veamos los porcentajes de apoyo a la inmigración:
- Apoyan que titulares de DACA obtengan estatus de residente legal: 66%.
- Aprueba que los inmigrantes indocumentados adquieran un camino a la ciudadanía: 64%.
- Apoyan una ley que permite la entrada de refugiados a Estados Unidos: 62%.
- Se oponen a la construcción de un muro fronterizo con México: 57%.
- Se oponen a prohibiciones de viaje de personas de algunos países de mayoría musulmana: 53%.
- Se oponen a una política que separaría a los niños de sus familias en la frontera: 76%.
Por su parte, el Centro Nacional de Leyes de Inmigración, NILC, cuya directora, la destacada abogada de inmigración, Marielena Hincapié participó y asesoró durantes las pláticas preliminares para el diseñar el proyecto de reforma migratoria y el plan sobre la inmigración del equipo de transición de Biden-Harris, aplaudió la celeridad con que el presidente puso ‘manos a la obra’.
Celebramos
“Con renovada esperanza y determinación”, dice NILC en su página web, “celebramos, aunque sabemos que el trabajo apenas ha comenzado. NILC espera trabajar con la administración de Biden para implementar una agenda audazmente pro-inmigrante, que entre otras cosas incluye:
- Un camino hacia la ciudadanía estadunidense para los 11 millones de estadunidenses indocumentados que llaman hogar a nuestra nación;
- Un paquete de ayuda de COVID sólido que incluye inmigrantes;
- Acceso a la atención médica para todos, incluido el acceso a las pruebas, el tratamiento y las vacunas de COVID■
Esto fue lo que dijo Marielena Hincapié, en la víspera de la inauguración o juramentación del nuevo gobierno federal, al Director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco, en el programa de Línea Abierta:
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