Como continuar el movimiento

Enrique González Rojo Arthur

Enrique González Rojo Arthur

Marco Vinicio González

Radio Bilingüe

Uno de los grandes pensadores mexicanos o de las mentes más lúcidas hoy vivas en México es a mi parecer Enrique González Rojo Arthur. Poeta, de un linaje poético de tres generaciones al hilo que cuenta con una extensa obra (30 libros publicados y otros más sin publicar) centrados en la poesía principalmente, aunque también en la filosofía y en la política; una triada bien demarcada pero con fuertes y visibles vasos comunicantes que se nutren entre sí, y que se se fueron robusteciedo con el paso de las décadas apegado a una estricta militancia política.

“Como buen filósofo reflexiona acerca de innumerables temas y en particular de los que guarda amorosamente en su armario: la poesía, la política, la historia, el psicoanálisis, la religión”, dice una semblanza de este poeta filósofo en su página web.

A esta obra monumental del pensamiento crítico habrá que agregar su larga trayectoria de décadas como maestro universitario, promotor e instructor de círculos de lectura, y su amplia generosidad en la formación de escritores con conciencia social. En su propio portal electrónico dice que “uno de los méritos de Enrique es haber permanecido de por vida independiente de los grupos de poder.

«La de Enrique es no sólo una militancia política sino una militancia en contra de las mafias literarias”. Amigo y compañero de José Revueltas, quienes junto con otros fundatron la Liga Leninista Espartaco, su pensamiento crítico e independiente le cobró -como a su amigo Revueltas- la cuota a la honradez intelectual, en un país que extiende hasta los tiempos actuales las rancias políticas del virreinato.

Enrique González Rojo “es conocido pero no reconocido”, continúa la referida semblanza en su sitio web. “Toda una vida dedicada a la poesía. Sin embargo no aparece en la mayor parte de antologías y suplementos, ni es invitado a encuentro de poetas o de filósofos”, y tampoco es publicado con la urgencia que debiera serlo, en los principales diarios mexicanos que presumen vanamente ser de izquierda. “Octavio Paz y el ‘pacismo sin Paz’ lo han visto siempre como enemigo. Algunos de sus libros se encuentran embodegados, perdidos o secuestrados. Enrique ha enfrentado grandes dificultades para editar y difundir su obra, pero no por ello deja de escribir y se mantiene independiente de toda mafia y grupo literario en el poder”.

Más aun, en ejercicio de su amplia generosidad y con una clara conciencia de la peligrosa situación que vive México, se da tiempo para reflexionar sobre las sucesivas crisis políticas, y morales del país, y nos regala sus reflexiones puntuales como la serie de “Salir del laberinto. Reflexiones sobre la situación política actual”, durante la crisis que en 2012 se suscitó con el presumible fraude electoral que negó la presidencia a Andrés Manuel López Obrador y que cerró con esto la posibilidad de la alternancia en el poder para la izquierda partidista, en el sistema político mexicano.

Pues bien, en esta nueva crisis de violencia que vive México por la muerte en la última década de unas cien mil personas y la desaparición de otras 25 mil víctimas de la guerra contra las drogas, patrocinada por Washington, y que ha sido detonada en esta ocasión por la muerte de cuatro estudiantes y la desaparición de los 43 normalistas rurales de Ayotzinapa, en Guerrero, el autor nos obsequia una nueva reflexión para salir del atolladero, antes de precipitarnos -quizás para siempre-  en el abismo de la historia.

A continuación reproducimos dicha reflexión con la autorización del maestro Enrique González Rojo Arthur.

Como continuar el movimiento.

El gobierno ha decidido dar carpetazo al caso de Ayotzinapa a pesar de la incredulidad general que su versión, la misma en lo esencial desde un principio, sigue generando no sólo en los padres de los muchachos desaparecidos sino de un sector muy amplio de la sociedad civil. ¿Puede hacerlo? La respuesta está en el carácter, vigor y amplitud del movimiento. Si el movimiento flaquea, si mete freno y se deja ganar por el desánimo, esto es, si decrece paulatinamente y por último aborta, el gobierno se saldrá con la suya. Si en vez de recular, va hacia adelante y se profundiza, la situación se agravará y, al calor de la crisis, podrán surgir posibilidades de cambio inéditas.

¿Qué es lo prioritario en este momento para que el movimiento lejos de estancarse y decrecer, avance y se vigorice? Varias respuestas flotan en el aire: se habla del boicot electoral, de auto organizarse en todas partes, de exigir al ejército la posibilidad de visitar sus cuarteles, de la formación de un gobierno de salvación nacional, de la organización de un Constituyente como el del 17 y de marchas, paros, denuncias, etc. Todos estos puntos tienen sentido, pero deben organizarse y jerarquizarse de acuerdo con un plan de acción que responda a las condiciones actuales. Todos los puntos mencionados son parte, me parece, de la misma estrategia, pero ésta tiene una conditio sine qua non: la huelga general. ¿Qué quiere decir esto? Que el movimiento no sólo ha de continuar demandando el esclarecimiento de lo ocurrido en Iguala, sino debe preparar, organizar desde ahora una huelga general. Cuando antes se hablaba de huelga general se pensaba en una huelga obrera fundamentalmente sindical. Ahora tiene un sentido diverso: se trata de una huelga inicialmente del sector educativo, acción que ha de hacer un llamado a los otros sectores obreros, campesinos, urbano­ populares que se vayan adhiriendo al movimiento. Muchos de ellos, por lo demás, ya están en pie de lucha. La huelga general ha de ser preparada con marchas escalonadas y por regiones, con paros (activos) escalonados y por regiones, con un llamado general a autoorganizarse y autogobernarse en comités de lucha. El movimiento no puede convertirse en factor de cambio si no promueve la huelga general y la huelga general no es posible sin un amplio proceso de autoorganización social. Es importante subrayar que no es conveniente llamar a la huelga general cuando no han surgido las condiciones posibilitantes. Es un peligro enorme los llamados prematuros a ella. La huelga general, por lo menos en su ejercicio incipiente, es la condición esencial para que los puntos esenciales del plan estratégico de que hablaba puedan realizarse.

http://enriquegonzalezrojo.com/

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One Response to Como continuar el movimiento

  1. Graciela González said: ¡Bonito artículo sobre Enrique González Rojo Arthur, gracias y saludos!

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