De la redacción
Escándalos de abuso y hasta «secuestro» de niños migrantes enjaulados con fines lucrativos en centros de detención rentados al gobierno federal, aderezado con una campaña de insultos misóginos y racistas por parte de un grupo de oficiales de Inmigración que en páginas secretas de Facebook denigran a congresistas principalmente mujeres, que han estado visitando un par de cárceles para menores separados de sus padres en la frontera y sometidos a condiciones de cautiverio inhumanas en Clint y El Paso, Texas.
Esta semana el Caucus Hispano del Congreso organizó un viaje de un día a la frontera de Texas, tras los informes de que niños detenidos en las instalaciones de Clint y El Paso eran abusados por los guardias de dichos centros de detención. Los funcionarios de la administración de Trump han negado enérgicamente las acusaciones.
Los legisladores describieron condiciones de vida “no aptas” para albergar a adultos, y mucho menos a niños, “mezclados con mujeres cubanas, hondureñas y guatemaltecas, incluidas abuelas y una joven embarazada que compartían celdas, algunas sollozando por temor a las represalias de los guardias por compartir sus historias” con la delegación de congresistas.
Recientemente la congresista demócrata de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez describió esos centros de detención como “campos de concentración”, lo que desató una polémica en los medios.
Pero más allá de de consideraciones semánticas estas cárceles privadas, propiedad de poderosos consorcios entre cuyos principales accionistas figura el extitular del Departamento de Seguridad Interior (DHS) y exjefe de personal de la Casa Blanca, John Kelly, quien ocupó un lugar central en la administración Trump separando a los niños migrantes de sus familias y enviándolos a refugios contratados por el gobierno, como el de Caliburn International del cuyo consorcio accionista forma parte.
Hay quienes sostienen que la intesión del gobierno no es deportar a los migrantes sino mantenerlos detenidos para cobrar por por su indefinida detención. También han podido verse mujeres detenidas en cuartos sin agua corriente, con sacos de dormir colocados sobre frías losas de concreto y niños separados de sus familias durmiendo sobre el piso con sólo una hoja de papel metálico.
O los videos tomados con un dispositivo que ingresó de contrabando a la instalación el jefe del grupo latino que visito esos centros de detención, el representante texano Joaquín Castro, hermano del precandidato demócrata a la presidencia de Estados Unidos. en el video se puede ver a un grupo de mujeres, algunas con mejillas manchadas de lágrimas, brindando descripciones emocionales y gráficas y denunciando que no tenían acceso a medicamentos. Los funcionarios, claro, negaron esas acusaciones.
Tras su visita a El Paso el congresista Castro tuitió: “Este momento capta cómo es para las mujeres bajo custodia de la CBP compartir una celda abarrotada, algunas de ellas por 50 días, para que se les niegue las duchas por hasta 15 días y medicamentos para salvar vidas. Para algunos, también significa estar separado de sus hijos. Esta es la estación fronteriza de El Paso # 1”.
La organización independiente de periodismo investigativo, ProPública informó sobre la existencia de un grupo secreto de Facebook formado con agentes actuales y retirados de la Patrulla Fronteriza. “Las publicaciones en la página del grupo incluían chistes soeces sobre muertes de migrantes –como la de Oscar Alberto Martínez y Angie Valeria Martínez”, su hija de 23 meses de edad, que quedaron flotando boca abajo en aguas turbias llenas de maleza a las orillas del Río Grande.
El grupo “secreto” de agentes ha sido descubierto al estar colocando imágenes obscenas y manipuladas de legisladores latinos, según el referido informe. “Algunos de los mensajes más ofensivos se dirigieron a las representante demócratas, Alexandria Ocasio-Cortez y Verónica Escobar, de Texas”, quienes visitaron este lunes los centros de detención de Inmigración en la frontera, junto con más de una docena de miembros del Congreso, informó ProPublica. “Una publicación usó lenguaje soez para alentar a los agentes a «lanzar un burrito ahí donde…», a las dos mujeres congresistas.
The New York Times sostiene por su parte que Ocasio-Cortez respondió en una serie de tweets este lunes por la noche al grupo de vulgares agentes, describindo la visita. «Estos oficiales se descararon allí», dijo la congresista, señalando que se les habían pedido a los miembros de la delegación del Congreso entregar sus teléfonos antes de visitar el interior de las instalaciones carcelarias. «Mientras nos decían que eran medidas de seguridad y que tenían que revisar los teléfonos de los miembros del Congreso, atrapamos a los oficiales intentando deslizar fotos y se reían». Ocasio-Cortez señaló que si los agentes trataban con tal descaro a los congresistas, “¿Te imaginas cómo tratarán a las personas detenidas ahí adentro?”.
La jefa de la Patrulla Fronteriza, Carla Provost dijo a la fuente que las publicaciones en Facebook eran «completamente inapropiadas», y agregó que «cualquier empleado que haya violado nuestras normas de conducta será responsable». El lunes por la noche, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza dijo a la televisión que estaba abriendo una investigación sobre el grupo de Facebook.
El informe de ProPublica intensificó aún más la tensa atmósfera que el grupo de legisladores demócratas encontró en su gira programada a las instalaciones en Clint y El Paso. «Se siente como una cárcel… los están tratando como si estuvieran en la cárcel «, dijo el Representante de Massachusetts, Joseph P. Kennedy III. Testimonios de los congresistas afirman que las mujeres les dijeron que habían pasado “15 días sin bañarse” y que se les había permitido comenzar a bañarse “hace sólo cuatro días, después de que se anunció la visita de los miembros del Congreso”.
Una mujer denunció también que cuando no había agua corriente en la celda, porque un grifo se rompió, aunque el inodoro de esa celda estaba funcionando, cuando las mujeres tenían sed los guardias les decían que tomaran agua del escusado. Un funcionario de Aduanas y Protección Fronteriza se negó a comentar sobre la acusación■