De la redacción
Cediendo a la línea dura de los miembros de su administración, como el procurador general, Jeff Sessions y Steve Miller, asesor del presidente en temas de inmigración, la Casa Blanca turnó al Congreso este domingo una lista de medidas contra los inmigrantes a cambio de pasar una ley que proteja a los ‘Soñadores’. Piden por ejemplo financiar la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, reprimir la afluencia de niños centroamericanos que llegan a esta frontera. Y además, restricciones financieras a las llamadas ciudades santuario, reportan esta mañana The Washington Post.
La administración Trump administración está pidiendo al Congreso permiso para “tratar a estos niños como si fueran niños mexicanos”, porque “pueden ser repatriados más rápidamente y con menos derechos a una audiencia”. De otra manera, dice la administración Trump, «nuca regresarán a sus países y pronto pedirán ser amnistiados», divulga por su parte The New York Times.
La medida, dicen sus opositores, atenta contra uno de los principios fundamentales de esta sociedad, que es el asilo político, e introduciría una guerra política al interior del Congreso y aun dentro de las filas de los propios republicanos, algunos de los cuales, aunque sea ‘de dientes para afuera’ han manifestado cierta simpatía por los Dreamers.
No obstante, un alto funcionario dijo a The Huffpost que la Casa Blanca no está emitiendo ningún ultimátum sobre legislación que no incluya sus prioridades. «No estamos discutiendo amenazar con vetar ninguna legislación», dijo el funcionario. «Le estamos pidiendo al Congreso que avance en la lista de peticiones que le hemos hecho lo más rápido posible».
No hay que olvidar que existe el antecedente de un acuerdo judicial y una ley bipartidista contra la trata, aprobado en 2008, que da a los niños ciertos derechos cuando llegan a este país, exigiendo al gobierno una audiencia para determinar la validez de los peligros que los menores dicen enfrentar en su país.
Pero “la escasez de jueces y otros recursos ha creado un atraso de muchos años en esos casos. Mientras tanto, la mayoría son finalmente reubicados con sus familiares -cuando los tienen en Estados Unidos-, o en hogares de crianza temporal mientras esperan sus audiencias”, dice el Post.
Por eso uno de los puntos de la lista que la Casa Blanca pidió al Congreso es la contratación de 370 jueces de Inmigración y mil abogados para la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), para que ayuden a agilizar los más de 600 mil casos atorados en las cortes.
En el documento, turnado al Congreso, funcionarios de la administración dijeron que Trump trataría de cerrar de golpe lo que describieron como “lagunas legales que alentaron a los padres de niños de Guatemala, El Salvador y Honduras a enviar a sus hijos ilegalmente a Estados Unidos; donde muchos de ellos se funden en comunidades estadunidenses y se convierten en inmigrantes indocumentados”, sostiene el Times.
“La Casa Blanca y sus aliados del Partido Republicano en el Congreso parecen empeñados en ir solos en cada desafío que enfrenta el país”, dice un comunicado de America’s Voice. “No les ha funcionado hasta el momento en otros temas y tampoco les funcionará en este. Seamos claros en que este paso hace más probable un cierre del gobierno republicano”.
Y es que como se recordará, para el 8 de diciembre de este año el Congreso tiene que aprobar un proyecto de gastos para mantener al gobierno en funciones. “Si la historia reciente sirve de algo, muchos republicanos se rehusarán a votar por cualquier medida de gastos. Y si el Dream Act no está incluido en tal proyecto de gastos, la inmensa mayoría de los demócratas no votará por este”, advierte la fuente.
En conclusión, si Trump y los republicanos en el Congreso no trabajan con los demócratas para resolver la crisis provocada por la decisión del presidente de terminar abruptamente el programa DACA, que difiere temporalmente de la deportación a los llamados Dreamers o Soñadores, “el Partido Republicano se precipitará hacia un cierre del gobierno sobre un tema que más del 80 por ciento del pueblo estadunidense cree que debería ser resuelto para que los Dreamers puedan quedarse en el país que llaman hogar”, declara el director de America’s Voice, Frank Sharry en su comunicado.
Vale recordar que los líderes de la minoría demócrata en el Congreso, el senador por Nueva York, Charles Schumer y la representante de California, Nancy Pelosi declararon el mes pasado que habían llegado a un acuerdo con Trump para proteger a los Soñadores. Por eso, ante la repentina petición de la Casa Blanca al Congreso este domingo, ambos líderes denunciaron las demandas del presidente como “una señal que no representa ningún intento de negociación», dice el Post.
Además de la represión contra niños no acompañados en la frontera, dinero para el muro, y cancelar los fondos federales a las ciudades santuario, el documento de la administración federal expresa los hostiles esfuerzos para agredir a los inmigrantes indocumentados deportando a las personas que han permanecido más allá de los límites de sus visas; y legislar para reducir la inmigración legal (¡!) mediante la creación de un sistema de admisión que apruebe a los inmigrantes sobre la base de sus habilidades y no por sus conexiones familiares.
Algunos activistas han estado presionando a los líderes demócratas para que no hagan concesiones a los republicanos. Ellos están instando a la aprobación de un proyecto de ley «limpio» que protegería a los jóvenes inmigrantes sin aceptar ninguna nueva aplicación de las leyes de inmigración.
El llamado de la Casa Blanca a una represión de la inmigración podría dividir al Partido Republicano, donde un puñado de legisladores están presionando para alcanzar un compromiso que incluya sólo modestos aumentos en la aplicación de medidas restrictivas a la inmigración en la frontera a cambio de proteger a los Soñadores, dice el Times.
El senador republicano de Arizona, Jeff Flake propuso por ejemplo el jueves, “una legislación que incluye: proteger a los inmigrantes a cambio de esfuerzos de aplicación mucho menos agresivos: mil 600 millones de dólares en medidas de seguridad fronteriza, y nuevos esfuerzos para reprimir a miembros de pandillas como la MS-13” en los vecindarios estadunidenses para su rápida deportación.
En las siguientes horas se espera la respuesta de los Soñadores, sus defensores y aliados, quienes han dejado claro ya tanto a los republicanos como a los demócratas que no negociarán ninguna medida que legalice su estatus a cambio de castigar a sus padres, hermanos y amigos o compañeros de trabajo que no cuentan con ninguna protección legal.
Seguiremos informando■