Al menos 250 candidatos republicanos han ganado el respaldo del expresidente Trump desconociendo en campaña el triunfo de Joe Biden en 2020. Muchos de ellos aspiran a ser gobernadores o Secretarios de Estado en cruciales entidades, tales como Arizona, donde tendrían a su cargo la certificación de las elecciones. ¿Cómo recibe su mensaje negacionista el electorado? Con los detalles desde la capital, Washington, José López Zamorano.
Desde la cuna de la democracia, en Filadelfia, el presidente Joe Biden acusó a Donald Trump y a los más extremistas de sus seguidores, los republicanos MAGA -Make America Great Again- como un peligro para la democracia.
“Representan un extremismo que amenaza los cimientos de nuestra República… están decididos a hacer retroceder a este país a una América donde no hay derecho a elegir, a la privacidad, ni a la anticoncepción, ni a casarse con quien amas”
Biden no sólo aludía a la violencia política del 6 de enero, sino al peligro que representa el hecho de que cientos de candidatos republicanos seguidores de Trump podrían ser electos a sitios estratégicos e inclinar los resultados a favor de su candidato predilecto en una elección presidencial reñida.
De acuerdo con The Associated Press, uno de cada 3 candidatos republicanos para cargos estatales que desempeñan un papel en la supervisión o certificación de las elecciones, apoyó anular el legítimo triunfo de Joe Biden en las elecciones del 2020.
Katie Hobbs es Secretaria de Estado y candidata demócrata a gobernadora de Arizona.
“Trump está trabajando para meterse en todas estas elecciones para instalar líderes en las reglas electorales, cambiar las reglas y supervisar la certificación en futuras elecciones para que potencialmente puedan anular la voluntad de los votantes si no les gusta el desenlace”
Durante las primarias republicanas algunos de estos candidatos negacionistas ya ganaron sus competencias internas en por lo menos 11 estados del país, incluidos Arizona, Pennsylvania, Michigan, Wisconsin, Georgia y Carolina del Norte; entidades consideradas “campos de batalla” porque puede definir el desenlace de las elecciones presidenciales.
Estos incluyen, en Arizona a Kari Lake, ex conductora de televisión nominada a gobernadora y a Mark Finchem, Secretario de Estado. En Pennsylvania, Doug Mastriano, un militar retirado nominado a gobernador. En Michigan, Tudor Nixon, empresaria nominada a gobernadora y Kristina Karamo, instructora universitaria nominada republicana a Secretaria de Estado.
Héctor Sánchez, director ejecutivo de Mi Familia Vota, uno de los mayores grupos latinos de promoción del voto, coincide en que los candidatos extremistas son un peligro para el sistema democrático y deben ser rechazados por el electorado latino.
“Sin lugar a dudas. En una democracia no debería haber espacios para extremistas que se oponen a los procesos democráticos. Por eso estamos movilizándonos y educando a la comunidad latina para asegurarnos que votemos contra cualquier persona que dé la bienvenida al extremismo”
Sin embargo, organizaciones conservadoras como la Libre Initiative creen que el discurso de los republicanos puede tener resonancia entre nuestra comunidad siempre y cuando presenten planes detallados de cambio. Su vocero es Israel Ortega.
“Los republicanos tienen una buena oportunidad para señalar que con Biden la economía no anda bien. El desafío que tienen es presentar una agenda alternativa”
Por lo pronto, organizaciones latinas tienen planeado lanzar en breve la campaña “Basta”, poniendo como blanco a los candidatos que no defienden los intereses de la comunidad, y evitarán que ocupen puestos de elección popular el 8 de noviembre. Uno de los primeros blancos será el gobernador de Texas, Gregg Abbott.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Washington, José López Zamorano.
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