De la redacción
En su cuarta semana apenas, como secretario de educación de la ciudad de Nueva York, uno de los distritos escolares más grandes de Estados Unidos, Richard Carranza enfrenta uno de los más añejos y divisivos problemas del sistema escolar de la ciudad -y eventualmente del país-, en el que se han topado contra la pared otros cancilleres escolares. Se trata del “intratable” problema de la desegregación en las escuelas secundarias, marcado por inequidad racial y de clase social, que se refleja en el aprendizaje y aprovechamiento académico del estudiantado.
En días recientes el canciller escolar de la ciudad de Nueva York, Richard Carranza llamó la atención sobre su experiencia como “un hombre de color”, y desató una tormenta política cuando reveló en un tuit su plan para desegregar las secundarias de la ciudad.
El tuit revelaba un video sobre la reunión que sostuvo Carranza con padres de familia y educadores que discutían acerca de su plan para hacer que algunas escuelas intermedias o secundarias sean más diversas.
Según The New York Times, “Cuando se le preguntó acerca de los riesgos políticos que podría estar dispuesto a asumir sobre el tema de la segregación, habló acerca del riesgo que la Corte Suprema tomó cuando ventiló el caso de «Brown v. Board of Education», que ordenó a las escuelas que se desegregaran”.
El tuit del canciller escolar se volvió viral y causó un escándalo la semana pasada. En ese mensaje Carranza decía: «Miren. Los padres de familia adinerados y blancos de Manhattan, protestan airadamente contra el plan de traer más niños negros a sus escuelas».
Como ha de saberse, hay una gran disparidad en el aprendizaje de los alumnos que acuden a una escuela en vecindarios ricos o menos pobres de la ciudad, porque en gran parte el financiamiento que reciben las escuelas en esos barrios tiene que ver con el valor de la propiedad y el pago de los impuestos de ésta, de donde se deriva dicho financiamiento para las escuelas.
De hecho, el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio sostiene que las escuelas están segregadas porque la vivienda también. Pero de acuerdo con la fuente, “nuevos datos muestran que –el problema- no es tan simple.
Y aunque el canciller Carranza, un hombre de ascendencia mexicana que fue superintendente en distritos escolares de Texas y California, tras el escándalo desatado por el video que difundió su tuit, se disculpó públicamente del leguaje usado “pero no dio marcha atrás” en su plan de desegregación.
Como se dijo, este intento resultó ya en el fracaso y hasta despido de otros cancilleres. Las autoridades escolares se reunieron en días pasados para decidir si dan luz verde al plan del nuevo canciller, o si éste toma en cuentas las reacciones de educadores y padres de familia para seguir adelante con un nuevo plan.
El superintendente del Distrito 3, por ejemplo, una franja de Manhattan que incluye el Upper West Side y un poco del sur de Harlem, sugirió que se “incorporen –a las escuelas de esos vecindarios- familias que viven en costosos edificios de apartamentos, y otras que viven en casas en mal estado y en varios complejos de vivienda pública diseminados por todas partes”.
Y es que aunque muchos distritos de la ciudad de Nueva York tienen poca diversidad racial, en algunos distritos, la gran mayoría de los estudiantes son negros.
El Distrito 3 por ejemplo, tiene una población mezclada. «Un poco más de la mitad de los estudiantes son negros o hispanos, y alrededor del 40 por ciento de ellos son blancos o asiáticos”, dice la fuente.
Pero en la zona oeste de Manhatan -Upper West Side-, donde comienza lo que se considera el norte de la isla, se halla La codiciada escuela secundaria Booker T. Washington. Ahí “Sesenta y nueve por ciento de los estudiantes son blancos o asiáticos, y el año pasado el 88 por ciento de ellos aprobaron los exámenes estatales de inglés y matemáticas”. En esa escuela esencialmente se requiere para su ingreso altas calificaciones aprobatorias.
A dos cuadras de distancia, en la secundaria, West Prep Academy, muchos estudiantes ingresan en cambio con calificaciones más bajas o hasta reprobadas en los exámenes estatales. Allí, “El 97% de los estudiantes son negros o hispanos”, die el Times. “Sólo el 14% de ellos aprobó el examen de matemáticas el año pasado, mientras que el 30% obtuvo el nivel requerido en inglés.
Los padres de familia protestan porque el plan del canciller implica que se movilicen a las escuelas de los vecindarios ricos y blanco con estándares académicos más altos, estudiantes de las minorías con bajas calificaciones, mientras que padres de familia de escuelas con rendimientos –y en zonas residenciales- más pobres aplauden el plan del canciller.
Y ese es el dilema para el señor Richard Carranza, quien atraviesa su primer prueba de fuego. La nación mira con atención el desenlace del pan del canciller, de lo que es quizás el sistema de enseñanza pública más grande del país, porque conocen la segregación escolar reflejada en el bajo rendimiento académico de las minorías, y por el contrario lo que ocurre en las escuelas de blancos y asiáticos de familias más adineradas.
La moneda está en el aire.