De la redacción
Los californianos acuden mañana martes 5 de junio a las urnas en lo que se conoce como una «primaria de la jungla», resultado de una avanzada reforma en 2010 que buscaba hacer que la política fuera menos polarizadora, por lo que propusieron una primaria abierta y no partidista en junio, con los candidatos que ganen en el primer y segundo puesto que aparecerán en la boleta de noviembre sin importar a qué partido representen. Teóricamente los candidatos se verían obligados a moderar sus posiciones para ganar una sección más amplia del electorado. Los candidatos pueden ser elegidos por méritos propios y no por filiación partidista, pero los dos mayores partidos políticos podrían sufrir estos cambios, dicen expertos.
Es uno de los días de votación más anticipados en el período previo a las elecciones de medio término, con los republicanos deseosos de demostrar que todavía pueden dominar en los distritos suburbanos y rurales, algunos de los cuales se llevó “de calle” Hillary Clinton.
En general, entre los aspirantes demócratas sus diferencias programáticas son apenas graduales, con todos ellos prometiendo una agenda progresista en la atención de la salud, el medio ambiente y el control de las armas, principalmente. Y en algunas regiones –particularmente el valle central y el sur de California-, su fuerte oposición a las políticas de la administración Trump, sobre todo en cuanto al tema de la migración y la defensa de los Dreamers o Soñadores, que los ha llevado incluso a formar “la resistencia” al gobierno federal, sostiene el The New York Times.
Los republicanos por su parte se centran más bien en las ganancias de la economía, una medida de derogación del impuesto a la gasolina y en algunos distritos advierten a los votantes moderados y de centroderecha, sobre el “brusco giro a la izquierda” que los demócratas están dando.
Una novedad que para muchos ha sido “asombrosa” es que existe la posibilidad real de que no haya un candidato republicano al Senado ni a la gubernatura en noviembre. El Times adelanta aquí dos posibles razones: una, que sus candidatos cuenten con holgada ventaja de manera que no les preocupe, y la otra, que se hallen tan rezagados que tampoco les importe.
“Ha pasado más de una década desde que los republicanos eligieron a alguien para ocupar un cargo estatal en California, y su situación se está volviendo más desesperante, ya que el registro de partidos continúa hundiéndose”. Ahora los republicanos representan el 28 por ciento del electorado, apenas superando el porcentaje de votantes que no se registran en una elección.
En gubernatura de California, por parte de los demócratas el gobernador en funciones es Jerry Brown, que se retira. Los principales contendientes a sucederlo son Gavin Newsom, actual vicegobernador y ex alcalde de San Francisco; Antonio Villaraigosa, ex alcalde de Los Ángeles –quien ayer hizo campaña en Fresno; John Chiang, tesorero del estado; y Delaine Eastin, exsuperintendente de educación pública.
Si los dos presuntos candidatos demócratas más fuertes a la gubernatura -la senadora Dianne Feinstein, en busca de reelección, y Gavin Newsom- se encuentran con candidatos republicanos en noviembre, “bueno, digamos que probablemente pueden reservar cómodamente un crucero a las islas griegas este septiembre”.
Los dos principales contendientes republicanos a la titularidad de la gubernatura son John Cox, un ejecutivo de negocios respaldado por el presidente Trump, y Travis Allen, un miembro de la Asamblea estatal.
Los demócratas, que constituyen el 43 por ciento de los votantes, según la fuente, buscan recuperar el Congreso. Hay al menos siete escaños ocupados por republicanos que son vulnerables a una toma de poder por parte de los demócratas. “Pero en tres de ellos, los demócratas corren el peligro real de ser autoexcluidos porque tienen demasiados candidatos compitiendo por muy pocos votos, lo que abre un camino para que al menos dos republicanos ganen dos de esos puestos”.
Los distritos electorales en disputa son el Distrito 10, en el valle central de California, cuyo titular es Jef Denham, exsenador y veterano aviador que formó parte de la invasión a Irak en la operación “Tormenta del Desierto”, y busca reelegirse por cuarta ocasión. Aquí la gran pregunta es si los republicanos podrán retener en su poder esta región del valle central.
En este Distrito 10 los latinos representan casi el 45 por ciento de la población, aunque son sólo el 26 por ciento del electorado. El distrito se extiende desde la zona suburbana de San Francisco, de Tracy hasta el corazón del Valle de San Joaquín. Denham ganó este distrito en 2016 con ¡sólo tres puntos! porcentuales, donde Hillary Clinton barrió como candidata presidencial.
Denham es en gran parte conocido -y repudiado- por muchos californianos debido a su voto para derogar la Ley de Cuidado de Salud Asequible, y por apoyar las políticas de Trump sobre la inmigración, dice la fuente; muchos electores se han quejado ante él de que “los trabajadores no se presentan a trabajar por temor a que las autoridades realicen redadas y los deporten”. Y están en pie de guerra por el fracaso del Congreso para crear un nuevo programa de trabajadores huéspedes.
“Él encabeza en el Capitolio un grupo –dizque- de presión al presidente de la cámara baja, Paul Ryan, para que se vote la legislación que protegería a los Dreamers de la deportación”. Si esta medida llegara a funcionar, “empujará al partido a un debate polémico sobre inmigración, que es políticamente arriesgado durante el año electoral”, sostiene el Times.
«Ha habido algunos críticos que dicen que esto podría costarnos la mayoría», dijo a la fuente Denham, quien se enfrenta a un campo abarrotado de cinco demócratas y otro republicano en las inusuales elecciones primarias de mañana martes. «Mi preocupación es que si no hacemos nada, nos podría costar la mayoría. Entonces sí, es arriesgado. Pero es lo correcto».
Y es que según expertos un voto este verano para ayudar a los inmigrantes indocumentados podría desmoralizar a los partidarios más ardientes del presidente Trump y deprimir la participación republicana en noviembre. Y por el otro lado, un voto para endurecer las normas de inmigración y dañar a los jóvenes Dreamers impulsaría aún más a los votantes demócratas. Para evitar tal enfrentamiento, Ryan ha programado una reunión de dos horas sobre inmigración con su base cuando los legisladores regresen a Washington la próxima semana.
Otro es el Distrito 21, también en el valle central, cuyo titular actual es el representante David Valadao, un ranchero y exasambleísta electo en 2012. Su oponente es T.J. Cox, un hombre de negocios.
En el Distrito Congresional 25, que abarca el condado de Los Ángeles, el candidato republicano es Steve Knight, que fue elegido en 2014. Knight es un republicano que ha servido en el Senado estatal, la Asamblea estatal y el Concejo municipal de Palmdale. Sus principales oponentes son Bryan Caforio, un abogado de Los Ángeles que lo desafió en 2016; Katie Hill, la cabeza de una organización sin fines de lucro que ayuda a las personas sin hogar; y Jess Phoenix, una vulcanóloga. Knigth ya venció a Caforio con el 53 por ciento de los votos en 2016, cuando Clinton ganó este distrito con el 50 por ciento de los votos. Aquí Hill es vista como la candidata más fuerte, señala la fuente.
En el distrito 39, que abarca el condado de Orange, el titular es el republicano Ed Royce, quien anunció que no buscará su reelección, por lo que el puesto está abierto para cualquiera. Los republicanos incluyen a Bob Huff, un ex líder minoritario del Senado estatal; Shawn Nelson, un supervisor del Condado de Orange; y Young Kim, un ex miembro de la Asamblea. Los demócratas incluyen a Gil Cisneros, un rico filántropo, y Mai Khanh Tran, un pediatra.
¿Qué tan difícil es esta carrera? “Probablemente sea más difícil para los republicanos sin Royce, especialmente si Cisneros está en la boleta: tiene dinero para hacer una campaña fuerte”. Aquí Hillary Clinton ganó con el 51 por ciento de los votos.
En el distrito 45 la candidata es la titular de este asiento en el Congreso, Mimi Walters, una republicana que fue elegida para el Congreso en 2014, proveniente de la Asamblea y el Senado de California. Ella es una ex banquera de inversiones.
En el Distrito 48, del condado de Orange el titular es el congresista Dana Rohrabacher, un republicano que permanece en el puesto desde 1989.
El Distrito 49, de los condados de Orange y San Diego, es otro puesto abierto porque su titular, el congresista republicano Darrell Issa, no buscará tampoco su reelección.
Y el otro distrito es el 50, de San Diego, cuyo titular es el representante Duncan Hunter, quien actualmente enfrenta una investigación criminal por peculado, por uso indebido de fondos de campaña, en lo que de otra manera hubiera sido una carrera fácil de ganar para los republicanos dice la fuente.
“La primaria de junio es el tipo de evento político que puede pasar desapercibido y, al menos hasta antes del presidente Trump, California no había sido el estado más comprometido políticamente en la nación. Esta semana, descubriremos si eso sigue siendo cierto”, concluye The Ne New York Times■