California podría revisar el gerrymandering con una comisión que incluya a más latinos

El Gerrymandering tiene una larga historia en Estados Unidos, pero en la última década los latinos en California han quedado fuera de las comisiones para elegir a sus candidatos políticos a puestos de elección popular. Foto: https://hammer.ucla.edu.

El Gerrymandering tiene una larga historia en Estados Unidos, pero en la última década los latinos en California han quedado fuera de las comisiones para elegir a sus candidatos políticos a puestos de elección popular. Foto: https://hammer.ucla.edu.

De la redacción

Una pandemia se arrastra silenciosamente a través de las décadas y la geografía del país: el ‘virus’ de la manipulación de líneas distritales para beneficiar a un partido político sobre otro; un mentiroso proceso conocido comúnmente como gerrymandering, que en las últimas dos década ha sido el instrumento favorito de los republicanos para configurar distritos electorales a modo, que les hacen ganar de manera tramposa Legislaturas y gobiernos estatales, y con esto mantener el control para imponer políticas clasistas, racistas y excluyentes.

En California los votantes decidieron hace una década entregar la responsabilidad del diseño de líneas distritales a los ciudadanos. Buscaban garantizar que dichas líneas se trazaran de manera justa para que todas las comunidades recibieran una representación poporcional a su tamaño; y para facilitar a las diversas comunidades la elección de sus propios candidatos.

La lista final de candidatos en cada ronda de selección garantizaría, se pensó entonces, una representación política equitativa y justa para los residentes blancos y otros grupos, “pero no para ofrecer justicia a los latinos”. Esto dice Sonja Díaz, directora fundadora de la Iniciativa de Política Latina de la Universidad de California en Los Ángeles, en un comentario para CalMatters.

“La pandemia de coronavirus que ha puesto nuestras vidas y nuestra economía en espera no ha retrasado la línea de tiempo para seleccionar finalistas a la Comisión de Redistribución de Distritos de California”, señaló la analista. Pero acotó: «el grupo existente para constituir dicha comisión, no representa con precisión la diversidad del estado o la distribución de la población geográfica”, pues carece de representación adecuada para los latinos.

Y es que en California los latinos son el grupo étnico más grande del estado, con el 40 por ciento de esa población. Sin embargo, “sólo representan el 17% del grupo de candidatos que la oficina del Auditor del Estado está revisando, antes de pasar los nombres de 60 californianos a la Legislatura estatal el 15 de mayo para la ronda de selección final”, señala la analista política. La fecha está a escasos 3 días.

No obstante, “Una pandemia global no debería apartar nuestros ojos de un problema que afectará a los californianos durante la próxima década. De hecho, ofrece una oportunidad única de tomarse el tiempo para hacerlo bien”.

Una posible solución, agrega Díaz en su artículo de opinión, “es garantizar que la última lista de finalistas tenga en cuenta la paridad geográfica. Actualmente, los solicitantes de los nueve condados del área de La Bahía representan el 20% del grupo de solicitantes, que es comparable a su participación en la población del estado”, afirma.
Pero existe una disparidad en los números de población de un grupo dado en las distintas regiones del estado. La región metropolitana de los cinco condados de Los Ángeles, por ejemplo, tiene el 38% de los candidatos en el grupo, a pesar de representar a casi la mitad de todos los californianos. “Aún más sorprendente es cómo Sacramento tiene el mismo número de entrevistados que San Diego, a pesar de ser la mitad del tamaño del condado fronterizo”.

La lista finalista actualmente incluye a residentes de ciudades acomodadas del área de La Bahía, como Piedmont y El Cerrito, continúa Díaz, “al tiempo que excluye ciudades menos afluentes como San Fernando o Commerce, que tienen una proporción sustancialmente mayor de ciudadanos en edad de votar y latinos”.

La analista señala que “No podemos comenzar a corregir errores históricos sin incluir adecuadamente a los latinos en el proceso. Asegurar una representación justa en la comisión de redistribución de distritos es un primer paso necesario para abordar la larga historia de dilución de votos y gerrymandering discriminatorio de nuestra nación y estado”.

California todavía tiene tiempo de corregir, y debe aprovechar “un momento único durante la crisis de salud pública, para garantizar que se haga bien”, concluye Sonja Díaz■

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