Para ayudar a decenas de miles de familias indocumentadas afectadas por el coronavirus y que fueron dejadas fuera de los planes de rescate California lanzó un millonario programa de reparto de fondos. Doce organizaciones civiles se han dado a la tarea de repartir una sola entrega de dinero electrónico, de 500 o mil dólares a las familias elegibles. El primer día, la abultada demanda colapsó las líneas telefónicas. Hoy se reporta en todos los centros de ayuda la reanudación del servicio solamente por teléfono a los desesperados beneficiarios. Jessica Bedolla, reporta desde Los Ángeles.
“Estoy esperando hacer mi quinta…, perdón, mi cuarta prueba. Ojalá salga negativo”
David Bautista es un joven indocumentado de 25 años, de Guerrero, México. Tiene dos meses y medio que no trabaja en una recicladora de plástico porque enfermó de coronavirus. Además, contagió a su mamá, de 60 años, y a su hermana de 30. Su mamá acudió al hospital pero él y su hermana no quisieron ir por temor y desconfianza. Poco a poco se han ido recuperando con vapores de eucalipto y tés calientes, y mucho reposo; pero ha sido muy difícil.
“Hay veces que no duermo por la preocupación, por lo mismo de la enfermedad, porque tenemos que cuidar a mi mamá. A veces a mi mamá le agarran ataques de tos, se agita y tenemos miedo; a veces nos turnamos con mi hermana en dormirnos noche o madrugar, pues para estar pendientes de ella”
Los pocos ahorros que tenían se han ido agotando y su situación es muy desesperada. Por eso cuando escucharon de la ayuda económica para los inmigrantes, sintieron una luz de esperanza.
Se escucha un anuncio de entrega de la ayuda…
El gobierno de California designó a 12 organización comunitarias distribuidas por todo el estado para que repartieran 75 millones de dólares a 150 mil inmigrantes. 500 dólares por persona y mil por familia que sea elegible. Les dieron un plazo de poco más de un mes, del 18 de mayo al 30 de junio. Los requisitos son mínimos: confirmar que son adultos, prueba de domicilio, y que fueron impactados por el coronavirus.
Sonido de contestadora de llamadas…
Carecen y Chirla son las organizaciones asignadas al condado de Los Ángeles. La demanda fue de tal magnitud que el primer día colapsaron las líneas. Uno de los que no se pudo comunicar es David.
“Hay bastantes llamadas, llevo tres horas, no he tenido contestación”
Lo mismo le sucedió al Jewish Family Services en San Diego, otra de las organizaciones designadas. Kate Clark es uno de sus directivos.
“To no surprise, we have been inundated…»
Clark pide paciencia y persistencia a la comunidad, y que sigan insistiendo.
Uno de los que siguió el concejo es Luís Hernández, músico de 26 años que quedó desempleado por el coronavirus. Dice que después de casi mil llamadas, durante 2 días logró que le respondieran. Que le dieran un número de serie. Si aprueban su solicitud recibirá mil dólares mediante una tarjeta electrónica.
Luís nació en la ciudad de México. Vive con su mamá y su hermano, y deben mil 400 dólares de renta y otros gastos. Luís hace cuentas sobre cómo usaría la ayuda, si le llega.
“Primero va la renta; después de eso, si sobra, la escuela; luego la aseguranza, y luego las tarjetas…, que siguen cobrando interés”
Mientras que el gobierno federal persigue y castiga sin piedad a los inmigrantes, que un estado como California los ayude económicamente es algo muy relevante, dice Raúl Hinojoza, profesor de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
“Definitivamente es un acontecimiento histórico que se debe celebrar. Qué bueno que el gobierno de California esté haciendo esto, pero la realidad es que no es suficiente para la magnitud del problema. Aquí va a haber hambre, va a haber pobreza en este estado”
Según cálculos del profesor Hinojosa, un estudioso del fenómeno migratorio, más de una cuarta parte de las familias indocumentadas de California ya están siendo afectadas por el desempleo.
“Eso quiere decir una pérdida de consumo de casi 2 mil millones de dólares al mes en California”
Hinojosa calcula que a nivel nacional los indocumentados contribuyen con más de 250 mil millones de dólares a la economía, y que pagan impuestos de los que no reciben nada a cambio. Por eso, es en beneficio de todos ayudarlos en tiempo de necesidad. Y concluye el investigador:
“El migrante mexicano, centroamericano indocumentado, va a ser la columna vertical del trabajo que se tendrá que hacer para recuperar la economía”
Se oye sonido de operador…
Por su parte organizaciones comunitarias ajustaron operaciones y pidieron a los inmigrantes que sigan llamando. Están conscientes de que se necesitará mucha más ayuda. Se estima que un millón de indocumentados viven en el condado de Los Ángeles y más de 2 millones en todo el estado.
Se oye a David tosiendo…
Mientras tanto David, que tiene la tos tan viva como el virus, al cierre de esta edición seguía intentando entrar en línea, pues se quiere llevar a casa el dinero que su familia tanto necesita.