De la redacción
Cuando la tarde del 18 de marzo la policía de Sacramento, California, baleó a Stephon Clark impactándolo 8 veces, el joven negro de 22 años de edad estaba desarmado, con un teléfono celular en la mano que los policías confundieron presuntamente con un arma. Dicha “confusión” de la policía, tema quehemos abordado aquí amplia y oportunamente, atizó un acalorado debate al interior del Capitolio en Sacramento, que aterrizó en la redacción de la Ley AB 392 de la Asamblea de California, ley que podría ser aprobada en próximos días. Este reporte forma parte de nuestra serie sobre la reforma al sistema de justicia penal, con fondos parciales de la Fundación Public Welfare.
California vuelve a ser el centro de una reforma judicial a nivel nacional contra ‘la cultura de la violencia’ o el uso excesivo de la fuerza letal de la policía contra la población civil (tema que ya hemos tratado aquí).
Partiendo de los disparos que el 18 de marzo cegaron la vida de Stephone Clark en Meadowview, vecindario de Sacramento, cuando el movimiento por los derechos civiles y humanos, Black Lives Matter estaba en su apogeo, el lamentable suceso contribuyó sin embargo a una oleada de impulso político en el Capitolio de California que además atizó el debate y las negociaciones que llevaban ya algunos meses, lo que aterrizaría en una nueva versión de la ley de la Asamblea, la AB 392, cuya autora es la asambleísta demócrata de San Diego, Shirley Weber.
La Asamblea de California someterá la SB 392 a un voto en el pleno la próxima semana, donde cuenta con fuertes probabilidades de ser promulgada; y luego pasaría al Senado, antes de llegar al escritorio del gobernador de Caifornia, Gavin Newsom, dice el Times de San Diego, una publicación en línea que cubre el quito condado más poblado de Estados Unidos.
La fuente afirma que sin embargo este nuevo intento –AB 392- no van tan lejos como el proyecto que le precedió, que por cierto se atoró el año pasado en la Legislatura, y que hoy podría estar a punto de aprobarse tras “eliminar algunas disposiciones clave que fueron particularmente detestadas por las fuerzas policiales… y eliminar también una sección que habría hecho penalmente responsables a los agentes en un caso de negligencia criminal que resultara en la muerte de alguien”.
La nueva ley se deshace además de un pasaje que define el uso la palabra «necesario» para ejercer la fuerza cuando «no hay una alternativa razonable». La policía se opuso a esa redacción argumentando que “alentaría a los fiscales a cuestionar sus acciones en retrospectiva”.
De ahí que “Los grupos de cumplimiento de la ley hayan propuesto su propio proyecto de ley destinado a reducir los disparos de la policía con más capacitación y políticas más estrictas del Departamento de Policía”.
Con todo, existe una gran posibilidad de que la Legislatura apruebe un nuevo estándar para el uso de la fuerza policial, con que los legisladores «están a punto de cumplir su promesa”, dice la fuente.
Los partidarios de la AB 392 dicen que “esta nueva política salvará vidas”, porque “viene poniendo nuevos límites a la policía”.
Por su parte los grupos policiales retiraron su anterior oposición a este nuevo proyecto de la Asamblea, ante lo que “los defensores de las libertades civiles declararon una victoria”, que resultó en “una política que el gobernador Gavin Newsom elogió”, y que «ayudará a restaurar la confianza de la comunidad en nuestro sistema de justicia penal», dijo a la fuente el gobernador.
La nueva versión del proyecto de ley -AB 392- dice que la policía sólo puede usar fuerza letal cuando es «necesaria en defensa de la vida humana», un estándar más estricto que el que aplican los fiscales ahora, donde la policía puede disparar cuando encuentre «razonable» hacerlo.
Lizzie Buchen, cabildera y una de las patrocinadoras clave del proyecto en Sacramento, en representación de la Unión Estadunidense de Libertades Civiles (ACLU) señala que “California tendrá una de las leyes de uso más estricto de la fuerza policial en la nación», en caso de que el proyecto sea aprobado. Porque “Retiene los elementos centrales que siempre hemos tenido, que es que los oficiales sólo pueden usar la fuerza letal cuando es necesario, y que ‘necesario’ incluye a las acciones de los oficiales que los llevan al uso de la fuerza».
Seth Stoughton, profesor de la Facultad de Derecho del Sur de Carolina que ha estudiado el uso de las normas de fuerza en todo el país y apoyó la versión inicial del proyecto de ley, aunque con algunas reservas afirma que “… incluso con el lenguaje de compromiso, el rigor de los estándares de California estaría en el «nivel superior» de la nación”.
Stoughto sostiene que “Delaware y Tennessee van más allá de la propuesta de California porque incluyen el requisito de que la policía agote otras alternativas antes de disparar”, mientras que la ley del estado de Washington “exige que la policía reduzca las situaciones, lo que no está articulado en la política de California”.
El presidente de la Asociación de Jefes de Policía de California, Ron Lawrence dijo en un comunicado que «la AB 392 ahora refleja las experiencias compartidas, las perspectivas y la experiencia de todos en la mesa, desde las familias y las comunidades hasta los oficiales que han jurado servirles y protegerlos».
Vale anotar que paralelamente existe el proyecto de Ley Senatorial 230, una medida complementaria del proyecto de ley de la asambleísta Weber, que “capacitaría a los oficiales sobre el nuevo estándar y las alternativas para sacar sus armas”; este proyecto se enfrenta a su vez a un voto en el pleno del Senado quizás la semana próxima.
Po último, el presidente de la Asociación de Investigación de Oficiales de la Paz de California, una federación de sindicatos policiales, declaró a la fuente que ambos proyectos de ley “crean juntos un paquete legislativo que hará más que cualquier otra legislación estatal para lograr mejores resultados y minimizar el uso de la fuerza letal de la policía en nuestras comunidades»■