De la redacción
En la era del desmantelamiento de las regulaciones gubernamentales que preservan la salud de la población y del medio ambiente, la administración Trump amenaza nuevamente con eliminar una regulación de la era de Obama diseñada para reducir las emisiones de vehículos que contribuyen al calentamiento global. Pero California -y otros 13 estados- promete seguir aplicando normas más estrictas a la industria automotriz dividiendo potencialmente en dos el mercado de los carros en Estados Unidos.
California le ha sacado la vuelta a “uno de los retrocesos regulatorios más importantes” de los tiempos modernos y alcanza un acuerdo con cuatro de los mayores fabricantes de automóviles del mundo para reducir las referidas emisiones de monóxido de carbono que los automóviles liberan al ambiente, en una lucha contra las medidas del presidente Trump que buscan relajar los estándares del millaje en el rendimiento de la gasolina para los automóviles de la nación, camionetas y SUV, reporta The New York Times.
Es así como los productores de autos de tres continentes -Ford Motor Company, Volkswagen of America, Honda y BMW- abrieron conversaciones secretas con los reguladores de California para establecer estándares que siendo un poco menos restrictivos que los impuestos bajo el gobierno de Obama, y que pueden aplicarse a vehículos vendidos en todo el país.
Según la fuente, dicho acuerdo proporcionaría «una certeza regulatoria muy necesaria», dijeron las referidas compañías automotrices en una declaración conjunta, mientras se les permitiría «cumplir con los requisitos federales y estatales y lanzar una sola flota de vehículos a nivel nacional, para evitar un mosaico de distintas regulaciones».
De esta suerte, el compromiso entre la Junta de Recursos del Aire de California y Ford, Honda, Volkswagen y BMW de América del Norte se produjo después de semanas de negociaciones secretas que podrían dar forma a la futura producción de vehículos en Estados Unidos. Incluso cuando los funcionarios de la Casa Blanca pretenden relajar los estándares de millaje para los automóviles de la nación, camionetas y SUV.
La idea es producir automóviles más eficientes en el rendimiento del combustible para sus flotas estadunidenses en los próximos años, “socavando uno de los retrocesos más agresivos de la política climática de la administración Trump”.
Pero la eficiencia del combustible que plantea el gobierno de California significa que los vehículos quemen menos gas y posteriormente emitan menos contaminación de gases de efecto invernadero a la atmósfera.
Y es que los cuatro fabricantes de automóviles, que juntos representan casi la tercera parte (30%) del mercado automotriz de Estados Unidos, enfrentarían un estándar un poco más flexible que la regla original de Obama. Es decir, “en lugar de alcanzar un promedio de 54.5 millas por galón para 2025, se les requeriría aproximadamente 51 millas por galón en 2026”.
Por su parte la administración Trump ha dicho que planea revertir el estándar de la era de Obama a aproximadamente 37 millas por galón. Y aunque California ganó el respaldo de las cuatro referidas compañías en su enfrentamiento con el gobierno federal, “aún se espera que la administración Trump intente revocar el derecho de California a establecer sus propios estándares de emisiones de automóviles”.
En tanto, el gobierno de California ha prometido luchar contra el intento de la administración Trump y dice estar dispuesto a llevar su esfuerzo hasta la Corte Suprema si es necesario, mientras los cuatro fabricantes de automóviles han dicho estar del lado de California, y “esperan que California gane esa batalla”, sostiene el Times.
Lejos de amilanarse, en días pasados el gobernador de California, Gavin Newsom dijo que estaba «muy seguro» de que más fabricantes de automóviles se unirían al acuerdo en los próximos días, y un ejecutivo de automóviles familiarizado con las negociaciones afirmó que “eso es probable”.
Mary Nichols, la principal reguladora de la contaminación del aire de California, en una entrevista con la fuente dijo que considera que el acuerdo es una » rama de olivo» potencial para la administración Trump, y que espera que el mandatario se una al acuerdo que, según ella, “le da a los fabricantes de automóviles flexibilidad para cumplir los objetivos de emisiones sin el «retroceso masivo» contenido en la propuesta de la Casa Blanca.
Por otro lado, Margo Oge, exfuncionaria de alto nivel en la política de emisiones automotrices de la administración Obama, y quien ahora se desempeña como asesora informal de varias compañías automotrices, declaró que “He estado llamando a todas estas compañías y les dije que hicieran un trato con California. Creo que G.M. y Toyota también tendrá el coraje de firmarlo».
En la búsqueda de aliados California encontró que “en junio Canadá, que históricamente ha seguido las reglas federales de contaminación automotriz de Estados Unidos, firmó un acuerdo de autos limpios con California en lo que fue visto como un paso hacia la adopción formal de los estándares del estado”.
Para los fabricantes de automóviles extranjeros, llegar a un acuerdo con California significa sin embargo arriesgarse a represalias; por ejemplo, en forma de aranceles. Una medida que la administración Trump ha utilizado como arma ante la falta de argumentos. Pero también esto último “podría ser doloroso para los fabricantes nacionales, porque muchos automóviles y componentes ahora se fabrican o se ensamblan parcialmente a través de la frontera en México o Canadá”■