Marco Vinicio González
Preocupado por la de calor sin precedentes que azoti al país, y en particular a la costa oeste, en California el gobernador Gavin Newsom firmó un amplio paquete de leyes climáticas, principalmente, para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y la dependencia de los combustibles fósiles. el pryecto tiene un monto de 54 mil millones de dólares, y pasó en una votación donde los legisladores votaron además para mantener abierta la última planta nuclear de California, estado que representa la quinta economía más grande del mundo.
Entre otras, está la legislacón AB 2496, que regula los Sistemas de Escape Ruidosos facultando a las autoridades a “despojar a los conductores del registro de su vehículo si no reparan los sistemas de escape excesivamente ruidosos, que contribuyen a la contaminación acústica”, reporta The New York Times.
Y es que actualmente los conductores pueden recibir multas por silenciadores modificados ilegalmente en automóviles y motocicletas, pero no existe un mecanismo para garantizar que los infractores deban repararlos. Este proyecto de ley daría a los conductores tres meses para demostrar que repararon sus sistemas de escape, o de lo contrario se les podría suspender el registro de su vehículo.
Una de las medidas más polémicas aprobadas por la legislatura de California fue el requisito de que los nuevos pozos de petróleo y gas estén separados por lo menos 3 mil 200 pies de las casas, escuelas y hospitales, “mientras se imponen estrictos controles de contaminación en los pozos existentes dentro de esa distancia”.
California es el séptimo mayor productor de petróleo del país, pero nunca antes había impuesto zonas de amortiguamiento alrededor de los pozos como lo hacen estados como Colorado y Pensilvania, dice la fuente.
Los partidarios de las nuevas reglas estimaron que 2.7 millones de californianos viven a menos de 3 mil 200 pies de los pozos de petróleo y gas, muchos de ellos familias trabajadoras latinas, y un panel estatal de salud concluyó el año pasado que vivir cerca de pozos activos aumenta el riesgo de asma, ataques cardíacos y partos prematuros.
Durante años, los grupos de justicia ambiental habían cabildeado sin éxito por los requisitos de retroceso, pero se enfrentaron a un cabildeo feroz de las compañías de petróleo y gas, que argumentaron que los requisitos “paralizarían la producción de energía y aumentarían los costos del combustible”.
Pero esta vez Newsom apoyó el proyecto de ley y se aprobó, “para consternación de los grupos de la industria”, en medio de una transición energética■