El presidente Joe Biden y el titular del DHS, Alejandro Mayorkas y otros funcionarios durante la plática virtual con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, desde la Casa Blanca. Foto: Duluth News Tribune.
De la redacción
Los presidentes de Estados Unidos y México tuvieron este lunes una plática virtual. Migración hacia el norte, desarrollo económico , cambio climático y pandemia fueron los principales temas de la agenda binacional. La migración, que fue uno de los temas centrales de la campaña de Joe Biden por la presidencia, atravesó por algunos escollos durante la plática. Aunque el estadunidense pidió ayuda en la frontera a su homólogo mexicano e intentó desprenderse de las crueles políticas de la pasada administración, sólo lo hizo de algunas, pero mantuvo sin embargo otras.
En la plática que sostuvieron el lunes los presidentes de México y Estados Unidos, Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden, respectivamente, el estadunidense apeló a una sociedad entre ambos países para prevenir sobre todo otro ciclo de migración descontrolada desde Centroamérica.
Biden exaltó la buena vecindad entre ambos países, aunque reconoció históricos pasajes de distanciamiento; pero habló de un trato de respeto hoy hacia México, de pares iguales. También exaltó su admiración por la Virgen de Guadalupe, lo que López Obrador tomó como un elogio que se dirige al corazón del “México profundo”.
Además, dijo sentir que los lazos entre los dos países podrían mejorar significativamente. Y mencionó una historia larga y complicada entre ambas naciones. “No siempre hemos sido vecinos perfectos, pero hemos visto una y otra vez el poder y el propósito cuando cooperamos», afirmó Biden según algunos medios que cubrieron el evento.
Como se sabe, Biden se ha presentado a la opinión pública en abierto rechazo a las políticas de inmigración de su predecesor, y no obstante sólo ha abandonado algunas de ellas. Por ejemplo, aunque ha dado la bienvenida a los migrantes a Estados Unidos, lo ha hecho sólo a un número reducido de solicitantes de asilo, que han expuesto su vida a la violencia y los secuestros en áreas peligrosas de México durante la travesía.
Pero la administración de Biden ha mantenido una política de su predecesor que permite a los agentes de Inmigración expulsar rápidamente a los recién llegados a la frontera y entregarlos a las autoridades mexicanas. También ha ordenado la apertura de albergues para retener a los migrantes menores no acompañados, que son detenidos al cruzar la frontera. Políticas que fueron aceptadas por López Obrador con poca resistencia durante la pasada administración estadunidense.
Por otro lado, López Obrador pidió a su homólogo un nuevo programa de trabajadores invitados –que suena al controvertido Programa Bracero- para mexicanos y centroamericanos en Estados Unidos. Aunque más tarde la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki dijo que la medida requeriría una legislación del Congreso.
Trascendió que antes de la reunión, el flamante Secretario del Departamento de Segunridad Nacional (DHS), Alejandro Mayorkas habría denunciado lo que llamó la «profundidad de la crueldad» de la filosofía migratoria de la pasada administración, aludiendo a que la separación de familias en la frontera era «el ejemplo más poderoso y desgarrador» de dicha política, reporta hoy The New York Times.
Y en aparente contradicción con lo declarado previamente por Biden, Mayorkas reconoció que “Estados Unidos seguía confiando, por ahora, en una regla de salud pública que requiere que los agentes fronterizos deporten rápidamente” a los migrantes que cruzan la frontera “sin posibilidad de solicitar asilo… Se necesita tiempo para reconstruir el sistema desde cero», señaló.
Recuérdese que el mandatario mexicano también adoptó recientemente una medida para restringir la cooperación con agentes de narcóticos estadunidenses (DEA), “en una dura reprimenda después de que Estados Unidos arrestara a un exfuncionario mexicano –el General Salvador Cienfuegos-, por cargos de tráfico de drogas y presunto lavado de dinero”.
Vale saber que durante el gobierno de Omaba, cuando Biden era vicepresidente -y se deportó a casi 3 millones de indocumentados-, “nosotros decidimos que íbamos a tratar a México en pie de igualdad, todo lo que ustedes hagan repercute”, dijo Biden según el periódico mexicano La Jornada.
Y agregó que para América Latina y para Estados Unidos una relación exitosa con México repercute en el continente. “Como usted sabe», dijo Biden, «el grupo que más se expande en Estados Unidos es el grupo de los hispanos, y el 60 por ciento de los que están aquí son méxico-americanos; son parte fundamental de nuestra historia y como recordatorio tengo un busto de César Chávez en la Oficina Oval”.
En respuesta, el presidente López Obrador reiteró el agradecimiento por el trato de igual, “como lo acaba expresar y como comentó en la conversación telefónica que sostuvimos, usted quiere que haya un pie de igualdad en nuestras relaciones, que haya respeto a nuestras soberanías y eso es muy importante. Tenemos que cooperar para el desarrollo con independencia, con autonomía, potenciando todo lo que significa, sobre todo, el pueblo de América del Norte, que es el motor del cambio, el pueblo mexicano, el pueblo estadunidense, el pueblo de Canadá”.
El presidente mexicano se mostró abierto a la colaboración, emitiendo un comunicado conjunto y comprometiéndose a abordar el cambio climático, la pandemia, el desarrollo regional económico y la migración hacia el norte. Por su aprte Biden quiere del presidente mexicano ayuda para evitar que los migrantes centroamericanos se dirijan inmediatamente hacia Estados Unidos a través de México■
Escuche esta síntesis de la charla binacional entre ambos mandatarios, tomada de La Jornada.
