El presidente Joe Biden en la Casa Blanca, a punto de hacer su anuncio sobre el paquete de gasto para la infraestructura y los trabajos. Foto: José López Zamorano.
Desde Pittsburgh, en el corazón industrial del país el presidente Biden detalló la primera sección de un masivo plan de infraestructura para modernizar 20 mil millas de carreteras y detonar cientos de miles de empleos. Economistas y activistas consideran que se trata de una iniciativa de impacto histórico, pero también coinciden en que elevar impuestos para financiar el plan provocará una dura batalla en el Congreso. Con los detalles, desde la capital, Washington, José López Zamorano.
Sólo tres semanas después de la promulgación de su paquete de alivio económico, sin necesidad de apoyo republicano el presidente Biden presentó a la nación un plan de dos millones de millones de dólares para apuntalar la recuperación económica rejuveneciendo al país:
“Será la más grande inversión en empleos desde la Segunda Guerra Mundial. Creará millones de empleos, empleos bien pagados”
Se trata de una virtual reconstrucción del país, que incluye también sustituir tuberías de plomo en 400 mil escuelas y la reconstrucción de 10 mil puentes de menor tamaño; reemplazar miles de autobuses y trenes; reparar cientos de estaciones y terminales; renovar aeropuertos y habilitar Internet de alta velocidad al 100 por ciento de la población del país, con énfasis en comunidades marginadas.
“Nuestros proveedores vendrán de todo Estados Unidos, de comunidades que históricamente han sido marginadas de estas inversiones; negros, latinos, asiáticos, nativoamericanos, rurales… pequeños negocios de todo el país”
El plan, que promete libertad de sindicalización, cayó como música para los oídos de las principales organizaciones sindicales de Estados Unidos.
Gonzalo Salvador es el portavoz de la mayor coalición sindical del país, la AFL-CIO:
“Fue algo que hemos estado esperando nosotros los sindicatos por mucho tiempo. Es un paso para llegar a tener la infraestructura que se merece la primera economía del mundo. Esperemos que todos los trabajos sean sindicalizados”
Se trata de un plan de dos caras. La segunda, que será anunciada a mediados del mes, incluye la creación de una nueva arquitectura social y financiar los programas sociales que históricamente han impulsado los demócratas, destaca el economista Isaac Cohen.
“Directamente va a mejorar la educación temprana, va a mejorar la salud de las personas, la protección de los ancianos, de las mujeres. Eso sí puede beneficiar especialmente a los trabajadores hispanos que están en el sector servicios, especialmente en el sector del entretenimiento y hoteles”
Las dos secciones del plan de infraestructura requieren aprobación del Congreso. El economista Cohen cree que la primera sección de infraestructura tiene más probabilidades de lograr apoyo bipartidista, no así la segunda sección de programas sociales. Uno de los principales obstáculos es que será necesario elevar los impuestos para financiar el costo.
“Creo que es un Caballo de Troya que será llamado infraestructura, pero dentro de ese caballo habrá alzas de impuestos”
Mitch McConnel es el líder de la minoría republicana en el Senado.
“No esperen ningún entusiasmo de nuestra parte para subir los impuestos”
La Casa Blanca ha insistido en que ninguna familia con ingresos inferiores a los 400 mildólares por año tendrá un incremento en sus impuestos federales, tal como lo prometió Biden durante la campaña presidencial.
En todo caso, los demócratas han dejado en claro que están dispuestos a repetir el mismo camino legislativo que siguieron para aprobar el paquete de alivio económico, es decir a través del proceso de reconciliación presupuestaria, que no requiere del apoyo republicano en el Congreso.
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, desde Washington, D.C. José López Zamorano.
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