Defensores de derechos civiles entablaron una demanda contra el programa de salud para los pobres en Medi-Cal (el Medicaid de California), quejándose de que ahora que los latinos son los mayores beneficiarios de este seguro se han reducido mucho los pagos que clínicas y doctores reciben por atender a estos pacientes. El resultado es que muchas veces los asegurados son rechazados por los doctores, lo cual pone en riesgo su salud. La demanda acaba de recibir un apoyo inesperado luego de un fallo de un tribunal federal en un caso no relacionado. Nuestro reportero Fernando Torres reporta desde Oakland, California.
Esther Castañeda, de 54 años de edad padecía de cálculos biliares. La mayoría de las clínicas y doctores le negaron atención médica, dice:
“Mi doctor primario tuvo que buscar cirujano tras cirujano para encontrar a alguien que me aceptara con Medi-Cal. Mientras buscaba, yo empeoré. Perdí más de treinta libras. Paré de comer porque me daba muchas náuseas y vómitos. El dolor abdominal no me dejaba acostarme”
La salud de Esther se seguía deteriorando. Su doctor le aviso que si no removían su vesícula podría perder la vida y así logro la cita con un cirujano.
“Cuando al fin se acercaba mi cirugía recibí una llamada; el cirujano me había cancelado la cita. Me dijeron que ellos no aceptaban el Medi-Cal”
La familia de Esther, muy preocupados y con dificultades recaudaron el dinero para que le hicieran la cirugía en México.
“Después de mi cirugía, tardé más de un año en recuperación a causa de esperar tanto tiempo por mi cirugía. Aún hay dolor y no puedo trabajar”
Lo que le sucedió a Esther no es un caso aislado, y por eso se sumó a la demanda que recientemente presentó Maldef (Fondo México Americano para la Defensa Legal y la Educación) en la corte superior del Condado de Alameda.
Miranda Galindo es una de las abogadas litigantes:
“La administración estatal del programa roto de Medi-Cal es discriminatorio y contra la ley. El estado debe cumplir con sus deberes legales y no permitir que Medi-Cal siga siendo una promesa incumplida”
La abogada Galindo dijo también que a pesar del extraordinario aumento de latinos en Medi-Cal, que de 2 millones en el año 2000 aumentó a 7 millones el año pasado, el estado ha rebajado las tazas de reembolso a los doctores; convirtiéndose con esto en uno de los más bajos del país. En el pasado, cuando la mayoría de los beneficiarios eran blancos, las tasas eran cercanas a las que pagaban otros seguros médicos.
“Es también una cuestión de derechos civiles de los latinos. Esta desinversión en Medi-Cal, cuando el programa se convirtió mayormente para latinos, creó un programa roto, de segunda clase”, señaló la abogada.
Galindo dijo además que la demanda obligará a establecer una atención médica justa que sea expedita e igualitaria, y que se terminen las largas esperas para lograr una cita o un tratamiento médico.
Por su parte Katharine Weir, del Departamento de Servicios de Salud de California no quiso comentar sobre la demanda. Mediante un comunicado dijo:
“No se ha identificado ningún problema sistémico con el acceso de los pacientes a los servicios en el programa Medi-Cal”
Según la abogada de Maldef, Sandra Hernández, esta semana su litigio contra California recibió un precedente positivo cuando el Noveno Tribunal de Apelaciones estableció que las autoridades de salud aprobaron erróneamente una reducción del 10 por ciento en las tarifas de Medi-Cal para pacientes que no requieren hospitalización; porque no consideraron el impacto negativo que esto tendría en el acceso a la salud de millones de residentes de bajos ingresos. Según la corte, actuaron de una forma “arbitraria y caprichosa”.
Mientras tanto, y todavía recuperándose de su amarga experiencia, Esther Castañeda espera que la demanda sirva de algo:
“Yo soy parte de esta demanda porque nadie debe sufrir tanto dolor para tener Medi-Cal y yo sólo quiero ser la voz de los que no pueden defenderse”