Unificados por la ola de ataques de odio racial contra residentes de Estados Unidos de ascendencia asiática en tiempos de Covid-19, senadores de ambos partidos aprobaron casi unánimemente un proyecto de ley encaminado a combatir esa violencia. El plan prevé medidas contra el lenguaje discriminatorio, ya que se cree que el sentimiento social anti asiático fue atizado por expresiones tales como «virus chino» y «kung flu» del ex presidente Trump. De esto y más se habló en el programa Línea Abierta. El reporte con Marco Vinicio González.
El Centro para el Progreso Americano y el conservador Instituto McCain desarrollaron una investigación conjunta de más de un año con más de 150 líderes comunitarios, académicos y defensores de los derechos civiles que aterrizó en un plan de política bipartidista contra las tácticas de odio de los grupos supremacistas blancos, desatadas durante la pandemia de Covid-19 contra los asiático americanos otra vez.
Jessica Cobián, directora de campañas del Center for American Progress desde su sede en Washington, DC, dijo a Chelis López en Línea Abierta que esta violencia no es nueva sino más bien un problema de seguridad nacional.
“En octubre de 2020 el Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos concluyó que los extremistas supremacistas blancos son la amenaza más persistente y letal a la patria”
El plan se centra en cinco áreas: desarrollo de estrategias, asignación de fondos; mejorar la investigación y presentación pública y oportuna de los datos; proteger a las comunidades más vulnerables y enjuiciar los delitos de odio, así como evitar el reclutamiento y la infiltración de supremacistas blancos en los cuerpos militares y policiales.
“Y el último punto es emplear herramientas y autoridades financieras y tecnológicas para evitar que los supremacistas blancos se organicen en plataformas como Facebook o Twitter, y asegurarnos que existan las pólizas dentro de esas plataformas para que no puedan organizarse y crear violencia como la vimos en el pasado en el evento de Charlottesville”
Los autores del informe señalan que las actividades de odio de los supremacistas deben tratarse como un asunto de terrorismo doméstico. Pero las leyes por sí solas no van a cambiar un comportamiento violento tan arraigado en la historia. ¿Qué recomienda el estudio para erradicar estos crímenes?
“Tiene que haber más conexión de información y de datos sobre quiénes son las personas más vulnerables para actuar en esas ideologías. Llevar a cabo más información sobre cómo ellos se dirigen para reclutar a personas dentro de la militar. Esperamos que en los siguientes días el gobierno pueda priorizar estas conversaciones”
Y está también el serio problema de la infodemia, o la divulgación de ideas falsas, o los nombres peyorativos y racistas, como llamó repetidamente el expresidente Trump al Covid-19 , usando el epíteto de “Virus chino”, o “Kung Flu”. Cobián se refirió a la amplia libertad que dan las redes sociales a esto, y a la falta de regulaciones al respecto.
“Solamente mencionar el problema de las plataformas sociales, y la importancia de que esas compañías –Facebook, Twitter, YouTube, etcétera-, tomen el problema con seriedad, y que prioricen el problema también”
Para finalizar, Jessica Cobián habla sobre el papel de la sociedad civil para combatir a los grupos de odio.
“Para que este plan se ponga en pie necesitamos a personas de ambos partidos, pero también de todas las comunidades que ya han intentado combatir este problema. Y por eso también nos reunimos con el grupo McCain, que en realidad es un instituto más conservador, para poder llegar a un acuerdo que sea bipartidista”
Fue Jessica Cobián, del Centro para el Progreso Americano entrevistada por Chelis López en Línea Abierta… Yo soy Marco Vinicio González.
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