Marco Vinicio González
Miles de solicitantes de asilo que han estado llegando a Texas y no han sido rechazados bajo el Título 42 ni enviados a México a esperar un posible día de corte dentro del programa de Protocolos de Protección al Migrante, o MPP, están siendo enviados en autobuses desde abril a ciudades como Washington, D.C. y Nueva York, a donde llegan sin saber cómo encontrar ayuda y refugio.
Estos protocolos o MPP, conocidos también como «Permanecer en México», contribuyeron a que las desapariciones de migrantes en México se cuadriplicaran el año pasado.
Los inmigrantes son enviados a en autobuses desde la frontera de Texas hasta Nueva York por el gobernador texano, Greg Abbott, sólo con fines políticos; es un mensaje a su base electoral, en su búsqueda de la Casa Blanca en 2024. Esta campaña sin embargo alienta una peligrosa retórica antinmigrante sobre la “invasión” en la frontera con México, precedida del mito acerca de que los inmigrantes vienen a “reemplazar” a los angloamericanos.
El Foro Nacional de Inmigración sostiene que “Esto no podría estar más lejos de la verdad. Estados Unidos ha sido durante mucho tiempo un lugar de esperanza, donde personas de todo el mundo buscan libertad, seguridad y protección contra la persecución”.
En tanto, la Coalición de Inmigración de Nueva York y otras organizaciones comunitarias han estado dando la bienvenida con dignidad a estos miles de inmigrantes en busca de asilo, que comenzaron a llegar a la ciudad en los primeros autobuses enviados por el gobernador Abbott. Han sido recibidos por la Autoridad Portuaria, que ha dado paso a la admisión legal y dotación de paquetes de atención, lo que incluyen refugio.
Sobre esta bienvenida humanitaria a los nuevos inmigrantes en Nueva York, la Directora del Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC), Marielena Hincapié dijo en comunicado que “Los esfuerzos de los voluntarios y grupos comunitarios han sido increíbles; pero la negación del derecho fundamental de los solicitantes de asilo a buscar seguridad en Estados Unidos nos ha costado demasiado. El siguiente paso es que Estados Unidos cree un sistema humano y digno para recibir a las personas que buscan seguridad”.
Datos de la División de Manejo de Emergencias de Texas señalan que el estado sureño ha gastado más de 12 millones de dólares en transportar a miles de migrantes desde la frontera sur, con un costo de más de mil 300 dólares por pasajero.
De acuerdo con CNN, “Las donaciones privadas para financiar los viajes totalizaron sólo 167 mil 828 dólares al 17 de agosto, lo que sugiere que los contribuyentes pueden pagar la factura restante”.
Arizona también ha gastado millones de dólares en transporte de migrantes hacia el noreste del país. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas criticó recientemente al gobernador Abbott por no trabajar con las autoridades federales: «Esa falta de coordinación genera problemas en nuestro muy eficiente procesamiento».
Con todo, las cosas no han sido ‘miel sobre hojuelas’. Abbott ha estado discutiendo con el alcalde de Nueva York, Eric Adams, sobre la política, particularmente porque los inmigrantes adicionales a la Gran Manzana han puesto presión sobre los recursos de la ciudad y su capacidad para manejarlos. Adams ha pedido ayuda al gobierno federal.
Y encima de todo esto, tras crear una tormenta de fuego en Nueva York el gobernador Abbott ahora dice que planea transportar en autobús a otro tanto de inmigrantes desde la frontera sur hasta otras comunidades conocidas como «ciudades santuario» en todo el país, reporta The Dallas Morning News. Todo esto, como pudo verse, a costas de los más de 10 millones de latinos que contribuyen al fisco en Texas•