Al concluir la primera audiencia pública en el juicio de destitución contra el presidente Trump, trascienden nuevas revelaciones sobre la presión que presuntamente ejerció Trump sobre Ucrania para investigar a un rival político a la vez que prominentes congresistas acusan al presidente de soborno.
El embajador en Ucrania William Taylor testificó que un asistente suyo le informó que escuchó una llamada que el presidente tuvo con el embajador en la Unión Europea Gordon Sondland, un día después de la conversación telefónica de Trump con el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelensky. En dicha llamada, realizada en un teléfono móvil mientras el embajador Sondland estaba en un restaurante, el presidente se mostró más interesado en las investigaciones contra su rival político que en saber sobre Ucrania.
En su turno en el micrófono, el congresista demócrata texano, Joaquín Castro preguntó al diplomático George Kent qué pasaría si el Congreso no llama a cuentas las cuestionadas conductas de Trump.
Si este Congreso autoriza al presidente Trump ¿significaría esto que el presidente le puede pedir al presidente de otro país que investigue a otro candidato presidencial, un miembro del Congreso, a un gobernador, a un senador, o a algún ciudadano particular que haga negocios en el exterior? Si no hay ninguna consecuencia, significa que hay luz verde, ¿no?
Respuesta de Kent: “Los hechos de la ley deberían ser los que gobiernen las investigaciones de los funcionarios a cargo de hacer cumplir la ley y no es función de los políticos dar dirección a los sistemas judiciales de su propio país o de otros países”.
Por su parte, algunos republicanos demandaron que testificara el informante secreto. El principal republicano del comité, Devin Nunes descartó la audiencia como un circo político armado por los demócratas, un juicio sin pruebas legítimas, y a los testigos los felicitó con sarcasmo por «pasar las audiciones de actuación que tuvieron en los sótanos del capitolio».
Por su parte, la congresista demócrata Alexandria Ocasio-Cortés consideró que los testimonios fueron devastadores para Trump y para el país. En declaraciones a la cadena CNN, Ocasio-Cortés destacó que la nueva evidencia sobre la llamada implica aún más al presidente.
«Lo que escuchamos hoy es que (el propio Trump) estaba participando en algunas de estas llamadas telefónicas, no sólo Rudolph Giuliani, no cualquier otra persona en la administración, sino él mismo… Y eso realmente agrega un grado mucho más inquietante de la participación que tuvo Trump en el uso de los poderes del gobierno para crear investigaciones motivadas políticamente».
Para esta semana, se ha citado a al menos ocho testigos a comparecer en los siguientes tres días de audiencias públicas■