Votantes en Arizona acuden en números sin precedente, en estas votaciones, tomando todas las precauciones sanitarias que amerita la pandemia de Covid-19. Foto: https://www.ucsusa.org.

Marco Vinicio González

A pesar de denodados esfuerzos y multimillonarias campañas de los republicanos para impedir la certificación de las elecciones intermedias de 2022, con amenazas a funcionarios electorales y candidatos perdedores negándose todavía a conceder su derrota, Arizona certificó los resultados de dichas elecciones.

Tras un enjundioso escrutinio de votos este lunes el estado de Arizona declaró oficialmente a los ganadores en las contiendas, entre otras para gobernador y Senado, mientras los republicanos insisten en que seguirán luchando contra los referidos resultados verificados en los tribunales, reporta The Hill.

Hasta hace algunos años el proceso de certificación del conteo de los votos en las elecciones de Arizona, y en general de todo el país, no pasaba de ser un proceso de rutina; es decir, de bajo perfil. Pero a partir de la administración Trump estos procesos dieron un vuelco inesperado, como lo muestran los resultados de las elecciones intermedias recién concluidas.

Éstas, se convirtieron en “una feroz batalla entre los funcionarios electorales, los candidatos republicanos y algunas juntas del condado cuando el Partido Republicano aprovechó el mal funcionamiento de las impresoras”, dice la fuente, en la zona más poblada del estado. Y llevó a Arizona a convertirse en “el epicentro de las acusaciones de privación de derechos de los votantes”. Lo que con esta certificación queda desmentido.

Sin embargo, figuras del Partido Republicano y sus seguidores siguen afirmando que los funcionarios están mintiendo, y pidieron -sin éxito- que las juntas del condado evitaran la certificación de la elección.

Pero la gobernadora electa y antes Secretaria de Estado de Arizona, la demócrata Katie Hobbs, junto con el gobernador republicano todavía en funciones hasta enero, Doug Ducey, el Fiscal General del Estado, también republicano, Mark Brnovich y el Presidente de la Corte Suprema de Justicia de Arizona, Robert Brutinel, se reunieron para analizar las elecciones del mes pasado de acuerdo a un cronograma exigido por la ley estatal.

“Arizona tuvo una elección exitosa”, dijo Hobbs. “Pero con demasiada frecuencia a lo largo del proceso, voces poderosas proliferaron información errónea que amenazaba con privar a los votantes de sus derechos”.

No obstante, “la democracia prevaleció, pero no está fuera de peligro. 2024 traerá a la comunidad una serie de desafíos de negación electoral para lo que debemos prepararnos”, advirtió Hobbs a la fuente.

Con todo, la certificación anunciada este lunes allana el camino para que comiencen los recuentos automáticos en tres contiendas reñidas: las del fiscal general, el superintendente estatal y un escaño en la Cámara de Representantes del estado. “Los funcionarios firmaron certificados de elección para las otras contiendas”.

Según The Hill “un juez estatal declaró ilegal la decisión de los supervisores y les ordenó certificar los resultados el jueves pasado. Al día siguiente, la oficina de Hobbs le pidió a Brnovich, el fiscal general de Arizona y al fiscal del condado de Cochise, Brian McIntyre, que “investigaran y tomaran las medidas coercitivas apropiadas” contra los dos supervisores republicanos que se negaron a cumplir con el plazo.

Pero también es probable que la reunión del lunes desencadene múltiples demandas encabezadas por el Partido Republicano, ya que sus candidatos a la gubernatura, “Kari Lake, quien perdió ante Hobbs, y a la fiscalía general, Abe Hamadeh quien va a la zaga de su rival demócrata por un margen muy pequeño antes del recuento automático, prometen emprender acciones legales”•