De la redacción
Para evitar un cierre de gobierno, en la antesala de las elecciones presidenciales y dado que el Congreso no puede llegar a un acuerdo sobre la docena de proyectos de ley de gastos anuales necesarios para mantener al gobierno financiado cuando comience el nuevo año fiscal el 1 de octubre, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley de gastos provisional de corto plazo, conocido como ‘Resolución Continua’ (CR), después de que los líderes demócratas del Congreso y la administración Trump llegaran a dicho acuerdo el martes.
Un acuerdo bipartista que pasó en la Cámara de Representantes con una abrumadora mayoría de 359 a 57 votos, fue negociado entre la líder demócrata Nancy Pelosi y el Secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, tras una serie de problemas que se solucionaron a última hora el martes para evitar el colapso del gobierno el 30 de septiembre, cuando se cumple la fecha límite de la renovación del presupuesto para el gasto público.
Con este acuerdo se extenderán temporalmente el financiamiento del gobierno hasta el 11 de diciembre, lo que incluye decenas de miles de millones de dólares a un programa de alivio adicional que otroga préstamos a los agricultores en dificultades, para extender el límite del endeudamiento de la Commodity Credit Corporation. Esto molestó a algunos demócratas que piensan que el acuerdo beneficiará políticamente a Trump, pues de esta forma compensa a los agricultores perjudicados con su política arancelaria hacia China.
De hecho, la semana pasada en un mitin de campaña en Wisconsin Trump prometió a los agricultores que los recompensaría de sus pérdidas por la respuesta de China, que dejó de comprarle sus productos a causa de las tarifas impuestas por Trump.
La líder demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi accedió a dicho acuerdo a cambio de un fondo de 8 mil millones de dólares para resarcir el programa de asistencia nutricional, que entre otras cosas mantiene la asistencia para los niños en edad escolar y las familias que están pasando hambre debido a la pandemia del covid-19.
Una de las legisladoras demócratas molesta con el acuerdo es Alexandria Ocasio-Cortez de Nueva York, quien declaró a la prensa que el presidente estaría usondo los fondos del ‘rescate’ al gobierno “como una alcancía personal para ganarse el favor de un bloque políticamente crucial de votantes y recompensar a otros poderosos electores”, dice The New York Times.
Los negociadores acordaron incluir el financiamiento agrícola con una disposición de que no podría usarse para pagos a importadores y refinadores de combustibles fósiles, que fue una de las presiones impuestas por los demócratas, temerosos de que el dinero fuera a parar en las cuentas bancarias de los petroleros.
La fuente agrega que los líderes demócratas de la Cámara de Representantes habían tratado inicialmente de hacer avanzar el proyecto de ley sin el dinero de la Commodity Credit Corporation. “Pero legisladores de ambos partidos se opusieron a la omisión, argumentando que era un recurso fundamental para los agricultores de todo el país que ayuda a financiar una serie de programas bipartidistas”.
Los demócratas que apoyaron el acuerdo de préstamos a los agricultores y las empresas agrícolas, enfrentan una elección para renovar sus puestos en el Congreso, tras haber desbancado a los legisladores republicanos que eran titulares de esas bancadas, por lo que presionaron a Pelosi para que reconsiderara su posición previa.
Ahora pasará al senado, donde hay claras muestras de que será aprobado y luego irá a la firma del presidente, quien se espera también que lo apruebe, aunque algunos temen que Trump es impredecible y podría no hacerlo, como ha sucedido en el pasado con otros acuerdos a última hora, y temen que pudiera salir con otra “sorpresa de octubre”.
Si bien la mayor parte del presupuesto federal se compone de programas de prestaciones masivas, como el Medicare y el Seguro Social, que continúan de un año al siguiente, dice The Washington Post, “los fondos para El Pentágono, el Departamento de Salud y Servicios Humanos y el Departamento de Educación deben ser renovados anualmente por el Congreso”.
Por último, el Congreso tendrá que regresar entre el día de las elecciones y el aplazamiento de la cámara baja a fin de año, y aprobar la legislación anual obligatoria, necesaria para financiar al gobierno. Los demócratas habían presionado para extender la legislación a corto plazo hasta febrero, con la esperanza de conquistar la Casa Blanca y el Senado, y poder negociar acuerdos más favorables. También acordaron excluir las disposiciones que hubieran proporcionado fondos adicionales para la seguridad electoral y extender los plazos críticos para que el censo presente datos de redistribución de distritos, concluye la fuente■