De la redacción
Adelantándose a la fecha límite, que era la medianoche de hoy viernes, el Congreso aprobó un proyecto de ley de gastos para el corto plazo, y evitó con esto el cierre del gobierno federal. Pero falló en la promesa, por lo menos por parte de los demócratas, de incluir el tema de la migración, dejando atrás y a su suerte a centenares de miles de jóvenes inmigrantes, traídos a este país durante su niñez, los Dreamers o Soñadores, que siguen expuestos cada vez más, como el resto de los 11.5 millones de indocumentados a la inminente deportación. El presidente Trump firmó hoy la ley de recortes de impuestos que suma al déficit 1.5 millones de millones de dólares, dice The New York Times.
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El proyecto de ley de gastos pasó en la Cámara de Representantes por 231 votos contra 188, y poco más tarde en el Senado por 66 a 32. Con esto, se le otorgó un nuevo financiamiento de corto plazo que permitirá al gobierno federal seguir operando hasta el 19 de enero sin tener que preocuparse por temas polémicos como la inmigración y la atención médica.
Se ha dicho por todos los medios que al votar por una ley de gastos sin incluir una Ley del Sueño o Dream Act limpia, es decir sin fondos federales para la fuerza de deportación ni para la construcción del muro fronterizo de Trump, los líderes políticos votarían a favor de la deportación de casi un millón de jóvenes inmigrantes traídos a Estados Unidos cuando niños. Y así lo hicieron. Y desde luego, más de otros 11.5 millones de inmigrantes indocumentados corren -hoy como ayer-, con la misma fatídica suerte.
La votación se dio a través de líneas partidistas y contó con el favor de 13 demócratas en la cámara baja pero 16 republicanos votaron en contra. Y en el Senado pasó también con una proporción de 2 votos republicanos por cada 1 de los demócratas. Estos “serán recordados –en 2018- como el Caucus de la Deportación”, dice la organización comunitaria Se Hace Camino Nueva York.
La resolución se produjo tras la lucha del liderazgo republicano de la cámara baja durante miércoles y jueves para reunir los votos necesarios “y mantener abierto el gobierno, tratando de calmar las disputas intrapartidarias que estallaron apenas horas después de que los republicanos aprobaron una histórica reforma impositiva el miércoles”, afirma The Washington Post. Es decir, sin eufemismos, después de que se operara el peor atraco al bolsillo de las familias trabajadoras de más bajos ingresos y a la clase media también asalariada, un despojo ‘legalizado’ con la referida votación.
Los demócratas se opusieron inicialmente al proyecto de impuestos del Partido Republicano en parte porque “dijeron que era fiscalmente irresponsable, y algunos dijeron también que no ayudarían a los republicanos a aprobar la exención, particularmente porque muchos republicanos han prometido apuntar recortes de gastos profundos a los programas de bienestar social el próximo año”. Sin embargo, los demócratas, “que típicamente se oponen ferozmente a cualquier reducción en Medicare, que vería con este plan de gastos recortes aproximadamente de 25 mil millones de dólares por año a este programa, no se opusieron el jueves”.
El Congreso ahora se va felizmente de vacaciones y no volverá a reunirse hasta enero.
Por otro lado, dicha ley de gastos amenaza el futuro de la Ley de Cuidados de Salud Costeable (ACA), u Obamacare, dice The Guardian: “Como parte de su plan de impuestos, los republicanos socavaron ACA esta semana, al derogar el mandato individual de la ley, que exige a los estadunidenses comprar un seguro de salud o pagar una multa”, lo que vino a desestabilizar aún más los mercados de seguros.
Y aunque un grupo bipartidista de senadores había esperado aprobar una medida precisamente para estabilizar dichos mercados, como parte de las negociaciones del plan de gastos, “los conservadores en la Cámara de Representantes consideraron que cualquier esfuerzo por llevar estabilidad a la ley de salud vigente era un comienzo inesperado”, por lo que pasaron este espinoso asunto a la agenda de enero.
La medida provisional extiende el financiamiento federal hasta el 19 de enero, y no obstante proporciona extensiones temporales al Programa de Seguro de Salud para Niños (CHIP), “que ha languidecido políticamente desde que expiró en octubre, un tema que abordamos en este espacio el día de ayer. También extiende “un programa de atención médica para veteranos y un programa de vigilancia sin orden judicial, que expira el 1 de enero”, dice The Guardian. Pero la extensión dura poco y más bien genera incertidumbre e inestabilidad.
Con dicha resolución, los casi 800 mil Dreamers volvieron a quedar en el limbo, aunque ahora más expuestos a la amenaza de deportación, tras la decisión en septiembre de Donald Trump de rescindir el programa de la era Obama el próximo 5 de marzo; programa que difería la deportación de los Dreamers y les otorgaba un permiso de trabajo (DACA) para permitirles salir de las sombras y estudiar y trabajar legalmente en Estados Unidos.
Otra disposición controvertida que también se agregó a la medida provisional de la Cámara de Representantes el miércoles es la que “recortó los ingresos en casi 1.5 billones de dólares (trillones en EEUU), de acuerdo con el Comité Conjunto de Tributación no partidista, que se suman al déficit federal”, dice el Post. Pero lo más grave es que “desencadena una ley de 2010 que establece recortes automáticos al gasto en Medicare y otros programas sociales si los legisladores aumentan el déficit”.
En el Senado, el senador Rand Paul (R- Kentucky), “un feroz defensor de menores gastos federales”, acusó a sus correligionarios de incumplir los llamamientos de su partido para reducir los gastos «y obligó a un voto por separado sobre la exención».
Se Hace Camino Nueva York, como parte de una coalición nacional de defensa de los inmigrantes que ya se moviliza por todo el país para presionar a los legisladores en sus localidades, dijo en un comunicado hoy que “No olvidaremos. En enero, consideraremos responsables a los que votaron en nuestra contra. Sabemos que sólo es cuestión de tiempo hasta que ganemos», Y llamó a unirse «a nuestra convocatoria nacional mañana, para saber cómo puede continuar esta lucha”.
El presidente Trump firmó hoy la ley de recortes de impuestos que suma al déficit 1.5 millones de millones de dólares, dice The New York Times■