Hace tres semanas, decenas de manifestantes de la ciudad de Bend, en el estado de Oregon bloquearon por diez horas el paso de autobuses del servicio de Inmigración que llevaban detenidos a dos inmigrantes latinos. Esta inusual acción, en un poblado de mayoría anglosajona, fue disuelta con gases lacrimógenos. Los dos inmigrantes fueron recluidos en una cárcel privada de Inmigración en el vecino estado de Washington, pero sus familias guardan la esperanza que ese mismo apoyo de sus vecinos logrará evitar su deportación. Con los detalles, José Luis Buen Abad.
Marco Zeferino Ríos, trabaja en la construcción, tiene 34 años, es casado y con dos hijos. Iba en su auto camino al trabajo cuando fue detenido por agentes encubiertos de ICE. En otra parte de la ciudad, mientras compraba su almuerzo, otros agentes encubiertos detuvieron a Josué Sánchez, de 32 años, casado y padre de tres hijos. Según ICE, ambos tenían orden de deportación.
Los dos detenidos vivían en Bend, pequeña ciudad de 100 mil habitantes en su mayoría anglosajones; sólo el 8 por ciento son latinos, y donde es rara la presencia de agentes de ICE. Pronto circuló la noticia en las redes sociales.
Janet Sarai Llerandi González dirige una organización pro inmigrante de la zona.
“Lo que sucedió es que al poner esos videos… se los mande a varias organizaciones aquí, varios miembros de la comunidad que también están preocupados por la comunidad latina…”
Los videos que muestran los camiones enrejados de ICE con los detenidos a bordo generaron la solidaridad espontánea de activistas pro-inmigrantes y del movimiento de Black Lives Matter, que han estado muy activos desde el asesinato de Gorge Floyd a mediados de mayo, dice Janet.
Se oye sonido de la protesta…
“Llegaron todos para apoyar… se sentaron enfrente del bus…. las familias estaban presentes, las dos esposas, madres de sus hijos, los niños incluso gritando, pasando mensajes a sus papás”
A la protesta se sumó espontáneamente Hilda León, asesora médica y madre de cuatro hijos, que trabaja en el centro de Bend.
“Inmediatamente localicé a dos de los familiares, vi que estaban solos. Me acerqué a darles mi apoyo, a decirles estamos con ustedes, toda la comunidad está apoyándolos”
Durante 10 horas decenas de activistas se pusieron frente a los dos autobuses impidiendo su paso, y los agentes de ICE pidieron refuerzos, recuerda la activista Janet:
“Llegaron con toda fuerza, con todo su equipo, nos removieron con gas lacrimógeno y se los llevaron para Tacoma”
Los dos detenidos fueron llevados al Centro de Detención de Inmigración en Tacoma, en el vecino estado de Washington.
Maru Mora Villalpando es una veterana defensora de los inmigrantes de La Resistencia:
“Llegaron a Tacoma y los pusieron en aislamiento, los pusieron en diferentes celdas para dos personas”
Mora Villapando dice que además de la posibilidad de que los deporten corren el riesgo de contagiarse, porque dice que hay personas con Covid-19 en esta cárcel privada de Inmigración, del grupo GEO.
“Por supuesto también se enfrentan al Covid-19. Porque la migra sigue actuando normalmente, sigue trayendo gente, deteniendo gente, transfiriendo gente, deportando gente, traen el virus al centro de detención y lo pasan”
Mientras tanto, en la ciudad de Bend las familias de Marco y Josué recaudaron casi 20 mil dólares a través de “GoFundMe” y están recibiendo apoyo emocional masivo de personas no latinas, algo nunca visto por aquí dice la activista espontánea, Hilda:
“Fue increíble, sobre todo de los anglosajones, todo este apoyo lo sentimos por parte de toda la comunidad. En 48 horas la gente respondió, donaron, su donación junto con su palabras de ánimo para las familias (y) para las esposas...”
Con ese apoyo generoso de la comunidad de Bend las esposas de Marcos y Josué, aislados en cuarentena a 300 millas de distancia, están decididas a luchar por su libertad y reunir a sus familias■
Para la Edición Semanaria de Noticiero Latino, José Luis Buen Abad.
Fotos: Cortesía de la organización MeccaBend.
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