Samuel orozco
Diractor de Noticias
Radio Bilingue
Tan pronto como la jueza federal de California, Lucy Koh prohibió el jueves que el censo finalice a fin de mes, o sea pasado mañana, y dictó que prosiga sus labores de conteo hasta fines de octubre, la administración Trump se apresuró a apelar la orden judicial.
El Departamento de Justicia presentó notificación el viernes de que están procediendo a apelar esa orden ante la Corte federal de Apelaciones del Noveno Circuito, lo que agrega complicaciones a lo que podrían ser los últimos días de conteo para el censo de este año.
La jueza Koh descubrió que es probable que el recorte del calendario del conteo por parte de la administración llegue a contar de menos a los grupos que han sido históricamente subcontados, incluidas personas de color y los inmigrantes. Las nocivas consecuencias se sentirían por toda una década. Eso, a su vez, dañaría el propósito constitucional del recuento, a saber: redistribuir los escaños en la Cámara de Representantes en función de los últimos números que se tengan de la población de los estados.
La jueza también concluyó que los demandantes, una coalición de grupos de derechos civiles, tienen muchas probabilidades de tener éxito en la demanda, argumentando que la decisión del gobierno fue arbitraria y caprichosa.
Como es de recordarse, en abril, en respuesta a la pandemia, el Censo amplió el plazo del conteo hasta finales de octubre. Luego, a fines de julio o principios de agosto, el plazo se adelantó a fines de septiembre después de que el Senado controlado por los republicanos bloqueó la solicitud del Censo de extender el plazo del 31 de diciembre para entregar los números utilizados para decidir cuántos escaños en el Congreso obtiene cada estado.
En Maryland, la oficina del Censo enfrenta un desafío legal similar. Se espera que la corte federal emita pronto un fallo sobre esta solicitud separada en la que se demanda extender el calendario del censo.
Mientras tanto, y en previsión de fallos desfavorables, agrupaciones latinas arrecian sus llamados sobre todo a las poblaciones que menos se han hecho contar para no demorarse y llenar sus formas antes del plazo del 30 de septiembre, es decir, pasado mañana.