Ante el repunte del covid, surge una peor amenaza: la desconfianza en la medicina

En las 11 semanas que terminaron el 15 de diciembre los estantes de las farmacias en Estados Unidos se llenaron de vacunas sin usar, ya que millones se infectaron con Covid-19 y en este lapso murieron 100 mil personas, casi todas no vacunadas. Foto: https://www.dreamstime.com.

En las 11 semanas que terminaron el 15 de diciembre los estantes de las farmacias en Estados Unidos se llenaron de vacunas sin usar, ya que millones se infectaron con Covid-19 y en este lapso murieron 100 mil personas, casi todas no vacunadas. Foto: https://www.dreamstime.com.

La pandemia de Covid-19, hoy opacada por el poder infeccioso y letal de las variantes Delta y Omicron en Estados Unidos ha elevado los casos de infección a más de 52 millones; y durante la última semana a 200 mil casos y 71 mil hospitalizaciones al día, con más de mil 300 decesos diarios. Y ya se rebasó la cifra de los 182 mil muertes por día, lo que ha traído al país terribles consecuencias que van más allá de la salud física y mental, e inciden la desconfianza hacia la ciencia con graves matices políticos.

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De la redacción

Aunque ha habido algunos informes esperanzadores de Sudáfrica, acerca de la gravedad causada por la nueva variante, Omicron, esto sigue sin estar del todo claro. Incluso se cree que las personas vacunadas sin vacunas de refuerzo son vulnerables a la infección por Omicron. Por lo pronto, las tasas de hospitalización siguen siendo muy elevadas en gran parte del Medio Oeste y Nueva Inglaterra.

En Michigan por ejemplo, un estado con una de las más altas tasas de hospitalización, un médico describió que se vive en una crisis constante. En La Florida, los informes de nuevos casos se mantienen muy por debajo de los niveles máximos, pero están aumentando considerablemente. El estado promedia alrededor de ¡5 mil casos por día!, frente a alrededor de mil 300 a principios de mes.

Entre tanto, Estados Unidos abriga un peligro mayor, que va más allá de los 182 mil muertos y que empeña el futuro de la población, alimentando la desconfianza en la medicina y los médicos, como resultado de la polarización política que vive el país, impulsada por los creyentes en la realidad alternativa y las teorías conspirativas.

Y es que en medio de estas fiestas decembrinas que se viven Estados Unidos, con masivas oleadas de viajeros que han quedado atascados por cierto en los aeropuertos del país y del mundo por el creciente rebrote de la pandemia que a consecuencia ha provocado miles de vuelos cancelados, la firma Gallup publicó una encuesta que demuestra la creciente desconfianza de los republicanos hacia los médicos, que ha aumentado significativamente desde 2002.

Dra. Kavita Patle, exDirectora de Políticas para la Oficina de Asuntos Intergubernamentales bajo la administración Obama. Foto: Brookings institution.

Dra. Kavita Patle, exDirectora de Políticas para la Oficina de Asuntos Intergubernamentales bajo la administración Obama. Foto: Brookings institution.

La Dra. kavita Patel, hoy columnista de MSNBC pero antes Directora de Políticas para la Oficina de Asuntos Intergubernamentales bajo la administración Obama, sostiene que esta noticia de Gallup “lamentablemente no resulta sorprendente”; dadas las respuestas que dice han visto de los pacientes los profesionales de la salud en los últimos años.

La erosión de la confianza en la medicina también es problemática, ya que se extiende a otras áreas de la medicina que van más allá de lo relativo a la pandemia de Covid”, sostiene la Dra. Patel. Esta desconfianza incide por ejemplo “en los consejos de la atención médica sobre la detección del cáncer, cuándo no tomar antibióticos o cómo reconocer y tratar la depresión”, entre otras cosas.

La desconfianza también amenaza con volverse generacional, agrega la galena, lo que significa que «el hecho de que los republicanos sean más propensos a responder con escepticismo a los consejos de su médico podría convertirse en una característica permanente de nuestra división partidista».

Entre tanto, en las 11 semanas que terminaron el 15 de diciembre los estantes de las farmacias en Estados Unidos se llenaron de vacunas sin usar, ya que millones se infectaron con Covid-19 y en este lapso murieron 100 mil personas, casi todas no vacunadas, dice el banco de datos de The New York Yimes.

Y advierte que las 11 semanas que siguen a partir de ahora, probablemente traerán la misma cantidad de muertes, si no es que más. “Si bien ha habido un aumento en el número de infecciones en personas previamente vacunadas, éstas rara vez conducen a la hospitalización y la muerte; la inmensa mayoría de las muertes siguen ocurriendo en personas no vacunadas”.

Pero lo peor, según el análisis que hace la Dra. Patel sobre los datos de la encuesta de Gallup, es que “no es una pandemia de no vacunados; es una pandemia de nuestra división partidista. Al entrar en el tercer año de la pandemia, nuestro país está con vida y pronto puede sucumbir a un diagnóstico diferente: muerte por política”.

Con todo, a pesar del sombrío panorama que se vislumbra en el horizonte de los Estados Unidos, “Ha llegado el momento de emprender una campaña para restaurar la confianza pública, la confianza en que el partidismo sigue disminuyendo”, dice la Dra. Patel.

Y propone una potencial vía de solución: «Los anuncios genéricos de servicio público, con las mismas imágenes de máscaras cubrebocas y vacunas, deben reemplazarse por anuncios personalizados para las distintas comunidades, que reconozcan las diferencias culturales y de opinión».

Además, afirma que las cosas comenzaron a aclararse un poco cuando empezó a tener “conversaciones honestas” con personas que rechazan la vacuna, que incluyen consejos sobre cómo mantenerse a salvo y qué hacer si se enferman. “Mi enfoque ha sorprendido ocasionalmente a los pacientes y ayudó a abrir un diálogo que hubiera sido imposible si simplemente los hubiera presionado para que se vacunen”.

También se necesita ampliar la participación de los profesionales médicos en los esfuerzos para promover directamente la participación cívica a través de programas como Vot-ER y Vote Health, que registra a las personas para votar dentro de los hospitales y las clínicas.

“Nuestro futuro en la pandemia puede parecer incierto, pero hemos logrado un progreso significativo desde los bloqueos y el temor de marzo de 2020. Ese progreso se debe principalmente a personas de todo el mundo en los campos de la ciencia, la medicina y la salud pública. Han trabajado sin descanso para salvar vidas”, concluye la Dra. Kavita Patel■

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