Durante su primer discurso frente a una sesión conjunta del Congreso el presidente Trump defendió sus criticadas políticas de deportación, la construcción del muro fronterizo, e invitó a los legisladores a crear un sistema migratorio basado en méritos. Los republicanos, que dominan ambas cámaras del Congreso, evadieron pronunciarse al respecto. Por su parte los demócratas y víctimas de las políticas de deportación de Trump le pidieron que deje a un lado la retórica anti inmigrante. Con los detalles desde la ciudad de Washington, José López Zamorano.
Se escucha en el sonido de la aula: Ladies and gentlemen, !the president of the United States! (aplausos).
Ante la más alta tribuna de la nación, en el Capitolio el presidente Trump develó su ambiciosa agenda doméstica e internacional, y abrió por primera vez la posibilidad de una reforma migratoria con base en los méritos personales de los inmigrantes y no en la reunificación familiar.
Creo que una reforma migratoria real y positiva es posible –dijo-, en tanto se cumplan las siguientes metas: mejores empleos y salarios para los estadunidenses, fortalecer nuestra seguridad nacional y restablecer el respeto a nuestras leyes.
Sin embargo insistió en vincular a los inmigrantes con criminales violentos. A la sesión solemne del Congreso invitó por ejemplo a Jessica Davos y a Susan Oliver, viudas de dos alguaciles asesinados por un inmigrante indocumentado. Y anunció la creación de una agencia federal dedicada a monitorear los crímenes cometidos por migrantes, a pesar de que estos tienen tasas más bajas de criminalidad que las de la población general.
Su discurso indignó a la joven indocumentada mexicana Astrid Silva, la primera ‘dreamer’ seleccionada por los demócratas para dar la respuesta en español al mensaje presidencial.
“El discurso del presidente Trump fue divisivo y tiene como fin causar miedo y terror en comunidades alrededor del país. El Presidente Trump y los Republicanos pueden usar una retórica más calmada y aparentar moderación, pero sabemos que las palabras se las lleva el viento, son las acciones las que importan”
Los demócratas y la mayoría de las organizaciones pro inmigrantes también criticaron la retórica presidencial y la falta de precisión, así como las contradicciones en la propuesta de Trump.
Pedro Ríos es director del Comité de Amigos Americanos en San Diego, California:
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“No pinta muy bien para que una posible reforma migratoria de él pueda pueda ser justa, humanitaria y que realmente responda a las comunidades fronterizas”
Por su parte el liderazgo republicano se cuidó de no comprometerse directamente, pero se dijeron listos para trabajar con la agenda del presidente Trump.
Helen Aguirre es la directora de medios en español para la Casa Blanca:.
“Él –Trump- piensa que es momento de acción por parte del Congreso, de demócratas y republicanos; que ambos tienen que suavizar su postura para llegar al centro. Sabemos que así es como se puede tener un acuerdo”
Para los dos hijos adolescentes de la indocumentada mexicana Guadalupe García de Rayos, una de las primeras personas deportadas bajo las nuevas directrices migratorias de Trump, las palabras no resuelven el drama humanitario que significa la separación de la familia. Su hijo mayor, Ángel Rayos tuvo un mensaje para el presidente.
“Yo le diría que no tenemos miedo !Que aquí estamos! Y que debe de pensar en las familias, que deportando a unos papás no va a hacer nada. Los que sufren son los niños, los hijos son los que sufren. Puede deportar a todos los papás, pero ¿quién va a sufrir?, los hijos somos los que sufrimos”
Ángel, su hermana Jacqueline, media docenas de dreamers y otros indocumentados asistieron al Capitolio como invitados especiales de legisladores demócratas para mostrar el efecto de la política migratorias de Trump, pero su presencia fue ignorada durante el mensaje presidencial.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde la Capital Washington, José López Zamorano