Andrés Manuel López Obrador, es el presidente electo de México, y declara la guerra a la corrupción

Así se miró ayer la plancha de El Zócalo de la Ciudad de México, el corazón político de la nación, donde centenares de miles de personas esperaron de pie la llegada del nuevo presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Foto: www.nwitimes.com.

Así se miró ayer la plancha de El Zócalo de la Ciudad de México, el corazón político de la nación, donde centenares de miles de personas esperaron de pie la llegada del nuevo presidente electo, Andrés Manuel López Obrador. Foto: www.nwitimes.com.

De la redacción

Tras un proceso electoral lleno de especulaciones varias, Andrés Manuel López Obrador es ya el presidente electo de México. Sin embargo será oficialmente investido en su nuevo mandato hasta el 1 de enero, como marca la Constitución Política de México y la Ley Electoral. En su primer discurso dirigido a la nación, desde la plancha del Zócalo, o ‘el corazón político’ de la nación, puso en el centro de su misión acabar con la corrupción –“el peor cáncer de México”, dijo-, y con la impunidad. Antes, desde la sede de su campaña, había dirigido otro discurso al sector empresarial y al ‘Establecimiento’. Y agradeció al presidente saliente, Enrique Peña Nieto por facilitar la transición, como no ha ocurrido siempre.

El Instituto Nacional Electoral, el INE, encargado de oficializar estos resultados en los próximos días a la elección federal, la más grande de la historia de México por convocar a las urnas a unos 80 millones de mexicanos, anunció un promedio de votación del 62.9 y 63.8 por ciento del padrón electoral.

De acuerdo con una muestra de 7 mil 700 casillas electorales que el INE realizó con ayuda de nueve matemáticos, el Programa de Resultados Electorales Preliminares, el PREP, desde la madrugada de hoy arrojó las siguientes cifras:

Andrés Manuel López Obrador obtuvo entre el 53.0 y el 53.8% de las preferencias electorales; más de 30 puntos porcentuales respecto al su más cercano competidor, Ricardo Anaya (PAN), quien registró entre un 22.1 y 22.8% de la votación. Y José Antonio Meade (PRI) quedó en el tercer lugar de las preferencias, con un intervalo de entre 15.7 y 16.3%.

De acuerdo con la Revista Proceso, “Minutos después de anunciar el resultado de la muestra (del PREP), el Consejo General sesionó y el único partido opositor que habló, reconoció sus errores y deseó suerte a López Obrador, fue el PRI.

Distintos sectores de la población mexicana, popular, académico, artístico, científico, etcétera, se congratularon de que la elección haya transcurrido sin mayores problemas, y que López Obrador haya ganado.

En el ámbito internacional, trascendió que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump llamó la noche de anoche a López Obrador para felicitarlo. De hecho Estados Unidos cree que “la relación Trump-López Obrador puede dar resultados sorprendentes”, de acuerdo con declaraciones hechas el por asesor de seguridad nacional del presidente Trump, John Bolton, a la cadena ultraconservadora Fox News, y citadas por el Chicago Tribune.

The New York Times retrata hoy en su nota principal el triunfo de López Obrador de la siguiente manera:

“Feroz izquierdista elegido para dirigir México, en un deslizamiento de tierra: Los votantes mexicanos, alimentados por la ira sobre la corrupción desenfrenada y la violencia, eligieron a Andrés Manuel López Obrador como presidente en una victoria aplastante… Su victoria coloca a un líder de izquierda al frente de la segunda economía más grande de América Latina por primera vez en décadas… Después de 18 años de política de establecimiento, los mexicanos decidieron que ya era suficiente”.

López Obrador estuvo perseguido por acusaciones de que si ganara iba a hundir la economía mexicana y a desestabilizar la región. Como sucede con las campañas de desestabilización, orquestadas por Estados Unidos, fue comparado en los medios de comunicación con Hugo Chávez, el ex líder “socialista” de Venezuela, y “cuestionables informes de noticias intentaron vincular su campaña a Rusia, creando una narración de un líder radical y peligroso”, sostiene el Times.

Si bien las comparaciones con Chávez son exageradas y las conexiones con Rusia no han sido probadas, López Obrador aún debe convencer a los inversionistas de que sus políticas serán favorables a las empresas, dice el rotativo.

En su discurso de aceptación del triunfo electoral, López Obrador prometió que en tres meses, que van de aquí a su toma de posesión preparará con sus asesores, de diversa procedencia en el espectro político, un plan económico y social. Y aseguró que combatirá la impunidad y la falta de seguridad, para lo que prometió levantarse todos los días a las 6 de la mañana a discutir las acciones cotidianas con las fuerzas de seguridad.

A los mexicanos en el exterior les tendió de un puente de amistad y cooperación, y dijo que trabajará «para que los mexicanos se queden en México a disfrutar de su país, de su cultura, de su familia, y que sólo emigren al extranjero si así lo desean, pero no por necesidad”.

Con los sectores inconformes de la sociedad mexicana irá trabajando, dijo, para resolver las contradicciones, y eso estará por verse en los próximos días, semanas y meses.

Como publicamos en su oportunidad en este mismo espacio, hay quienes como el filósofo y político mexicano, Enrique González Rojo Arthur, matizan su apoyo:

“Yo creo que aunque entre la esencia del gobierno mexicano y la esencia de López Obrador no hay una ruptura, pero sí matices de diferencia, podemos decir que aun compartiendo una esencia común con el gobierno actual, sin embargo López Obrador tiene ciertos matices que llevan a la posibilidad de combatir al neoliberalismo. Llevan a la posibilidad. Ni siquiera estoy seguro”.

Acota: “Pero mientras que todos los otros candidatos… son la continuación de lo mismo, de un neoliberalismo como fábrica de pobres, como vinculación estrecha con el imperio y como, digamos, un túnel que no nos lleva a ningún lado, en cambio con López Obrador hay un matiz diferente; y se abre la posibilidad de algo distinto, aunque sea en la misma categoría esencial. Entonces, yo voy a votar por López Obrador, pero al día siguiente ya estoy en la oposición. !Ya desde ahora estoy en la oposición! (mayor de 2018)… porque se abre la posibilidad de trabajar de una forma más profunda y más proyectiva”.

Con todo, habrá que esperar al primero de diciembre, y a que de Andrés Manuel López Obrador presente su plan detallado, en el que dijo que algunas reformas estructurales posiblemente serán derogadas; y que los contratos de Pemex con entidades privadas serán minuciosamente revisados para ver si no hubo trampa. Y de haberla, serán disueltos en el bien de la nación. La gran ausencia de ayer por la noche fue quizás la mención a la reforma educativa, que en otro momento de su campaña habría dicho que sería revisada y hasta derogada.

Veremos■

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