De la redacción
El discurso que dio el presidente Trump en Phoenix cavó un poco más la brecha que se habría entre su presidencia y su propio partido, al referirse al muro. En tono amenazante Trump advirtió a liderazgo republicano, que controla las dos cámaras del legislativo, que si no financiaban el muro entre México y Estados Unidos podría paralizar al gobierno.
«Aunque tengamos que cerrar nuestro gobierno, vamos a construir ese muro», dijo Trump a un ruidoso mitin en Phoenix, reporta hoy The New York Times.
Las tensiones son cada vez mayores entre el presidente y el Congreso, y ponen en peligro las delicadas negociaciones pendientes para las próximas semanas, que mantendrían al gobierno en funcionamiento, o evitar un incumplimiento costoso de la deuda del país.
Hasta ahora, estas son las señales más claras de la incómoda alianza entre Trump y el liderazgo republicanos. Hay que recordar, dice la fuente, que Trump ganó la presidencia prometiendo «drenar el pantano». Ha comenzado la refriega con los legisladores , que esperaban promulgar prioridades conservadoras de largamente estancadas, como la reforma hacendaria y el proyecto para la infraestructura.
Ha trascendido que los legisladores conservadores se opondrán al aumento del techo o límite de la deuda pública, a menos que contenga algunas provisiones para ayudar a contener el gasto del gobierno -un escenario improbable, afirma el Times. En su lugar, el líder de la cámara baja, Paul Ryan y su par en el Senado, Mitch McConnell tendrán que confiar en los votos demócratas para pasar el aumento y poner al presidente en la posición incómoda de tener que firmar, a pesar de haber prometido varias veces abordar la deuda del país.
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