Todos recordarán el penoso incidente ocurrido cuando Paul O’Neill, un agente de la patrulla de fronteras de Inmigración detuvo e interrogó en mayo de 2018 a un par de mujeres méxico-estadunidenses, Martha “Mimi” Hernández y Ana Suda, sólo por estar hablando español en público mientras compraban en un almacén comercial en el poblado de Havre, Montana.
La noticia la detención e interrogatorio de dos mujeres mexicoestadunidenses por hablar español en público fue capturada por la cámara del teléfono celular de una de ellas mientras eran iterrogadas por el agente de la Patrulla de Fronteras del Servicio de Inmigracion en el poblado de Havre, Montana, corrió como la pólvora en su momento.
Las dos mujeres, Martha «Mimi» Hernández y Ana Suda, primero se sorprendieron al conocer los motivos por los que el agente de marras las arrestaba e interrogaba, y luego sobrevino la vergüenza de ser humilladas por ser arrestadas en público sin motivo alguno y en clara violación de sus derechos constitucionales. Pero este último sentimiento dio paso rápidamente a la indignación.
Representadas por la Unión Estadunidense de Libertades Civiles, la ACLU, Mimi y Ana interpusieron una demanda acusando a la Patrulla de Fronteras y al agente, Paul O’Neill por violar sus derechos consagrados en la Cuarta Enmienda Constitucional, contra cateos e incautaciones sin razón, señala Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe en el programa estelar de Línea Abierta, donde entrevistó al Abogado Daniel Galindo.
Galindo es integrante del Proyecto de Derechos del Inmigrante, de la ACLU Nueva York, y es también uno de los abogados que formó parte del equipo de la defensa legal de Martha Hernández y Ana Suda en el referido caso.
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Enfermeras de profesión Mimi y Ana llegaron al pueblo de Havre, en el fronterizo estado de Montana para ofrecer sus servicios en el sector salud. Sin embargo, tras un periodo de varios años que les tomó establecerse a estas dos mujeres méxicoestadunidenses en ese lugar, a raíz de la denuncia y las consecuencias que sobrevinieron, Mimi y Ana tuvieron que irse del pueblo.
Se fueron para proteger a sus familias, dicen, por temor a las represalias. “Porque han sufrido hostilidad y animosidad por parte de vecinos y no sé si hasta de las autoridades también… Se reporta que han pasado por momentos traumáticos y humillantes”, dice Orozco a su invitado Galindo:
–Háblenos de la reacción local que han tenido que sufrir por alzar su voz y por denunciar este incidente de abuso de poder.
“En un pueblo pequeño pasa eso, ser humillado de esa manera, y también por levantar la voz y decir que eso es ilegal… que vas a demandar para defender tus derechos. Es algo que te pone en una posición difícil. La gente que antes eran tus amigos, y no hablas con ellos…”
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El video donde el agente O’Neill explicaba cándidamente el motivo por el que las había detenido, en un lugar donde no está prohibido hablar español ni francés, se hizo viral en las redes sociales causando risa e indignación al mismo tiempo.
https://youtu.be/Ry8BqMjVbkk