De la redacción
En una acción propia de alguien que pareciera estar ‘rasgándose las vestiduras’, 106 congresistas republicanos se sumaron a una demanda legal de 17 Fiscales estatales contra Georgia, Michigan, Pennsilvania y Wisconsin, estados que fueron fundamentales para la victoria del presidente electo Joe Biden, y solicitaron a la Suprema Corte que revierta los resultados de la reciente elección presidencial y nombre a Trump como ganador.
Una demanda legal encabezada por el Fiscal General de Texas, Ken Paxton busca revertir el triunfo electoral de Joe Biden y Kamala Harris del 3 de noviembre pasado. Por cierto que Paxton actualmente es investigado por el FBI en un caso de fraude de valores y enfrenta también acusaciones separadas de varios exempleados, de abusar de su cargo para ayudar a un donante político, aunque Paxton ha negado las acusaciones.
Algunos analistas sostienen que Paxton busca congraciarse con Trump impulsando la demanda de marras, que carece de evidencia y méritos legales y ha sido señalada como una demanda frívola con motivaciones puramente políticas, en busca tal vez de conseguir un perdón presidencial, ahora que parece ser un tema en el que el presidente se halla enfocado.
De hecho el Procurador General demócrata de Pensilvania, Josh Shapiro describe el comportamiento de los 17 fiscales estatales y los 106 congresistas republicanos como un «un abuso sedicioso del proceso judicial», lo que quiere decir el uso conspirativo para derrocar a un gobierno o algo así como un acto de traición a la patria.
Pero la respuesta no se hizo esperar y una coalición de 23 Fiscales estatales demócratas de todo el país le salió al paso a la demanda de los republicanos.
En un escrito amicus de los 23 estados demócratas a la Suprema Corte, representados por la Fiscalía General de Nueva York en el caso ‘Texas vs Pensilvania’, argumentan que la demanda de Texas «sin precedentes», depende de «una mala interpretación de la Cláusula de Electores de la Constitución de Estados Unidos. Una que choca con un siglo de precedentes, niega el poder de los estados para tomar sus propias decisiones sobre la administración y supervisión electoral, y amenaza con cambiar las nociones básicas de federalismo y los derechos de los estados”, dice en un comunicado la fiscal de Nueva York, Letitia James.
Además, la la coalición demócrata afirma que de tomarse en cuenta la demanda de los republicanos, que anularía la voluntad electoral de 10.4 millones de votantes, “depende de afirmaciones tremendamente falsas e inexactas acerca de un fraude electoral, y no ofrece evidencia alguna de fraude sistémico en las elecciones de noviembre».
Por tanto, dicha coalición pide a la Corte Suprema que desestime la demanda de Texas contra los cuatro estados. “Dar alguna consideración a estas ridículas afirmaciones socava la integridad de nuestras elecciones y escupe frente a casi 250 años de proceso electoral en nuestro país», dice el comunicado de la fiscalía.
El intento de los republicanos de revocar la elección en la Corte Suprema sucede pocos días antes de que la mayoría de los Electores del Colegio Electoral se reúna y vote por Biden este lunes 14 de diciembre, certificando al ganador como el nuevo Presidente de Estados Unidos, y reafirme la voluntad de los estados que este 7 de diciembre certificaron sus respectivas elecciones■