De La Redacción
Fiscales en Baltimore retiraron hoy los últimos vestigios de cargo contra los tres policías restantes -inicialmente eran seis-, a la espera de juicio por presuntos culpables de la muerte de Freddie Gray, el afroestadunidense con la espina dorsal lastimada que fue arrastrado violentamente por los agentes hasta interior de un furgón de la policía el 25 de abril de 2015, a pesar de sus súplicas de auxilio captadas por un celular que fue subido in situ a las redes sociales.
Gray pereció una semana después desatando agrias protestas callejeras con enfrentamientos violentos con la policía, pero antes se supo que cuando fue arrojado al interior del furgón no respondía y no podía respirar mientras era trasladado en el piso de la van sin ningún tipo de protección.
De los cargos iniciales, asesinato en segundo grado, homicidio sin premeditación y trato imprudente contra los policías involucrados, aunque la fiscalía no pudo presentar pruebas convincentes en ninguno de los casos que llegaron a juicio, tres terminaron en absoluciones y el cuarto terminó en un jurado en desacuerdo. Con esto, dice The New York Times, termina la zaga de uno de los casos de uso de fuerza excesiva de la policía que más de cerca han estado siendo observados por la opinión pública.
Pero con esto también, se pone de manifiesto por lo menos la falta de preparación de los agentes del orden para tratar con personas de la comunidad que tienen otras capacidades, como ocurre con tanta frecuencia en las calles de este país con enfermos mentales y gente pobre principalmente de la raza negra y de las minorías que pueblan los Estados Unidos.
Como se puede suponer, se teme que tras el anuncio que desestimó los “cargos” de los agentes aumente el clima de tensión social y racial; las protestas contra la brutalidad policial, que de por sí han estado encendidas durante los últimos meses por las muertes injustas de tantos individuos a manos de policías.
Incluso hay quienes han decidido ya hacer justicia por su cuenta; tomar las armas en sus manos y disparar contra la policía, como ocurrió en Baton Rouge, Luisiana y en Dallas, Texas, a causa de la constante absolución judicial que dictan las autoridades en los cargos contra los policías implicados en casos de abuso de autoridad. De negligencia o de plano de asesinato.
Como se recordará, los violentos disturbios que se suscitaron en Maryland, Baltimore, pronto saltaron al plano nacional convertidos en símbolo de la violencia policial contra la comunidad negra. Aunque esto ocurre también en alarmante proporción contra los latinos. Se esperan más incidentes como estos.
De esta suerte, los tres policías restantes fueron hallados no culpables y un cuarto terminó absuelto o con juicio suspendido por presuntos vicios de procedimiento, dicen agencias de noticias.