A pesar de la feroz batalla, Jeff Sessions es el nuevo Procurador General de EU

Por primera vez en la historia de las confirmaciones en el Senado para los nuevos miembros del gabinete presidencial, un senador, Cory Booker, (D-NJ) se opone a otro senador que está siendo confirmado, Jef Sessions. Foto: Bston Globe.

Por primera vez en la historia de las confirmaciones en el Senado para los nuevos miembros del gabinete presidencial, un senador, Cory Booker, (D-NJ) se opone a otro senador que está siendo confirmado, Jef Sessions. Foto: Bston Globe.

De la Redacción

“Jeff Sessions tiene una clara, larga e inquietante visión del mundo que está acorde con las listas de deseos de los movimientos antinmigrante y nacionalista blanco. Desde deportaciones masivas, hasta drásticas reducciones en los programas de visas diseñados para reunificar familias, Sessions y su banda de nativistas tienen nuevo poder e influencia para llevar a cabo sus ideas extremistas. Y como si las ideas no fuesen ofensivas ni contraproducentes en sí mismas, ahora tenemos varias semanas de caos y daño a la reputación de Estados Unidos como consecuencia de dichas órdenes ejecutivas inspiradas en Sessions”.

En una «amarga y racialmente acusada batalla de nominación” en el Senado de Estados Unidos (EU), que culminó con el silencio procesal de la senadora  demócrata Elizabeth Warren, fue confirmado el senador republicano de Alabama, Jeff Sessions, como el nuevo Fiscal General de Trump, o el principal funcionario de la ley en EU, reporta la prensa.

Tras dos décadas de venirlo intentando en el Senado, Sessions sobrevivió por fin a una votación que fue de 52 a 47, en la que todos los republicanos cerraron filas, como “la última señal de la extrema derecha partidista” con que Trump se esfuerza por instalar en su gabinete. El senador por Illinois, Joe Manchini fue el único demócrata que votó por Sessions.

El proceso de confirmación fue feroz, e incluso los estándares de decoro que han definido durante los últimos años a ese cuerpo cameral, “dejaron al descubierto las profundas divisiones del Senado, en clara descomposición, apenas al comienzo de la presidencia de Trump”, dice The New York Times».

El rotativo hace énfasis en el “grosero” tratamiento que el senador republicano de Kentucky, Mitch McConnell dio a la senadora demócrata por Massachusetts, Elizabeth Warren, quien fue obligada a interrumpir su lectura de una carta de Coretta Scott King, viuda del desaparecido líder de los derechos civiles, Martin Luther King Jr., en la que criticaba a Sessions por usar «el poder impresionante de su oficina para enfriar el libre ejercicio de la votación de los ciudadanos negros», mientras servía como abogado de Estados Unidos en Alabama.

McConnell, líder de la mayoría republicana en el Senado, apoyó su objeción contra la senadora Warren utilizando por primera vez en la historia del Senado una cláusula para evitar que entre colegas se falten al respeto, lo que a Warren le pareció inadecuada porque ella sólo intentaba leer la referida carta de Coretta King.

Esta es la explicación que dio McConnell para justificar su conducta: «Ella fue advertida. Le dieron una explicación. Sin embargo, ella persistió». Según la fuente, esto se convirtió instantáneamente en “un grito liberal de reagrupamiento, restableciendo a la señora Warren como una de las principales voces de la resistencia demócrata” al señor Trump.

Luego de irse a sentar a su curul en silencio, Warren salió de inmediato de ese recinto y se comunicó con el programa de MSNBC que en esos momentos se transmitía al aire, y declaró que «Lo que más me golpeó fue el silencio… Se trata, dijo, de intentar amordazar a la gente.” Se trata de decir: ‘No, no, no. Sólo tienes que ir a votar’».

El “desafortunado” suceso reavivó la polémica acerca de la retórica de Trump que animó las elecciones presidenciales, sus ataques de género que derivaron en la marcha de las mujeres protestando contra Trump un día después de su inauguración, que no han cesado, convertidas en la mayor movilización de masas de los últimos 50 años según expertos.

En la víspera de la confirmación de Sessions, Lynn Tramonte, la subdirectora del Fondo Educativo de America’s Voice caracteriza en un comunicado de prensa al ahora Fiscal General de EU, de la siguiente manera:

“Jeff Sessions tiene una clara, larga e inquietante visión del mundo que está acorde con las listas de deseos de los movimientos antinmigrante y nacionalista blanco. Desde deportaciones masivas, hasta drásticas reducciones en los programas de visas diseñados para reunificar familias, Sessions y su banda de nativistas tienen nuevo poder e influencia para llevar a cabo sus ideas extremistas. Y como si las ideas no fuesen ofensivas ni contraproducentes en sí mismas, ahora tenemos varias semanas de caos y daño a la reputación de Estados Unidos como consecuencia de dichas órdenes ejecutivas inspiradas en Sessions”.

Tramonte no está sola en esto. Al menos el periódico The Washington Post había definido el 30 de enero a Sessions como el “padrino intelectual de las acciones de línea dura de Trump en la inmigración”.

Desde que Trump escogió a Sessions para ser el procurador general, la historia del senador de Alabama presentaba profundas contradicciones respecto a sus posiciones sobre la raza, que habían asumido el papel central de su pensamiento y acciones.

Durante una audiencia del comité senatorial en su nominación se incluyeron actas acusatorias de legisladores demócratas negros, como John Lewis, el representante de Georgia e ícono de los derechos civiles, y el senador de New Jersey, Cory Booker, quien rompió con la tradición del Senado para testificar en contra de un colega, o sea en contra de Sessions.

De acuerdo con el Times, el senador Patty Murray, demócrata de Washington, dijo ayer miércoles que “en materia de derechos civiles, inmigración, aborto, directrices para sentencias penales y una serie de otras cuestiones, Sessions había estado muy lejos de la corriente principal y había presionado por políticas extremas».

Por su parte el senador por Nueva York, líder de la minoría demócrata en el Senado, Chuck Schumer dijo en su oportunidad que la censura a Warren era «totalmente, descabellada», y que reflejaba una «actitud anti-libertad de expresión», que emanaba de la Casa Blanca.

En relación al ataque de McConnell contra la senadora Warren, Schumer agregó que “Él y otros demócratas dijeron que sirvió para silenciar las críticas legítimas al récord de Sessions sobre los derechos civiles y las cuestiones raciales”, una de las principales vías de ataque en su audiencia de nominación.

Muchas organizaciones civiles de perfil nacional y regional han declarado su abierto rechazo a las políticas de la Casa Blanca sobre la inmigración y el derecho al voto de las minorías en el país, así como otras cuestiones raciales que se esperan del nuevo Fiscal General de la nación.

En un comunicado a nombre de los 20 mil miembros que la conforman, la organización comunitaria, Make The Road Nueva York, emitió la siguiente declaración:

«La granizada de odio del gobierno de Trump continúa poniéndonos a todos en peligro. La negativa de los republicanos del Senado a examinar la larga historia de políticas racistas y antinmigrantes del senador –Sessions- durante el proceso de confirmación fue vergonzosa, al igual que el voto del senador Manchin en su apoyo”.

Y concluye: “Comunidades de color alrededor del país se están preparando para un Departamento de Justicia (DOJ) que sea conducido por un hombre que ha mostrado una voluntad -de hecho, un afán- de atacarnos. Pero no se equivoquen: resistiremos a Sessions y al DOJ cada vez que intente pisotear nuestros derechos y el imperio de la ley»■

This entry was posted in Homepage Feature, Política. Bookmark the permalink.

Encuéntranos en Facebook

Síguenos en Twitter

Suscríbete

Suscríbete a nuestra lista de correo