De la redacción
En pocas horas el presidente Trump emitirá su discurso anual sobre el Estado de la Unión. En tanto, una nueva encuesta de la firma Gallup muestra que una mayoría sustancial de estadunidenses se opone firmemente a la construcción de un muro fronterizo y a la deportación de los inmigrantes indocumentados. En cambio, apoya la contratación de más agentes de la Patrulla Fronteriza, y de manera abrumadora abrir un camino hacia la ciudadanía.
Un análisis de Jim Norman, de Gallup, afirma que el 60 por ciento de los estadunidenses se oponen a la nueva construcción de muros a lo largo de la frontera de Estados Unidos con México. «El público está firmemente en contra de la expansión de los muros fronterizos y sigue simpatizando con los inmigrantes indocumentados en el país”.
El reciente cierre de gobierno y las batallas políticas que lo han precedido en los últimos meses, “han tenido poco efecto aparente en la opinión pública sobre un muro”.
Hace 7 meses el 57% se oponía a la nueva construcción de muros, “una diferencia estadísticamente insignificante de tres puntos porcentuales con respecto al número actual”.
En el último año, dice la encuestadora, el tema de la inmigración se ha posicionado entre los primeros asuntos, o como un problema nacional; y estas son algunas señales:
- 21% ahora lo nombra el problema más importante del país. Ese es el segundo total más alto de inmigración en los 80 años de la historia de la pregunta, detrás del 22% de julio pasado.
- 78% identificó en las elecciones intermedias de noviembre a la inmigración como un tema extremadamente o muy importante, clasificándolo entre los tres temas principales en importancia para el electorado.
- El porcentaje que dice sentir fuertemente el tema de la expansión de los muros ha aumentado desde la encuesta del pasado junio, del 58% al 65%. Más de ese aumento ha sido en fuerte oposición (cinco puntos) que en fuerte apoyo (dos puntos).
- Cuando en 1993 Gallup comenzó a preguntar sobre la eficacia del muro para detener la migración, el 71% se opuso a «erigir un muro a lo largo de la frontera con México». Luego fue descendiendo ligeramente hasta que en 2006 la oposición a «construir un muro a lo largo de la frontera con México» fue del 56%.
- Pero esta oposición volvió crecer en junio de 2016, hasta el 66% (diez puntos), cuando Trump impulsaba la construcción del muro como tema de su campaña.
- Hoy un poco más de dos tercios de los encuestados se opone al muro, aunque el 69% se oponía días antes de que Trump terminara el cierre de gobierno.
Por otro lado, y hasta el 27 de enero la encuesta de Gallup encontró que el público apoya el camino a la ciudadanía y más agentes de la Patrulla Fronteriza. Y apoyan otras dos acciones relacionadas con la inmigración, mientras que rechazan una tercera:
El 81% está a favor de permitir que los inmigrantes indocumentados tengan la oportunidad de convertirse en ciudadanos de Estados Unidos si cumplen ciertos requisitos durante un período de tiempo.
Cuando en 2016 Trump fue elegido presidente, el 84% estaba a favor de un camino hacia la ciudadanía para aquellos en el país de manera ‘ilegal’ (el entrecomillado es de esta redacción).
Aunque la mayoría de los estadunidenses rechaza una importante expansión de muros en la frontera entre México y Estados Unidos, tres cuartas partes del público favorece otro método para aumentar la seguridad fronteriza, que cuente con la contratación «significativamente mayor» de agentes de la Patrulla Fronteriza.
Hoy 61% se opone a deportar a todos los inmigrantes indocumentados a su país de origen. En 2016, el 66% se oponía.
En la actualidad, el 30% desea aumentar los niveles de inmigración, contra el 21% en 2016, cuando la elección de Trump como candidato.
Los republicanos, incluidos los independientes que se inclinan hacia el Partido Republicano son un 16% más propensos a favorecer el aumento de los niveles de la inmigración ahora que en 2016 (11%), pero casi la mitad (51%) quiere que los niveles disminuyan.
Durante el mismo período, entre los demócratas e independientes de tendencia demócrata, el apoyo al aumento de la inmigración ha crecido más, del 31% al 41%, y sólo el 13% desea disminuir dichos niveles.
La mayoría de las cartas en este punto parecen estar en manos de los negociadores demócratas. La reciente victoria demócrata sobre Trump en el enfrentamiento sobre el cierre de gobierno, y la firme oposición del público contra de la expansión de los muros fronterizos y su continua “simpatía” hacia los inmigrantes indocumentados parecen coincidir con las propuestas demócratas anteriores, «en un momento en que los republicanos no pueden ponerse de acuerdo sobre cómo manejar la inmigración».
Por tanto, no es difícil imaginar un resultado que satisfaga a muchos más demócratas que a republicanos, concluye Galup■