De La Redacción
A mediados de junio de 2012 el gobierno federal de Estados Unidos hizo público el programa de alivio para jóvenes inmigrantes indocumentados menores de 31 años, conocido como la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que difiere temporalmente la deportación de quienes resultan elegibles y se acogen a este programa, que es renovable cada dos años. Precisamente ahora se aproxima el periodo de renovación de este programa que ha beneficiado a tantos jóvenes indocumentados y que puede beneficiar a muchos más.
Se sabe que los jóvenes conocidos como soñadores, o dreamers, uno de los grupos más innovativos y eficientes del movimiento nacional por la reforma migratoria, contribuyeron con sus luchas por todo el país para presionar a la administración federal a otorgar este alivio; alivio que a su vez fue una suerte de válvula de escape a la presión política sobre los demócratas y la Casa Blanca ante la falta de una reforma migratoria obstruida por los republicanos en el Congreso. Hay hasta quienes dijeron en su oportunidad que Obama accedió a otorgar este alivio porque los ‘soñadores’ lo pusieron contra las cuerdas.
Como puede apreciarse, la fecha para la renovación de los poseedores de DACA se aproxima, y las inscripciones para quien decida adquirir este nuevo ‘estatus’ continúan abiertas. Originalmente se calculaba que la acción diferida beneficiaría 1 millón 700 mil jóvenes aproximadamente, si resultaban elegibles para este programa federal y si cumplían con una serie de pagos y detallados requisitos que muchos se dieron a la tarea de completar. Estos requisitos pueden hallarse en este enlace: http://www.us-immigration.com/deferred-action-application-I-821D.jsp?lang=en.
A dos años de distancia de iniciado el referido programa echamos aquí un un breve vistazo a vuelo de pájaro para saber cuántos ‘soñadores’ se han inscrito a DACA, cuantos se estima que faltan por hacerlo, cuáles han sido algunos de los obstáculos que han tenido o no han podido sortear, y cuál es la perspectiva hacia el futuro en medio del debate actual sobre la reforma migratoria y las elecciones de medio término en noviembre de este año.
De acuerdo con el Servicio de Inmigración y ciudadanía de Estados Unidos (USCIS – www.uscis.gov), en el nivel nacional 497 mil 960 jóvenes soñadores tienen DACA (otras organizaciones sostienen que la cifra es de 550 mil). Una de las nuevas modalidades de este grupo de inmigrantes previamente indocumentados ha sido la de auto nombrarse UnDacamentados, y quienes se han graduado del colegio, UndocuGrads. De las 515 mil 922 solicitudes recibidas por USCIS, dice en su página web, han sido rechazadas 17 mil 962, lo que se traduce en unas 2 mil 813 solicitudes aceptadas diariamente. Se tienen programadas para revisión 483 mil 907 solicitudes.
Pero a pesar de los beneficios de este programa, muchos jóvenes potencialmente elegibles (unos 550 mil, o el 55%) no concretan su participación. Algunas de las causas más recurrentes se ha dicho que son el miedo a iniciar un proceso legal con Inmigración, el costo de inscripción, y la falta de asesoría legal, así coomo la esperanza puesta en la reforma migratoria entre otros factores. Y hay quienes presentan otras dificultades mayores, sobre todo aquellos jóvenes que residen en áreas rurales y de mucho más bajos ingresos.
Aun así, del universo de portadores de DACA que han completado su proceso, 60% de ellos han conseguido trabajo; 45% mejoró su condición salarial, algunos ha recibido becas universitarias y han sido aceptados por algunas universidades del país (www.unetealsueno.org). Por obvias razones demográficas, California, Illinois, La Florida, Nueva York y Texas son los estados que concentran y atraen a la mayoría de los UnDacamentados, pues tiene una mayor concentración de inmigrantes en sus respectivas poblaciones.
Como han dado cuenta los jóvenes soñadores o dreamers, ya sea individualmente o agrupados en alguna asociación juvenil en los distintos estados y localidades de este país, el beneficio no habría sido posible sin el decidido apoyo de sus padres y maestros, y de organizaciones sin fines de lucro que luchan también por la reforma migratoria.
En la actualidad sólo un 5 a 10% de los aproximadamente 65 mil inmigrantes indocumentados que salen anualmente de la preparatoria atienden a la universidad. Y de estos, apenas un 1% se gradúa, lo que se traduce en que muchos de nuestros jóvenes latinos son empujados fuera del sistema educativo y dejados atrás, dice la organización Unidos Soñamos/United We Dream (UWD).
Por otra parte, a partir de hoy el 22 por ciento de la población de los potencialmente elegibles para la Acción Diferida (DACA) no cumple con los criterios de educación, ya que no tienen un grado académico o su equivalente, ni están inscritos en la escuela. Esto no es una sorpresa, dicen los miembros de UWD.
En julio de 2013 un panel estudiantil de la denominada, TexBest Conference, en San Antonio, Texas, estimó que alrededor del 62 por ciento de los que podrían haberse beneficiado de la propuesta legal varias veces derrotadas en el Congreso, la Ley del Sueño/DREAM Act, también habría sido elegible para DACA debido a la falta de oportunidades educativas.
Tanto UWD como El Concejo de Liderazgo Juvenil del Estado de Nueva York y otras organizaciones de ‘soñadores’ se han dado a la tarea de impulsar programas educativos de ayuda a esta población estudiantil indocumentada. En el caso de UWD, quizás la mayor de estas organizaciones de este tipo a nivel nacional, a través del Programa Educacional de Soñadores para el Empoderamiento/Dream Educational Empowerment Program (DEEP), se invita a aprovechar esta oportunidad para acogerse a DACA por que es crítico, dicen.
Algunos enlaces de interés:
http://www.unetealsueno.org/eventos/event.524230
http://search.uscis.gov/search/docs?utf8=%E2%9C%93&affiliate=uscis_gov&query=deffered+action&commit.x=11&commit.y=9