De la redacción
A nueve días de la mayor movilización estudiantil -quizás- en la historia de Estados Unidos, la gran movilización estudiantil por lo menos ya cambió la narrativa del espinoso debate sobre el control de armas de fuego, y ahora se discute con mayor seriedad y por todos lados elevar hasta los 21 años la edad mínima como requisito para adquirir un arma. Se habla también de eliminar los adaptadores que convierten las armas convencionales en armas de asalto o verdaderas máquinas para la guerra, para matar, y tendrán lugar exámenes más rigurosos sobre antecedentes penales y condiciones mentales de un aspirante a comprador de un arma como requisito, según trascendió.
El 14 de febrero sucedió la masacre de 17 de personas, mayormente estudiantes, en la escuela preparatoria Marjory Stoneman Douglas, de Parkland, Florida, a manos del pistolero, Nikolas Cruz, de 19 años de edad. Y esto desató una masiva movilizaciones de estudiantes no sólo de la escuela agredida sino de todo el país, quienes anunciaron reunir en Washington, DC a medio millón de sus pares y aliados el 24 de marzo. Hay amplias expectativas sobre lo que esta movilización logrará, y hay algunos indicios esperanzadores con esto.
Hoy por ejemplo el gobernador republicano de La Florida, Rick Scott, como parte de un amplio paquete de iniciativas legislativas que incluyen nuevas medidas de seguridad escolar y un programa para mantener las armas de asalto fuera de las manos los enfermos mentales o de quienes se consideren un peligro para la comunidad, hizo un llamado también a elevar la edad mínima requerida para comprar un arma de fuego; de los 18 años actuales a los 21 años de edad. «Debemos cuidar de nuestros hijos», dijo Scott en la conferencia de prensa donde anunció su plan.
Con todo, según The Washington Post Scott suena como candidato a senador por parte de la Asociación Nacional del Rifle, la NRA. Esta asociación se halla entre las más generosas fuentes de donación a campañas políticas, y quien donaría 30 millones de dólares a la campaña presidencial de Trump, de acuerdo con Emma González, la joven y prominente líder estudiantil de la escuela preparatoria Marjory Stoneman Douglas, en Parkland.
Como se recordará muy bien, esta preparatoria fue el escenario donde hace unos 9 días un ex estudiante disparó fatalmente a 17 personas y el hecho desató una vez más un acalorado debate sobre el punto medio entre los derechos de la Segunda Enmienda y la seguridad de los estudiantes. A este hecho fatal se le conoce ahora como la Masacre de San Valentín por ocurrir el 14 de febrero.
Basada en una fuente de comprobación de datos y hechos (fact check sites) Emma González afirma también que la campaña política del senador republicano, Marco Rubio recibió 3 millones de dólares.
Por cierto que en un foro público organizado por CNN este martes, el senador republicano de La Florida, ante las incisivas preguntas de una estudiante que lo retó a aceptar y repetir ahí delante del público (unas siete mil personas que coparon ese gimnasio y muchos millones más de televidentes de CNN), que en el futuro rechazaría el dinero de la NRA; y con toda su aparente elocuencia Rubio simplemente no pudo decir que no. Que no aceptaría más el dinero de la NRA.
El Presidente Trump abrazó la medida propuesta por Scott, y propuso no solamente armar a maestros y directores de escuelas, mandar a la reserva nacional de soldados a custodiarlas y hasta darles un bono a los maestros que aceptaran su plan. “Las escuelas necesitan Capacidad Ofensiva para defenderse de los atacantes”, dijo.
Pero la NRA declaró de inmediato que se oponía rotundamente a tan descabellada idea, de subir la edad requerida para la compra de un arma de salto y las otras medidas propuestas en estos días para regular la venta de armas de fuego.
La Legislatura de La Florida advirtió que esta mañana revelaría los acuerdos alcanzados tras el debate sobre este tema llevado a cabo el martes en asamblea, pero hasta el momento los principales medios de comunicación nacional no han dado a conocer los pronunciamientos de los legisladores estatales.
Por otro lado, la solución parece venir nuevamente del viejo reclamo de los estados ante sus propuestas, que anteponen su autonomía. Cuatro gobernadores (Connecticut, New York, New Jersey y Rhode Island) crearon una coalición de estados afines sobre el control de armas, prometiendo ampliar los esfuerzos existentes para compartir información sobre armas ilegales y, finalmente, avanzar en las medidas de seguridad de las armas donde sostienen que el gobierno federal ha fallado.
Al respecto, esta mañana el gobernador de Nueva York, dijo al Canal 1 de TV en Nueva York que los estados compartirán también los bancos de datos de las personas con padecimientos mentales, con antecedentes criminales, de violencia doméstica, y otros que faciliten comprobar si una persona está en capacidad de comprar un arma de fuego de alto poder.
Y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio también pronució una serie de pasos para mejorar la seguridad en las escuelas de la ciudad, pasos que vienen después de un tiroteo en la referida escuela de La Florida.
Todo esto sucede mientras el presidente Trump anuncia que retirará del estado de California a los agentes de la agencia federal de Inmigración y Control de Aduanas, ICE, “Y ya verán el crimen que se va a desatar, como nunca antes se ha visto en el país. Pues el estado de California no está cooperando con nosotros”.
Está por verse cuál va a ser el alcance de esta enorme movilización estudiantil, pero lo cierto es que por lo pronto ya cambió a narrativa de este sensitivo tema en el debate nacional sobre las armas letales que están atacando escuelas, teatros y lugares para conciertos, etcétera, con altas pérdidas irreparables.
Veremos.