La sequía que amenaza el Oeste de Estados Unidos, “cortesía” del cambio climático en parte, ha provocado en California el agotamiento del agua de la superficie terrestre, dejado los mantos acuíferos como el último recurso por el que ahora compiten las grandes industrias del petróleo, la agroindustria y las embotelladoras de agua, contra los pequeños agricultores de la zona. Estos quedan obviamente en condiciones de desventaja, por la desigualdad ecnónomica de la inequidad social persistente, dado el alto costo para escavar posos más profundos a fin de llegar a los mantos acuíferos. ¿Qué hacer?
El gobierno de California “anunció una asignación del cero por ciento, del proyecto estatal de agua, para los distritos del estado en 2022”, dice el Director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco en el programa de Línea Abierta que conduce, donde se abordó este delicado tema.
“Eso significa que las agencias de agua que atienden a unos 27 millones de residentes del estado, y que además irrigan cientos de miles de acres de tierras agrícolas, no obtendrán nada del agua que han solicitado”, salvo algunas excepciones muy selectas, sostiene, “por razones de salud y de seguridad”.
Este anuncio del gobierno de California viene luego de que decenas de organizaciones defensoras del medio ambiente y la salud pública, así como de la justicia ambiental, agrega el Director de Noticias, enviaron una carta al gobernador Gavin Newsom, “instándolo a poner fin al abuso del agua por parte de la industria petrolera y de las embotelladoras de agua”.
Y añadió que dijo la directora de Food and Water Watch de California, Alexandra Nagy, una de las organizaciones que enviaron dicha carta a Newsom, afirmó que el anuncio servía como “un poderoso recordatorio de qué tan grande es esta sequía, y de la necesidad de una acción inmediata para preservar el agua para las personas que más lo necesitan». Las medidas de conservación de agua son necesarias, dijo, “pero también lo es una reevaluación de nuestro sistema de aguas”.
En lugar de seguir extrayendo las ya de por sí escasas aguas subterráneas, agregó Nagy, “deberemos acelerar los planes de sustentabilidad de las aguas subterráneas y cortar el abuso de agua a los abusadores crónicos. O sea, a las grandes corporaciones del petróleo, de la agroindustria y las empresas de agua embotellada… el agua potable utilizada por la industria del petróleo y el gas, por sí sola, podría llegar a dar miles de billones de galones de agua a las familias que la necesitan en sus hogares”. El agua, remató, “Es un derecho humano”.
Para ampliar sobre este delicado asunto de la sequía, así como de las medidas tomadas por el gobierno de Newsom al respecto, Línea Abierta invitó a Susana de Anda, cofundadora y directora ejecutiva de Community Water Center, con sede en Visalia, California.
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Como puede observarse, Susana de Anda eleva la pregunta de por qué se permite que unos abusen del consumo del agua y otros padezcan la escases de este vital líquido. E hizo una invitación a elevar la conciencia social sobre este importante problema.
“Y recalcar que es importantísimo tener agua limpia, como seres humanos, primero, antes de las ganancias; antes de exportar tanta comida que se cosecha en el Valle (Central) pero que se manda a diferentes partes del mundo”.
De anda señala pues la transferencia de la riqueza que se produce en California, con la inversión oficial y privada en este rubro, hacia otros estados y regiones del planeta, dejando a los californianos con la factura o el gasto de producción pero sin la ganancia.
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Cómo puede California proteger su abasto de agua de los devastadores incendios pregunta un reporte del Instituto de Recursos Hidráulicos, de la División de Agricultura y Recursos Naturales de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA).
El Dr. Pabo Ortiz Partida, científico especialista en el Clima para el Oeste de la nación del Programa del Clima y Energía con la Unión de Científicos Concernidos, se enlaza con Línea Abierta desde Davis, para platicar con Orozco.
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El reporte señala pues que las comunidades indígenas sabían manejar mejor sus ecosistemas desde muchos siglos atrás. Provocando incendios controlados evitaban los grandes incendios.
Pero estas prácticas fueron borradas del mapa con los distintos traumas que ha sufrido el continente, como la llegada de los españoles y luego en Estados Unidos, sostiene Orozco.
–¿Hay progreso en entender las culturas indígenas para el mejor manejo de incendios y plagas en los bosques?
“Las nuevas prácticas para el manejo de bosques están incluyendo estas técnicas que ya se utilizaban antes para provocar incendios controlados y no tener después incendios incontrolados”, responde el Dr.
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Los científicos de la UCLA anuncian a los residentes que no hablan inglés en Estados Unidos, de todos mondos deberán recibir mensajes unificados y oportunos por parte de las autoridades del ramo pertinente, traducidos a los idiomas apropiados y en lugares fácil acceso informando si por ejemplo el agua que llega a sus hogares es segura para el uso doméstico y para beber, o las advertencias de evacuaciones en los casos de incendios forestales.
Por otro lado los recientes incendios en California pusieron al descubierto el tema de la justicia lingüística, a revelarse que no hubo suficiente información o sistemas de alerta en los distintos idiomas diferentes al inglés, lo que afectó a los damnificados de dichos incendios que no hablaban inglés, a pesar de la existencia de una ley decretada hace unos años en California, la AB1877, que ayuda al usuario monolingüe que no habla inglés a acceder a información adecuada y oportuna en su idioma.
Pera abordar el tema Orozco platicó con Luís Flores, enlace de Seguridad Pública de la Ciudad de Malibu, California.
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