De la redacción
El impacto económico en los trabajadores inmigrantes y latinos durante la pandemia de Covid-19 en Estados Unidos ha sido indiscutiblemente severo. En los 4 paquetes de estímulo aprobados por el Congreso para paliar las necesidades de pequeños y medianos empleadores y sus trabajadores en lo que va de la crisis, estos últimos se han quedado ‘chiflando en la loma’, o esperando inútilmente su cheque y acceso a servicios de salud. Por eso 90 líderes latinos exhortan al Congreso ya la administración federal a corregir estas peligrosas lagunas.
Es un hecho que es muy escasa la ayuda que han recibido ‘de milagro’ los trabajadores esenciales, inmigrantes y latinos, y que ha venido casi exclusivamente de instituciones caritativas privadas o de buenos samaritanos de la sociedad civil. Pero es a todas luces insuficientes.
No obstante, casi todos los trabajadores latinos son categorizados “esenciales” en Estados Unidos, como reportamos el martes en este mismo espacio informativo.
Ahora, defensores de los trabajadores inmigrantes se reúnen para pedir un quinto plan integral de ayuda económica que asigne el Congreso para abordar los enormes huecos dejados por las legislaciones anteriores.
Todas las familias y las personas, independientemente de su estatus migratorio y raza “deben estar protegidas de manera equitativa y justa durante la crisis de Coronavirus”, dice una carta enviada al Congreso por el congresista demócrata de Arizona, Rubén Gallegos y un grupo de unos 90 líderes latinos como respuesta a la fallida política oficial del Covid-19 para los trabajadores inmigrantes en Estados Unidos.
Hace unos días la prestigiada revista Newsweek informó por primera vez sobre dicha carta que este grupo envió al Congreso y a la administración Trump, entre cuyos firmantes originales se halla incluido Julián Castro, ex Secretario de Vivienda y Desarrollo Urbano bajo la administración Obama, para abordar este espinoso y urgente asunto.
Sergio Gonzáles, Director Adjunto del Centro de Inmigración y organizador de la referida carta, afirma estar “… contento de que se nos unan más de 90 de nuestros colegas a pedir soluciones reales para ayudar a algunas de las comunidades más afectadas y en riesgo», dijo. “Las familias latinas e inmigrantes están siendo devastadas por los impactos de COVID-19”.
Pero a medida que esta comunidad continúa trabajando en roles esenciales que mantienen a Estados Unidos seguro y alimentado, “Trump está tratando de distraer a los estadunidenses de una desastrosa respuesta federal, arrojando retóricas de odio y aplicando políticas contra la inmigración”, sostiene la misiva.
Entre tanto, los paquetes de ayuda anteriores “han excluido a los inmigrantes y no se acercan lo suficiente como para garantizar que estas comunidades tengan acceso adecuado a pruebas de coronavirus, atención médica y ayuda económica para capear esta crisis”.
Los firmantes de la carta señalan que “a medida que el Senado vuelve a reunirse esta semana, se podrá analizar el contenido del siguiente paquete de ayuda a los trabajadores inmigrantes y latinos». Sin embargo, el congresista demócrata de Illinois, Dick Durbin afirma que lamentablemente el Senado no se reunirá para discutir asuntos esenciales, sino para cumplir caprichos del líder de esa cámara, el republicano de Kentucky, Mitch McConnell.
El llamado de McConnell es, dice Durbin, para promover al juez ultraconservador, Justin Walker, a la Corte de Apelaciones del Distrito de Columbia, el segundo órgano judicial más importante en el país después de la Suprema Corte. Walker, actualmente un juez de una corte estatal inferior, fue caracterizado por la Asociación Estadunidense de Abogados, o la American Bar Association, como “No calificado”, para ejercer en un puesto de tanta trascendencia. Y sobre todo porque es una posición de por vida.
Fragmentos del contenido de la carta
Para salvar vidas, las soluciones para latinos e inmigrantes no pueden ser ignoradas
Con un número cada vez mayor de casos de coronavirus que afectan gravemente a los latinos y las comunidades de inmigrantes, el Congreso y el presidente Trump deben avanzar con un cuarto plan integral de ayuda, CUIDADO 2. Mientras que las personas de color y las familias trabajadoras están sobrerrepresentadas entre los más afectados por esta crisis, un estudio de New America muestra los desafíos que enfrentan estos grupos para acceder al apoyo modesto e inadecuado proporcionado por el primer paquete CARES.
El reciente paquete interino de 480 mil millones de dólares que fue aprobado por el Congreso no aborda estas brechas. A pesar de la resistencia republicana, los demócratas exigieron legítimamente al menos que el último paquete de ayuda provisional incluyera más apoyo para pequeñas empresas minoritarias, hospitales y pruebas. Pero deben ir más allá.
El Congreso debe garantizar que todas las familias e individuos, independientemente de su estado migratorio, tengan acceso a pruebas y tratamiento, incluido el acceso a la atención médica a través de Medicaid y el apoyo financiero. No podemos simplemente cosechar los beneficios de la mano de obra inmigrante y negarnos a proteger y defender a los inmigrantes contra el mismo monstruo que están luchando en la primera línea. También necesitamos un mejor seguimiento de los datos de salud racial y étnica para comprender mejor cómo el coronavirus está afectando a las comunidades desatendidas.
[…]
Todos los días que pasan sin acceso universal y adecuado a las pruebas y la atención tienen un costo evitable para la vida humana. El presidente Trump y el Congreso, republicanos y demócratas, deben ponerse inmediatamente a trabajar para garantizar que nadie y ninguna comunidad se queden atrás ante los estragos de este virus■