La mayoría de los inmigrantes centroamericanos que han obtenido la residencia permanente legal en Estados Unidos lo hicieron a través de los canales de reunificación familiar. Foto: Migration plicy Institute.
Cuando los demócratas mantuvieron en su poder las dos cámaras del Congreso y la Casa Blanca durante los primeros dos años de la administración Obama, muchos en la comunidad latina criticaron fuertemente que no sacara adelante una reforma migratoria. Por eso tal vez el gobierno entrante de Joe BBiden y Kamala Harris, que tendrán también todo el poder del gobierno en sus primeros años, quieren establecer un contraste claro y contundente.
La nueva administración federal que tomará las riendas del país mañana miércoles ha hecho de la inmigración su principal prioridad legislativa, luego de hacerle frente a la pandemia de Covid-19 en los renglones salud y financiero, ante un desempleo rampante y muchas empresas y negocios al borde del precipicio.
En la víspera de la inauguración del nuevo gobierno mañana jueves al mediodía, la administración entrante se dispone a anunciar e implementar una serie de medidas ejecutivas de emergencia encaminadas a desandar los pasos que dio Trump en perjuicio de los inmigrantes, principalmente latinos, aunque también de las instituciones y de la infraestructura del sistema de inmigración que Biden tendrá que reparar y activar de nuevo.
El director de Noticias de Radio Bilingüe, Samuel Orozco charló en Línea Abierta sobre este tema con la prominente abogada Marielena Hincapié, Directora Ejecutiva del Centro Nacional de Leyes de Inmigración en Los Ángeles, California.
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Abogada Mariaelena Hincapié, del Centro Nacional de Leyes de Inmigración.
Para ganar los votos de los republicanos por lo general los demócratas han tenido que diseñar sus proyectos de reforma migratoria al gusto de los republicanos. Por ejemplo, dice Samuel Orozco, han tenido que ceder “mayores recursos para el control de la frontera, mayores recursos para las deportaciones. A Obama ya ves, le fue muy mal con esta estrategia. Los republicanos le pedían más y más deportaciones a cambio de su voto por la reforma migratoria, y pues nunca tuvieron llenadera. Para cuando Obama despertó, había deportado a millones y los republicanos continuaban diciendo que la frontera seguía muy abierta”, señala Orozco.
–¿Cuál será la apuesta de los demócratas sobre la administración Biden esta vez? -pregunta orozco a Hincapié.
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Como se ha podido ver, con el Senado controlado por el Partido Republicano Trump intentó aprobar varias revisiones a las leyes de Inmigración de Estados Unidos, con el avieso propósito de cancelar las protecciones temporales a los jóvenes inmigrantes y poner fin a DACA. Pero como esto fue finalmente rechazado por la Corte Suprema.
Según el gobierno de transición el proyecto de ley de inmigración de Biden-Harris descansa en tres pilares generales:
- Disposiciones para abordar las causas de la migración.
- Gestión de fronteras.
- Camino hacia la ciudadanía.
El enfoque en Centroamérica abogará por cambios de política “dirigidos a las causas que impulsan a decenas de migrantes a venir ilegalmente a Estados Unidos para buscar un puerto seguro”, dice The Washington Post. Y es que, el problema de la migración debe atacarse en la raíz, desde las diversas razones económicas a la inseguridad, principales causas que impulsan la migración,
Los funcionarios de la transición, «que no desconocen el aumento de migrantes en la frontera o que se dirigen a ella ahora que sale Trump», instaron a los migrantes a permanecer en sus países de origen pues no serían elegibles para el programa de legalización que propone Biden, dijeron. Y han dejado claro que un cambio en la política de asilo como la deja Trump, no va a ser posible de la noche a la mañana. “Especialmente cuando se trabaja con agencias y procesos que han sido tan destruidos por la administración anterior», deploró un funcionario.
Como se sabe, Trump terminó el programa de asilo en agosto de 2017, y ahora Biden propone un programa de reunificación para familiares centroamericanos de ciudadanos estadunidenses, que permita a aquellos que ya han sido aprobados para la residencia en Estados Unidos ser admitidos en este país en lugar de esperar en casa. Como era antes para cubanos y haitianos, programas que por cierto Trump terminó también, dice la fuente.
La propuesta de Biden también pondría en marcha:
- Un programa de admisión de refugiados en múltiples centros de procesamiento en el extranjero que ayudaría a identificar y evaluar mejor a aquellos que sean aprobados para ser admitidos como refugiados en Estados Unidos.
- Pedir al Departamento de Seguridad Nacional que desarrolle una propuesta que utilice tecnología y otra infraestructura similar para implementar nuevas medidas de seguridad a lo largo de la frontera, tanto en los puertos de entrada como entre ellos.
- No expandir el muro fronterizo que Trump ha extendido marginalmente.
- Reforzar el número de visas clave de empleo y familiares disponibles
- Recuperar visas no utilizadas de años anteriores
- Eximir a cónyuges e hijos de titulares de tarjetas verdes, de la cuotas que restringen la entrada inmediata al país de inmigrantes de diversos países de origen.
- Otorgar permisos de trabajo a cónyuges e hijos de titulares de visas de trabajadores temporales(tepesianos).
Los graduados de doctorado en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas estarán exentos de los límites de expedición de visas, pero no se amplía número de visas H-1B disponibles a trabajadores extranjeros altamente calificados ni se amplía la cantidad de visas H2-B para trabajadores no agrícolas menos calificados.
En otra posible acción ejecutiva, la administración Biden planea revisar los programas de TPS «en todos los ámbitos», con fines de reestablecer programas que hayan sido finalizados por la Casa Blanca de Trump, incluidos los beneficios para los inmigrantes que huyeron de El Salvador, Nicaragua y Haití■
