“Migrantes detenidos exigen el cese a la violación de sus derechos humanos. Denuncian malos tratos, tortura, falta de protección ante riesgo de contagio de covid-19”. Foto La Resistencia al NWDC.
Detenidos en las cárceles del Departamento de Correcciones (DOC) de Estados Unidos, y los centros de detención de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), atraviesan por una crisis aguda provocada por la pandemia de Covid-19, pero casi siempre su situación permanece oculta a la opinión pública estadunidense y no es denunciada por temor a represalias a los prisioneros.
Grupos de la comunidad que se han dado a la tarea de denunciar y defender a los inmigrantes indocumentados detenidos, echaron a andar acciones virtuales simultáneas en centros de detención y oficinas por ICE en tres ciudades del estado de Washington: Kent, Fife y Tacoma, para resaltar la gravedad del COVID-19 en los centros de detención y las prisiones del estado de Washington. Las tres acciones se transmitieron virtualmente el lunes a través de las plataformas Zoom y Facebook Live, y fueron organizadas por los grupos de base, Free Them All, WA; COIVD-19 Mutual Aid; y La Resistencia.
La acción conjunta reúne a familias negras, indígenas, de color (BIPOC), pobres y todas las comunidades que protestan contra las condiciones en las instalaciones del DOC e ICE. En las 3 ciudades mencionadas, señala el comunicado, “se encarcela a menores no acompañados y se les ubica bajo la custodia de ICE, en el ahora infame NWDC en Tacoma, donde hay una huelga de hambre de los detenidos, actualmente en curso”.
La Resistencia al Centro de Detención de ICE en el Noroeste (NWDC), en el estado de Washington, se pronunció una vez más contra “la negligencia del gobierno ante quienes se hallan bajo la custodia de DOC e ICE”, dice un comunicado de esta agrupación de defensa de los inmigrantes indocumentados detenidos en el NWDC en Tacoma, Washington.
La activista comunitaria defensora cofundadora de La Resistencia al NWDC, Maru Mora Villalpando platicó en Línea Abierta con Samuel Orozco, Director de Noticias de Radio Bilingüe, acerca de las peligrosas condiciones de salud en que viven los detenidos de ICE, de su explotación laboral y de otros abusos o negligencia de las autoridades de Inmigración, así como una lista de ideas para el gobierno entrante de Joe Biden-Kamala Harris en sus primeros 100 días de gobierno.
“Las leyes de sentencia racista, la legislación y el sentimiento antinmigrantes han resultado en que las comunidades BIPOC sean encarceladas de manera desproporcionada en las instalaciones del Departamento de Correcciones (DOC) e ICE», en el estado de Washington, dice Villalpando.
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El señalamiento es particularmente grave porque el país registro ayer 167 mil 759 nuevos casos de Covid-19, elevando esta suma a 13.6 millones de casos confirmados en el país, donde las hospitalizaciones ascienden 96 mil 39, y hubo mil 265 decesos nada más ayer, elevando esta suma mortal a 268 mil 23 muertes actualmente.
Al principio de la pandemia los grupos comunitarios habrían pedido al gobernador demócrata de Washington, Jay Inslee, la liberación de los ancianos y las personas médicamente vulnerables.
Paralelamente presentaron una demanda que fue decidida por la Corte Suprema del Estado de Washington. Desde entonces, dice Villalpando, “Michael Cornethan de 62 años fue la tercera persona en morir de COVID-19 mientras estaba bajo custodia del DOC en la Penitenciaría del Estado de Washington (WSP), en Walla Walla”. Cornethan había sido encarcelado desde 1983 y era un miembro activo y valioso del Caucus de Prisioneros Negros.
Cartel de la campaña para desfinanciar a ICE, del grupo La Resistencia al NWDC. Foto” La Resistencia / Facebook.
“Me preocupa cómo se está manejando la pandemia en WSP. Mi hijo dio positivo y fue puesto en aislamiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana, con sólo una ducha a la semana y sin posibilidad de comunicarse con su familia por teléfono. Me preocupa su salud mental”, dice una madre cuyo hijo está actualmente encarcelado en WSP. Tanto ese hijo como otros presos ahí “no saben cuándo pueden regresar a su unidad; el personal no comparte información con ellos… Ellos confían en nosotros, las personas externas, para mantenerlos actualizados sobre los próximos pasos”.
Tyla Kill, familiar de un detenido dijo que “El confinamiento solitario es tortura, no atención médica. Como miembros de la familia, escuchamos de personas enfermas a las que se les niega duchas, ropa, artículos de limpieza y sus pertenencias personales, con comidas insuficientes».
Estas condiciones demostrarían que el DOC no tiene los medios para manejar una pandemia. “La mala higiene, el diagnóstico aterrador, la mala alimentación y el completo aislamiento social es una receta perfecta para perder la cabeza…, y la esperanza», dice la referida madre.
Los brotes actuales de COVID-19 en la Penitenciaría del Estado de Washington, el Centro Correccional de Stafford Creek y Coyote Ridge “son sólo los últimos brotes de COVID 19 dentro de la institución”, sostiene Villalpando.
La negligencia extrema del DOC culminaría en el sexto brote de coronavirus desde marzo, y el segundo en el condado de King. El uso del confinamiento solitario por parte del DOC, como una solución médica es uno de los muchos factores que contribuyen a que las personas no informen sobre sus síntomas o no denuncien la falta de medidas de seguridad contra el COVID-19 dentro de sus instalaciones.
“DOC es un super esparcidor que contribuye a la propagación comunitaria de COVID-19 en el condado de King. Sus funcionarios y el gobernador Inslee deben monitorear e investigar la forma en que DOC maneja el COVID-19. La negligencia del DOC amenaza la seguridad y el bienestar de todas nuestras comunidades ”, dice Jarrelle Marshall, quien estuvo encarcelado en el Centro Correccional de Monroe.
Los casos están aumentando a un ritmo alarmante en todo el estado. Los poderes ejecutivos del gobernador Inslee permitirían la liberación de aquellos que están encarcelados o detenidos. Su oficina aún no ha respondido a una carta reciente que destaca la urgencia de la situación. El 23 de noviembre comenzó la cuarta huelga de hambre del año como respuesta al aumento de la violencia física de los guardias de GEO, la corporación dueña de centros de detención de inmigrantes de ICE■
