Marco Vinicio González
Las primeras evaluaciones del desastre que ha dejado el huracán Ian, a su paso por La Florida, el peor y más costoso de la historia en ese estado y uno de los peores en la historia de Estados Unidos, arrojan unos 84 muertos hasta el momento (las cifras varían), y más de mil 100 personas rescatadas en las partes inundadas del suroeste y centro del estado desde que Ian tocó tierra, dijo la oficina del gobernador Ron DeSantis.
Estimaciones de diversas fuentes, oficiales y privadas, afirman que los costos materiales hasta el momento podría rebasar los 700 mil millones de dólares.
Desolares testimonios de damnificados declararon a la televisión esta mañana haber visto cadáver por todos lados. Los latigazos ciclónicos más severos habrían tenido lugar en ciudades costeras del suroeste, como Fort Myers y Naples, donde algunos barrios fueron aniquilados dejando hasta 14 pies de agua. Residentes de Lee County declararon a CNN que las órdenes de evacuación llegaron demasiado tarde, lo que el Comisionado, Kevin Ruane desmintió.
Entrevistado por la cadena acerca de dichas órdenes de evacuación, que deben ser emitidas 36 horas previas a que el huracán toque tierra según protocolos oficiales, se emitieron apenas un día antes de que iniciara la destrucción de los vientos huracanados, devastando comunidades desde la costa occidental del estado hasta ciudades del interior como Orlando.
El gobernador de La Florida, Ron DeSantis declaró a la televisora, sin proveer ninguna evidencia, que su gobierno supo de mucha gente que se resistió a dichas órdenes de evacuación, y declaró que “no es el papel del gobierno sacar por la fuerza a las personas que no quieren abandonar sus hogares”.
Sobre 100 equipos de FEMA de Asistencia a los Sobrevivientes del Desastre se encuentran trabajando en las comunidades más afectadas para ayudar a que dichos sobrevivientes puedan solicitar la asistencia e identificar las amenazas inmediatas y emergentes.
Hay quienes afirman que Ian destruyó por igual las zonas ricas y pobres de las áreas devastadas, pero expertos en recuperación de desastres sostienen que a la hora de no tener a donde ir y sufragar gastos inmediatos mientras reciben ayuda, o cobrar el seguro por las perdidas -los que tiene uno, aunque sea el más elemental-, la ecuación regresa a la inequidad sistémica que prevalece en la sociedad.
En regiones del suroeste y la parte central del estado, alrededor de 800 mil hogares y negocios permanecieron sin electricidad el domingo por la tarde, según PowerOutage.us, luego de que hasta 2.5 millones se hayan quedado a oscuras los primeros días tras entrar a tierra los furiosos ventarrones.
Mientras tanto, varios puentes fueron destruidos, lo que complicó los esfuerzos de rescate. L:a carretera a Sanibel, una isla de barrera de contención de 12 millas quedó intransitable, aislando la isla del continente, mientras el presidente Joe Biden continúa prometiendo apoyo federal para La Florida.
Decenas de miles de residentes necesitan agua, alimentos, y algunos hasta ser localizados, quienes declararon a la televisión ver los aviones y helicópteros pasar por encima de sus casas inundadas en dirección a las zonas más pobladas y pudientes sin atender a sus llamados de auxilio.
Ian entró a Carolina del Norte y seguirá su paso por la costa del Atlántico.