La guerra contra el narco y las políticas de mano dura contra la criminalidad han llevado a una crisis de detención y encarcelamiento en Estados Unidos, que hoy tiene la dudosa fama de ser el país con la mayor población carcelaria del mundo. ¿Cuál es el saldo de este encarcelamiento masivo en las familias y barrios latinos? ¿Y qué pasará con las iniciativas de reforma que han ganado impulso en varios estados ahora que en Washington, DC se vuelve a hablar de mano dura contra la criminalidad? De esto y más habló nuestro director de Noticias, Samuel Orozco (SO) con Juan Cartagena (JC), presidente de Latino Justice – Fondo Puertorriqueño para la Defensa Legal con sede en la Ciudad de Nueva York.
JC: “Nosotros en este país encarcelamos nada más que 2.2 millones de personas, mucho más allá que cualquier otro país. Tenemos que cuestionar críticamente esto porque estamos en esta posición. ¿Por qué en este país se castiga repetidamente y por periodos –en algunos casos– permanentemente a personas que han cometido un delito. Un país donde el castigo es no solamente duro cuando uno está encarcelado. Le sigue hasta donde uno sigue viviendo en su vecindario, en sus hogares. Es más difícil conseguir un trabajo, es imposible conseguir un préstamo para la universidad. Es imposible vivir en vivienda pública. Esa combinación de no solamente el castigo de encarcelación sino también el castigo de ser encarcelado en su pasado. Estamos gastando mucho dinero de los fondos públicos para encarcelar y no hemos tenido un resultado adecuado en cuanto a esta política.
SO: ¿Puede darnos detalles de la forma como esas políticas han llegado a crear el problemón de tener estas cárceles abarrotadísimas?
JC: ”Aquí en este país lo que ocurrió hace unas cuantas décadas atrás fue la Guerra contra las Drogas, que aun con sus objetivos nobles de tratar de evitar el uso de demasiadas personas utilizando drogas ilegales, no se dio cuenta desde el principio y no se hizo ajustes para entender que la política de Guerra contra las Drogas era básicamente una política seleccionada para hacer la vida mucho peor y mucho más dañina a poblaciones afroamericanas y latinas”.
SO: En años pasados algunos reformistas del sistema de justicia penal han hablado de reducir la población encarcelada, reducir los gastos que esto ocasiona y pasar esos ahorros a invertirse en esas comunidades de las que estamos hablando, las más golpeadas, las más debilitadas. ¿Qué ha pasado con estas iniciativas de gobierno?
JC: “Se ve de vez en cuando en diferentes lugares del país. California yo diría que está, tal vez, en una posición de liderazgo cuando uno tiene menos personas en las cárceles. Esos ahorros deben de ser -de nuevo-, dedicados a las mismas comunidades que han sufrido tanto por ese apetito insaciable del país de castigar”.
SO: Anda por allí un movimiento llamado ‘Cut Fifty”. Ellos proponen recortar en un 50 por ciento la población carcelaria de todo Estados Unidos en un plazo de menos de 15 años. ¿Es esto realista, sensato? ¿Cómo lo ve?
JC: Tiene su posibilidad ¿no?, disminuir en un 50% lo que tenemos hoy día en nuestras cárceles es una meta admirable, una meta que tenemos que apoyar. La verdad es que la Guerra contra las Drogas es solamente una parte del sistema criminal. Pero aun con esa parte tan significante que es, repetir lo mismo de antes, repetirlo y repetirlo y repetirlo…, no tiene mucho sentido.