Guatemala se encuentra en los últimos lugares de vacunación en América Latina y la variante Delta está golpeando especialmente a su población rural indígena de raíz maya. Autoridades de salud de Estados Unidos colocaron al empobrecido país centroamericano en Código Rojo, o sea no recomendable para viajes. En busca de algunas respuestas, María Martin visitó recientemente Santiago Atitlán, una población indígena a orillas del lago Atitlán, en el occidente de Guatemala. Este es su reporte.
En esta comunidad maya t’zutujl la sacerdotisa maya, Dolores Ratzan Pablo ofrece al fuego sagrado; aguardiente y velitas multi-colores.
Ratzan pide protección para su comunidad, de la aguda pobreza; de las enfermedades y de las muertes que les ha traído la pandemia.
“Es una señal para nosotros para respetar la Madre Tierra y también hay que darle gracias, porque muchas veces nosotros caminamos en esta Madre Tierra y no le damos un regalo”
Dolores considera que la ciencia y la medicina también son regalos de la Madre Tierra, pero comprende la desconfianza contra la vacuna y otras medidas sanitarias.
“Mucha gente dice que sólo están probando a la gente en lugar de un animal, un cerdo o algo así…, entonces por eso le da miedo de tener la vacuna”
Pero además dice Ratzan, los pueblos mayas aún recuerdan lo que trajeron los españoles durante la conquista.
“ Y ellos trajeron como sarampión y otras enfermedades… pero ellos dice pues con la voluntad de Dios que nosotros vamos a proteger pero con nuestra plantas medicinales”
En el mercado de Santiago, la gente se amontona comprando verduras y muy pocos usan la mascarilla. Según un estudio publicado en el sitio de investigación Plaza Pública, desde que el pasado febrero empezó la vacunación, durante los primeros cuatro meses inyectaron principalmente a poblaciones urbanas, con educación universitaria y de etnia ladina; o sea, no indígenas. A pesar de que 4 de cada diez guatemaltecos son indígenas.
Por esa razón este verano líderes indígenas protestaron por todo el país contra la corrupción, la falta de programas de vacunación en sus comunidades y la poca información en sus más de 20 idiomas mayas.
“Tenemos un sistema de salud precario, olvidado con un presupuesto que realmente es vergonzoso”
La enfermera Alicia Velázquez, dirige el programa de vacunación en el departamento de Sololá. Culpa a los políticos de su país por la falta de liderazgo para enfrentar la pandemia, empezando con el presidente Alejandro Giamattei; pero Velázquez también culpa a líderes municipales, religiosos y a algunas sectas evangélicas que por su rechazo a la vacuna y las mascarillas ha causado en parte el alto número de hospitalizaciones y muertes por la variante delta del covid19 entre las comunidades indígenas.
“Todas esas instituciones que debieron haberse sumado simple y sencillamente se desmarcaron, incluso hasta los líderes comunitarios, las municipalidades, los Cocodes, ellos se desmarcaron de todo este tema y al final se perdió la rectoría de toda esta situación de salud. Esas sí son cosas que frustrantes porque no sentimos el apoyo de la población y mucho menos de nuestras autoridades”
Alerta noticiosa:
“Un ambiente tenso se vive en este momento en Alta Verapaz luego de que 3 equipos de vacunadores comunitarios fueron agredidos”
Pero además, dice que la desinformación pone en peligro a los trabajadores de la salud. La semana pasada, varios fueron agredidos en la aldea indígena de Maguila. Por temor a más ataques el ministro de salud suspendió la vacunación domiciliaria en el departamento del Quiché, de mayoría indígena. Y no se ve con claridad cómo Guatemala saldrá de la pandemia.
Mientras tanto la sacerdotisa maya, Dolores Ratzan sigue rezando y haciendo ofrendas a la Madre Tierra sin perder la fe en el instinto de sobrevivencia de su pueblo maya
“No es primera vez que está pasando en este lugar, pues. Desde antes, tiempos de la conquista de los españoles y después pasaron los terremotos, la guerra. Entonces la gente así pues luchando. Sea lo que sea”
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino desde Santiago Atitlán, Guatemala, María Martin.
Escuche la Edición Semanaria Completa: