Dos líderes de derechos humanos de la comunidad maya ixil que huyeron de Guatemala en 2019 después de recibir amenazas de muerte y solicitar asilo político en El Paso, Texas, han sido liberados de la detención de ICE. Uno es sobreviviente de una masacre del Ejército y testigo clave en el caso contra el general Efraín Ríos Montt, quien fue condenado por genocidio. Ambos compartieron sus dramáticos testimonios en nuestro programa nacional Línea Abierta. Iniciamos con Gaspar Cobo (GC), quien habla de la histórica persecución contra las comunidades indígenas. Y escuchamos a Francisco Chávez (FCH). Ambos líderes maya ixil tras solicitar asilo en Estados Unidos, siguen luchando contra el despojo y la represión de sus comunidades en Guatemala.
Segmentos de la plática:
GC: Somos una región que ha sido bien golpeada, como por ejemplo en la llegada de los españoles, la gente que llegaba en busca de tiera y oro, pues fuimos muy golpeados. También en 1936, la masacre de nuestros Principales, por parte del gobierno de Guatemala, el Estado de Guatemala, en los años de los ‘80 pues, 114 masacres perpetradas por el Ejército de Guatemala. Y ya pues a partir del 2000 nosotros hemos sufrido bastante, por la nueva invasión de la llegada de las empresas transnacionales que tienen la mira sobre nuestra región. Yo vengo de una comunidad donde realmente querían instalar una empresa de explotación minera, que se llama Varita, y estuve acompañando y luchando con mi comunidad para que no se llevara a cabo dicho proyecto. Pero al mismo tiempo pues en la región, según datos del Ministerio de Energía y Minas se tiene pensado instalar 18 empresas hidroeléctricas y mineras, de las cuales 11 ya cuentan con licencia de explotación, y 7 con licencia de exploración. Pero lamentablemente esas decisiones las toma el gobierno. Y lo que nosotros siempre hemos peleado es que las cosas se hagan bajo el consentimiento del pueblo. Que se haga una consulta a los pueblos indígenas sobre sus tierras. Lamentablemente eso no se da, y eso fue uno de los motivos de porque me tuve que salir de Guatemala; porque aparte de las amenazas que yo estaba recibiendo pues también ya hubo compañeros que fueron asesinados, aparte de los presos políticos. Mi vida corría peligro, y por esa razón tuve que salir a buscar protección a este país. Es un país que nos puede proteger, pero al mismo tiempo pues también pensar cómo apoyar a nuestro pueblo, que está en peligro. Porque el peligro ahí sigue presente, y nosotros estamos aquí pues para buscar una forma de cómo seguir apoyando a los compañeros que están ahí en Guatemala.
FCH: He puesto denuncias ante el Ministerio Pública en la capital, en la región. En un tiempo me dieron protección, pero no me funciono porque me dieron seguridad perimetral; es otro hostigamiento. Para mí es el mismo Estado que me está persiguiendo, en el sentido de que tengo que dar a ellos los informes necesarios: a qué hora salgo, qué día salgo, qué día entro a mi casa. Hasta llegaron a asaltar mi casa, es decir a buscarme en mi casa. No lograron conseguirme en esos momentos peores, donde querían eliminarme. Por suerte que no he perdido uno de mis hijos, y yo cuento con la vida ahora. Antes que me hagan daño mejor tuve que venirme. Aunque las pruebas las tengo pero en las mismas instancias donde corre el peligro. Es decir, tengo que ir a denunciar los hechos que me están cometiendo, pero es el mismo Estado el que está obteniendo mi información. Y eso es lo que me motivó y me tuve que salir. Yo no soy el único, yo soy uno, creo, de los demás compañeros que están enfrentando estas persecuciones■