Honduras es uno de los países más pobres y con más violencia en Centroamérica. Además, es el país desde donde miles han salido en caravanas buscando refugio en Estados Unidos. Desde una emisora comunitaria, un sacerdote jesuita tiene más de una década abriendo los micrófonos para denunciar la corrupción aún a riesgo de su propia vida. Hoy en día, a sus denuncias agrega alertas sobre el coronavirus. María Martin nos cuenta un poco de su historia.
El sacerdote jesuita, Ismael Moreno, mejor conocido como “Padre Melo” dice que siempre ha escuchado dos llamados: el de la espiritualidad y el de la política, para ayudar a los pobres:
“Tú tienes un llamado de Dios para ser jesuita, pero con un compromiso con la vida política”
Por haberse decidido por ese compromiso, el Padre Melo sabe muy bien de las amenazas; y que la muerte lo puede tocar en cualquier momento, como le sucedió a la reconocida ambientalista; Bertha Cáceres.
“Éramos muy amigos, muy cercanos. Yo no creí que a Bertha la fueran a matar. Creía que a mí me podían matar, pero no a Bertha«
El sacerdote, activista tiene 66 años y reconocido como uno de los intelectuales más prominentes de Honduras, es un impecable crítico del presidente Juan Orlando Hernández, a quien califica de dictador por haberse reelegido violando la constitución; y quien es sospechoso de vínculos con el narcotráfico y la corrupción, aun con los fondos para combatir el coronavirus. Sus críticas incomodan a poderosos intereses:
“Yo quiero vivir, y además quiero la vida y quiero seguir gozando de libertad«
Se escucha sonido de Radio Progreso…
Desde hace 15 años el Padre Melo ha dirigido Radio Progreso, una emisora comunitaria muy popular en los barrios hondureños.
La emisora jesuita está cerca de San Pedro Sula, al norte del país, y abre sus micrófonos a la voz de activistas de derechos humanos, ambientalistas, a campesinos y a otras personas cuyas opiniones son ignoradas por la prensa comercial. Un ejemplo es este reporte en vivo sobre el sesgado reparto de alimentos en un barrio pobre.
Reportero de Radio Progreso:
¿No hay alimentos?
Madre desesperada:
“Nada, viejo; los hijos están brincando del hambre y entonces ¿cómo es posible? Nos dicen, quédense en casa, que les va a llegar alimentos y mire… ¿A dónde vamos? sin trabajar si nada y sin salida…”
Las medidas de estarse en casa ordenadas por el gobierno se complican para la gente pobre y en pobreza extrema; y por la corrupción de un gobierno ligado al narcotráfico. Sobre esto reflexiona el Padre Melo.
“Para la población hondureña en su mayoría, las perspectivas son las siguientes: La contaminación con el virus. Segundo, el hambre. Tercero, la corrupción del gobierno y cuarto la represión o el miedo”
Pero eso no detiene al Padre Melo, aun en esta crisis.
“Yo estoy consciente que soy de la población en riesgo, no solamente por mi edad sino por la enfermedad autoinmune que tengo”
Él, siempre se encuentra detrás de los micrófonos de Radio Progreso, o facilitando reuniones y planes para superar la crisis en favor de los pobres.