Presidido por el vicepresidente Mike Pence, el Congreso de la nación contó los votos del Colegio Electoral y declaró a Joe Biden y Kamala Harris ganadores de la presidencia y vicepresidencia respectivamente. La sesión se prolongó hasta después de medianoche, luego de que una turba de seguidores del derrotado presidente Trump irrumpió violentamente en el Capitolio, ocupándolo por varias horas. Los disturbios dejaron un saldo de cuantiosos destrozos a las oficinas legislativas y cuatro muertos. En reacción, crece el número de líderes políticos de ambos partidos que responsabilizan al Presidente y llaman a que sea destituido. Con los detalles, desde la ciudad de Washington, José López Zamorano.
Se oye la gritería de la multitud…
Desde una tarima montada en el Elipse de Washington, el presidente Donald Trump giró instrucciones a sus miles de seguidores convocados a la protesta, “Salvemos a América”:
“Vamos a ir al Capitolio y vamos a tratar de darles la mano a nuestros republicano, a los débiles, porque los fuertes no necesitamos nuestra ayuda. Vamos a tener que pelear mucho más duro”
En el otro extremo del Paseo Nacional, el Congreso celebraba una solemne sesión conjunta para certificar el triunfo de Joe Biden. Durante la sesión, republicanos encabezados por Ted Cruz y Josh Hawley obedecieron la orden de Trump de impugnar los resultados.
Entretanto, cientos de manifestantes enfundados con gorras rojas con la leyenda “Make America Great Again” y algunos enarbolando banderas confederadas se dirigieron al Capitolio para sabotear la sesión; rebasaron las vallas de seguridad, forcejearon con elementos de la Policía del Capitolio y finalmente irrumpieron en el recinto.
Lou Correa, legislador demócrata de California, se encontraba en la sesión y se vio forzado a refugiarse bajo los asientos de la tribuna de sala de sesiones.
“Nos interrumpió nuestro voto, pero vamos a seguir adelante. Estamos bien enojados pero se ha rebelado él al mundo que es un dictador sinvergüenza, que no le importa la democracia de los Estados Unidos”
Uno de los manifestantes se aposentó en el asiento de honor de la Presidencia del Senado, donde minutos antes la sesión era encabezada por el vicepresidente Mike Pence. Otro, violentó la oficina de la líder Nancy Pelosi y se tomó una foto con los zapatos sobre el escritorio.
Visiblemente nerviosa, la legisladora Verónica Escobar, no ocultó su molestia con el Presidente y los republicanos que buscaban invalidar el triunfo de Biden.
“Esto es lo que pasa cuando tenemos un presidente que está llamando a la violencia y después de todo eso todavía teníamos colegas republicanos que querían seguir con lo que estaban haciendo”
La demócrata Teresa Leger-Fernández había iniciado su jornada cantando Las Mañanitas a su natal Nuevo México. Nunca se imaginó lo que ocurrían en su primer día como legisladora.
“Estos terroristas atacaron a nuestro Capitolio, atacaron lo que estábamos haciendo hoy día, que es nuestro deber constitucional certificar la elección de Biden y Harris; y eso es atacar a nuestra democracia, ha sido un día muy triste”
Después de horas de un caos dentro y fuera del Capitolio, una combinación de fuerzas del orden que incluyeron a la policía del Capitolio, del área metropolitana y elementos de la Guardia Nacional, la turba pudo ser contenida. Dentro del recinto legislativo, el vicepresidente Mike Pence, el líder republicano Mitch McConnell y los demócratas Nancy Pelosi y Charles Schumer cerraron filas para condenar la violencia.
“Condenamos lo ocurrido aquí en los términos más enérgicos. Aquellos que causaron destrozos, no ganaron, la violencia nunca gana”, dijo Pence.
Con el orden restablecido, representantes y senadores reanudaron la sesión y en horas de la madrugada certificaron el triunfo de Biden en las elecciones del 3 de noviembre, cuestionado en varios estados campo de batalla. Desde Delaware, el presidente electo calificó el episodio como uno de los días más oscuros en la historia de la nación.
“No les llamemos manifestantes. Fue una turba insurreccionista, terroristas domésticos, así de simple”
Sin condenar la violencia ni la irrupción en el Capitolio, el presidente Trump envió un mensaje grabado a los manifestantes y les pidió irse a su casa. Sólo 24 horas después envió un nuevo mensaje en el que condenó la violencia y prometió una transición pacífica del poder.
“Esos que violaron la ley la van a pagar. Mi misión ahora es asegurar una transición del poder tersa, ordenada y fluida. Es un momento de reconciliación”
Pero los líderes demócratas del Congreso exigieron al vicepresidente Pence invocar la enmienda 25 de la Constitución, para inhabilitar al presidente Trump; y amenazaron que de lo contrario iniciarían un juicio de destitución contra el presidente.
Charles Schumer es -ahora- el líder demócrata del Senado:
“Si el vicepresidente y el gabinete se rehúsan, el Congreso debe restablecer sesiones para destituir al Presidente”
Los líderes demócratas sostienen que Trump es responsable del episodio violento, en el que al menos cinco personas resultaron muertas, porque fue él quien incitó a la muchedumbre.
Aunque los demócratas tienen poco tiempo para hacer un juicio de destitución completo, a sólo 13 días de que Trump abandone el poder, el Presidente empezó a ser abandonado por miembros prominentes de su gobierno.
Elaine Chao, la Secretaria de Transporte y esposa del exlíder republicano del Senado, Mitch McConnell, así como la Secretaría de Educación, Betsy DeVos renunciaron a sus cargos, en tanto que el exProcurador General de Justicia, William Barr acusó al Presidente de traición.
Para la Edición Semanaria del Noticiero Latino, desde Washington, D.C., Foto y Texto de José López Zamorano.
Escuche la Edición Semanaria Completa: