Estudios han mostrado que un infante testigo de eventos traumáticos, como violencia familiar, tiroteos o incluso peleas, puede afectar su desarrollo del cerebro y ocasionarle problemas de por vida. Con relaciones estables y servicios de salud mental que sirvan de apoyo a un menor que haya sido testigo de violencia se puede prevenir o incluso revertir el daño causado por un trauma.
Invitadas: Yessica Rodriguez, Division de Salud Mental del Departamento de Salud del Condado de Monterey y Norma Ahedo, Coordinadora de Promotores en El Centro de Abogacia de la Comunidad (CCA).